El lanzamiento ocurrió acompañado del también colosal Mercedes-AMG GLE 63 (al cual dedicaremos otro artículo). Nuestro protagonista es considerado «la Clase S entre los SUV» y el único AMG de su género y su generación.
El diseño sugestivo del nuevo GLS 63, sus equipos exclusivos y las mejoras adicionales en el dinamismo de conducción en carretera hacen de este vehículo el líder indiscutible de la familia de SUV de AMG, y sus 5 234 cm de longitud lo ratifican como «el mayor de su especie».
Con un potente motor de gasolina (M 177) de ocho cilindros en V, biturbo, de 4 L de cilindrada, 612 CV de potencia y 850 Nm de par motor, consigue una aceleración de 0 a 100 km/h en solo 4,2 s. Posee un alternador arrancador integrado con inclusión de   efecto boost.
Con el fin de mejorar la respuesta del motor, se han dispuesto los turbocompresores de doble entrada entre las culatas. Por el contrario, si se requiere menos potencia, se activa la desconexión selectiva de cilindros, lo que reduce sensiblemente el consumo. Las superficies de deslizamiento de los cilindros se revisten mediante la tecnología NANOSLIDE® (hierro-carbono), que asegura una lubricación óptima, una fricción reducida y una resistencia al desgaste por encima de la media.
Todo ello, combinado con el cambio automático de nueve marchas, AMG SPEEDSHIFT TCT 9G con transiciones especialmente rápidas y la tracción integral AMG Performance 4MATIC de alto dinamismo, asegura altas dosis de placer al volante y carácter deportivo.
Finalmente, el sistema AMG Dynamics permite personalizar aún más la experiencia de conducción mediante los conocidos programas que confiere el DYNAMIC SELECT.
Se introdujeron, además, en este magnífico auto, todos los adelantos tecnológicos en cuanto a confort, seguridad e infoentretenimiento de los que dispone hoy la marca teutona y y que lo convierten en un ejemplar único en su categoría.