Ballenas a la Vista
Las ballenas llegan a recorrer hasta 12.000 km para el cortejo y apareamiento, y vuelven al mismo lugar cada año para el nacimiento de los ballenatos. Una de las especies más apreciadas es la ballena jorobada que, pese a su nombre, es como decía Herman Melville de las más alegres y juguetonas, y la más popular en Bahía de Banderas, México y en Banco de Plata en la República Dominicana.
La ballena jorobada debe su nombre a una protuberancia que muestra en el arqueo de sus zambullidas, cuando se sumergen 30 toneladas de ballena. Como dicen los niños de Puerto Vallarta, la ballena es que "va-llena". Si este gran cetáceo era antaño un tesoro codiciado por los arponeros y balleneros, quienes llegaron a llamar a la Bahía de Banderas, Bahía de Jorobadas en el siglo XVII, hoy es una especie protegida y muy querida en esta bahía. En diciembre, ellas anuncian con sus saltos la llegada de la fertilidad, porque aquí vienen al cortejo, se aparean y antes de marcharse rumbo al norte en el mes de marzo, muchas hembras habrán dado a luz en las pacíficas aguas del sur. Un explosivo regalo de la naturaleza que podrán admirar en Puerto Vallarta con Expediciones Cielo Abierto, un equipo de oceonólogos, que convierten una excursión en una auténtica aventura. Siempre procuren contratar los servicios de profesionales que respeten la intimidad de estas familias flotantes manteniendo una distancia y tiempo prudencial en su aproximación a las ballenas.
Salir en busca de las ballenas causa cierta expectación en sí, porque nadie sabe por dónde aparecerá esta maravillosa reina de los océanos. El capitán otea el horizonte y todos en el barco esperan pacientes y expectantes. Pero antes del deseado encuentro, saldrán otros inesperados deleites como los delfines que muchas veces nadan en centenares, y si tiene usted suerte aparecerá una manta raya saltando del agua como una gigantesca ventosa. Y de pronto cuando menos se espera, surge este gran mamífero que, con sus respiraciones en bocanadas de aire caliente, anuncia su paradero en sonoros y profundos burbujeos.¡Atención! Porque en cualquier momento, como un torpedo vertical la ballena surgirá majestuosa del agua y con una panzada sin parangón salpicará emociones. El espectáculo resulta sobrecogedor y muy tierno cuando la ballena madre con insistencia enseña al ballenato a ejercitar su mismo poderío. La cría, exaltada en su aprendizaje, no dejará de saltar y saltar al descubrir las posibilidades de cada uno de sus movimientos. Saludará con la aleta, intentará voltear en el aire y con delicada precisión, madre y cría sumergen colas y jorobas hasta la próxima aparición. La visión resulta sorprendente. Y no se lo pierda la ballena jorobada también canta, pero para este especial momento no hay narración ni descripción que capte ese intenso y extraño lenguaje entre cetáceos, hay que vivirlo.
Si en Puerto Vallarta salen en busca de las ballenas jorobadas, en Banco de Plata se bañan con ellas en una técnica de aproximación conocida como “soft- in- water” donde con aletas y gafas de esnórquel los más aventurados esperan flotando sobre la superficie a que se acerquen las ballenas jorobadas, y que sean ellas las que definan si quieren o no quieren un contacto íntimo entre humanos.
Pero si no desea aventurarse ni a cruzar el charco para ver el cortejo y nacimiento latinoamericano, siempre hay otras opciones como el bellísimo archipiélago de las Azores que es también un lugar de paso de más de 20 especies de ballenas y existe un índice de frecuencia de la ballena más famosa del mundo: La ballena de Herman Melville, Moby Dick.