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Esta es la realidad, Alonso (Ferrari) y Vettel (Red Bull Renault) son los máximos aspirantes al título 2012, luego de celebrarse quince de las veinte pruebas pactadas para este curso. La diferencia entre ambos es de solo cuatro puntos a favor del español, mientras que sus más cercanos perseguidores están a más de treinta unidades por detrás. Es cierto que en materia de carreras y a falta de cinco GP por disputarse mucho puede pasar, pero parece que nadie duda que esta temporada y a estas alturas la decisión es cosa de dos.

El tercer escaño en la clasificación lo ocupa Kimi Raikkonen, un campeón que regresó a la parrilla este año con mucho tino y le ha exprimido todo el potencial a su Lotus, con una serenidad como solo el hombre de hielo suele hacer. Así, aunque no ha ganado carreras, se ha subido al podio en seis ocasiones y ha puntuado en catorce de las quince pruebas realizadas, el mejor de la temporada en este último renglón. Nadie duda que pueda ganar algún GP este año, pero no será suficiente para ponerse la corona.

Por otra parte, Lewis Hamilton (McLaren Mercedes), que después de su victoria en Bélgica parecía que fuera quien le presentara cara al asturiano, se vio afectado por el abandono en Singapur que lo llevó contra la pared en sus opciones. Tanto, que se fue a Mercedes AMG a pedir un asiento para 2013, una decisión que aceleró el retiro de Schumacher, quien dejará las pistas esta temporada. Hamilton, al igual que Alonso y Vettel, son los únicos que han ganado tres GP en 2012. Sin embargo, sus tres carreras sin puntuar y el quinto lugar conseguido en Japón lo separan a cuarenta y dos puntos de la cima, una diferencia casi imposible de zanjar.

El quinto clasificado en la general es Mark Webber (Red Bull Renault), un piloto que comenzó a buen ritmo la temporada y ha sumado dos victorias, pero su rendimiento mermó a partir de Alemania y en los cinco últimos GP celebrados solo ha sumado catorce puntos, muy pocos para alguien que aspire a coronarse.

Regresemos entonces a los posibles campeones y examinemos sus opciones. Alonso ha sido más regular que Vettel durante toda la temporada, solo ha dejado de puntuar en dos eventos (Bélgica y Japón), superado únicamente por Raikkonen. Además, es el asturiano quien más veces ha subido al podio. Sus ocho visitas al estrado de premiaciones se suman a la fiabilidad de Ferrari y al talento del piloto, una combinación que pudiera marcar la diferencia y darle la victoria final. Tampoco podemos menospreciar las mejoras del monoplaza de Maranello que, aunque no es el más rápido, sí está entre los mejores y una prueba fehaciente es el segundo lugar de Massa en Japón.

Por su parte, Vettel tiene una calidad probada y no son casualidades los dos títulos que ostenta. Este curso suma seis podios (dos menos que Alonso) y tres victorias que lo colocan a cuatro puntos del líder de la temporada. El monoplaza de la escudería de la bebida energética no ha mostrado la superioridad aplastante del pasado año, pero sí ha sido muy competitivo y junto a McLaren Mercedes son los máximos ganadores por equipos con cinco triunfos per cápita. Las nuevas mejoras del RBR devenidas del mágico Adrian Newey han hecho que el triunfo de Vettel en Suzuka fuera aplastante, una victoria que se combinó con el abandono de Alonso en la primera vuelta del GP nipón y ha dejado el final del campeonato en un puro suspenso con opiniones divididas.

A mi modo de ver, teóricamente es Vettel el de mejores posibilidades. Viene con dos victorias al hilo, por h o por b le ha descontado un montón de puntos a Alonso en las últimas carreras y el monoplaza de Red Bull es, ahora mismo, superior al Ferrari. Pero eso es en teoría, la práctica puede ser diferente. Alonso es aún el líder, el coche de Maranello está entre los mejores y un campeón como Fernando jamás tira la toalla.

De cualquier manera, la suerte está echada. ¡Qué gane el mejor!