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La ventaja, a falta de cuatro carreras, es de noventa puntos sobre Fernando Alonso (Ferrari), quien solo ha podido ganar en dos ocasiones este curso. Las posibilidades de Vettel se acrecientan, si tenemos en cuenta que la última victoria del asturiano fue en España hace mucho tiempo, la quinta carrera de temporada. Pero si mérito tiene Vettel, hay que darle crédito a Red Bull, porque el monoplaza diseñado por Adrián Newey supera en rendimiento a sus rivales. Mención aparte merecen los motores Renault que en varias ocasiones (como en Japón) han copado el podio con sus máquinas, quienes también motorizan los bólidos de Lotus. Sin embargo, nada de esto fuera posible sin un trabajo de equipo, con sus magníficas intervenciones en los pit line cambiando neumáticos y trazando estrategias de carrera.

Lo que quiero decir, es que un campeonato no se logra con el mejor monoplaza, con el major equipo o siendo el mejor piloto de la parrilla; porque cada eslabón tiene su importancia y si uno de ellos falla todo lo demás pasa inadvertido. Entonces, doce podios y nueve triunfos en quince salidas no son productos de la casualidad ni el trabajo de uno solo. A mi modo de ver las cosas, Sebastian Vettel figura entre los mejores pilotos de la parrilla, a la altura de Lewis Hamilton (Mercedes), Kimi Raikkonen (Lotus Renault) y Fernando Alonso (Ferrari), pero el alemán cuenta con el mejor monoplaza y el mejor equipo, no por azar son los de la bebida energética los únicos en conseguir dobletes esta temporada (Malasia y Japón). No obstante, Vettel supera en talento a Webber como Alonso a Massa, Lewis a Rosberg, Kimi a Grosjean, Button a Pérez y así sucesivamente En cuanto a Alonso, segundo clasificado en el Campeonato, tiene mérito. Fernando ha escalado al podio en ocho ocasiones y ha ganado dos carreras, un resultado que lo coloca a noventa unidades por detrás de Vettel y treinta por delante de Kimi que ocupa el tercer escaño de la clasificación. Ferrari ha ido en reversa en las últimas citas y de no ser por el pilotaje del español no ostentaran el segundo puesto en ambas clasificaciones (pilotos y constructores), porque los de Maranello no solo han fallado en el diseño del coche, sino también en las estrategias de carrera. Kimi Raikkonen, tercero en la general, con su firma con Ferrari para la próxima temporada, ha enfriado sus relaciones con Lotus Renault y los resultados se palparon en Japón al ser quinto por detrás de Alonso con un Lotus claramente superior al Ferrari de Fernando, demostrado por el trabajo de su compañero de filas, Romain Grosjean, que terminó tercero con notable ventaja sobre el español. En cuanto a las escuderías, Red Bull Renault marca la diferencia con una amplia ventaja de 148  puntos sobre Ferrari, que aunque ocupa ese puesto en la clasificación está, ahora mismo, por debajo de

Mercedes y Lotus en el rendimiento. Y no me sorprendería, como van las cosas, que al final de temporada ambas terminen por delante de la Scuderia en la clasificación de constructores.

Y si Ferrari ha ido en reversa y Williams no levanta cabeza, el gran despegue lo dio Sauber, un equipo que ha conseguido treinta y ocho puntos en las últimas cuatro carreras, resultado que supera con creces los siete puntos acumulados en los primeros once GP de 2013. A falta de cuatro carreras para el fin de temporada, que no ha sido tan intensa como las anteriores, Vettel necesita solo terminar por delante de Alonso en la India para coronarse. Pero Sebastian tiene otro sueño, alcanzar las trece victorias que una vez logró Schumacher en una temporada.

El campeonato está a la mano, lo otro queda por ver.