A pesar de las nuevas tecnologías de la comunicación y la audiovisualidad, que promovieron la “celebración de la era digital” con el premio de la Feria de Francfort al mejor libro electrónico, la letra impresa seguirá por mucho tiempo acompañando a la humanidad en sus lecturas de cabecera. En esa confianza trabaja y proyecta su quehacer un grupo de jóvenes quijotes del Libro Arte en el único taller de papel artesanal que existe en Cuba, en la ciudad de Holguín. Ellos sueñan convertirlo en taller-museo, quizás el primero que logre en esta época de modernidades mantener el viejo sistema de impresión directa, en máquinas y linotipias de los siglos XVIII y XIX. La editorial necesaria a ese empeño surgió hace dos años bajo el promisorio nombre de Cuadernos Papiro, con la intención de preservar el papel hecho a mano como soporte para los libros arte y exponer en funcionamiento una tecnología que en el mundo se está desactivando, confirma Tatiana Zúñiga, directora de la casa y autora del proyecto Libro Arte. Esta editora está considerada única en su tipo por la Cámara del Libro de Berlín.

Jimmy Verdecia, Yunia Pavón y Miguel del Río, por diferentes caminos llegaron a unirse en este proyecto abierto a la participación en ferias del libro nacionales e internacionales, en las cuales se ha destacado la integración que ellos logran entre la artesanía, la literatura y las artes plásticas en el concepto objeto-arte. Miguel, medioambientalista y defensor de la ecología, Jimmy, con sus pictografías de temas marinos y el gusto por la naturaleza, y Yunia, sensible en el tratamiento pictórico de ideas y valores de todo lo que tenga relación con el ser humano y su entorno, aceptaron las pautas de Tatiana y formaron el grupo de “todo lo hacemos en conjunto”.

Una casona antigua sirve de amparo a la Editorial Cuadernos Papiro, donde el proceso de creación sigue los pasos de formación de un libro, desde la elaboración del papel a mano con residuos reciclados y hojas secas de plantas, hasta la ilustración, diseño e impresión tipográfica de todos los tiempos. Los seis primeros títulos, en tiradas de hasta 200 ejemplares, no más, dicen del espíritu y voluntad que animan a los papeleros de Holguín. Entre esas obras están “Diez Sonetos a Cristo”, de la poetisa cubana Premio Cervantes Dulce María Loynaz, y “El ritual del pez”, cuyos versos surgieron de Carlos Jesús García, inspirado en grabados de Jimmy Verdecia, director del Taller de Papel Manufacturado.

No es casual que la sed poética de Delfín Prats, de andar cotidiano por las calles de su Holguín natal, fuera a pasar por los primeros manantiales de esta imprenta para dar a la luz la obra “El esplendor y el caos”, uno de los más sentidos poemarios de este fin de milenio. LOS PAPELEROS SE UNEN PARA NO DEJAR MORIR LA LETRA IMPRESA.

En las paredes de la casa editorial está una colección de pinturas y grabados en papel artesanal de artistas argentinos que visitaron el taller de Holguín y entre ambos grupos establecieron vínculos con la Asociación Internacional de Pepeleros de Argentina. El maestro Ricardo Caribelli, director del museo Molino la Villa, de Buenos Aires, les impartió conferencias y los vinculó a la revista que dirige, Papel y Estampa. También de Canadá les llegaron relaciones, esta vez, en un proyecto sociocultural de Quebec que participó mano a mano en la creación de ediciones bilingüe, español-inglés. “Nuestros libros, dice Tatiana, fueron bien recibidos en la Feria Internacional'2000 del Libro de La Habana, y estamos invitados a la Feria de Guadalajara, México”.

El gusto de las tertulias literarias que dieron vida y razón a poetas de tiempos idos resurgió en el patio de la casona al calor de encuentros con figuras de las letras españolas como Aitana Alberti, de quien tienen en preparación un poemario para su próximo libro-arte. La existencia de un libro como éstos de sólo un ejemplar, hecho con arenas de la casa de Pablo Neruda, les fue mostrada como reliquia muy querida en las manos de la poetisa, una verdadera inspiración para estos jóvenes creadores. No dejar morir la letra impresa, guardar la memoria y el amor por las cosas eternas del hombre y sus conflictos, son máximas en la labor cotidiana del grupo de artistas, que profesan como el poeta la teoría metafórica de la transformación del pez, para retener vivos los orígenes del hombre y sus circunstancias. Del agua somos y no hay que temer, solamente la metamorfosis de una maquinaria moderna parece llevarnos al olvido y para decirlo al modo del poeta bastan los versos de Jimmy, “Cuando el corazón estalla con los golpes de las rocas del tiempo/ se remuerde el pez que llora eternamente encerrado/ nadando en la sangre de cada una de mis venas”

Comprendió que Hispanoamérica se salvaría con sus indios y sus negros. Y admiró al árabe, y al anamita que luchaban contra la dominación europea. Era el centro en los salones de los cubanos ricos de la Quinta Avenida de Nueva York. Los tabaqueros emigrados de la Isla lo adoraban. La colonia hispanoamericana de aquella ciudad se nucleaba en su torno. Su elocuencia magnetizaba, sus cartas convencían; su periodismo enseñó a escribir a una generación literaria. Soñador y apasionado, de excepcional racionalismo como hombre de acción, múltiple y polisémico en su pensamiento, Martí tuvo profunda conciencia de su época cambiante, la cual le exigía formas y espíritu nuevo, para impulsar a la que llamó nuestra América por el camino que estimaba adecuado a su identidad e intereses. "¡Yo soy bueno, y como bueno Moriré de cara al sol!" Así dijo también en los Versos sencillos. Cayó en combate, derribado de su caballo, poco después del mediodía. De cara al sol. Desde entonces es paradigma y guía de los cubanos. Amó mucho, soñó sin límites, trabajó sin descanso y sufrió más. Por todo eso, creo que fue José Martí un hombre pleno y feliz. LOS PAPELEROS SE UNEN PARA NO DEJAR MORIR LA LETRA IMPRESA.

En las paredes de la casa editorial está una colección de pinturas y grabados en papel artesanal de artistas argentinos que visitaron el taller de Holguín y entre ambos grupos establecieron vínculos con la Asociación Internacional de Pepeleros de Argentina. El maestro Ricardo Caribelli, director del museo Molino la Villa, de Buenos Aires, les impartió conferencias y los vinculó a la revista que dirige, Papel y Estampa. También de Canadá les llegaron relaciones, esta vez, en un proyecto sociocultural de Quebec que participó mano a mano en la creación de ediciones bilingüe, español-inglés. “Nuestros libros, dice Tatiana, fueron bien recibidos en la Feria Internacional'2000 del Libro de La Habana, y estamos invitados a la Feria de Guadalajara, México”.

El gusto de las tertulias literarias que dieron vida y razón a poetas de tiempos idos resurgió en el patio de la casona al calor de encuentros con figuras de las letras españolas como Aitana Alberti, de quien tienen en preparación un poemario para su próximo libro-arte. La existencia de un libro como éstos de sólo un ejemplar, hecho con arenas de la casa de Pablo Neruda, les fue mostrada como reliquia muy querida en las manos de la poetisa, una verdadera inspiración para estos jóvenes creadores. No dejar morir la letra impresa, guardar la memoria y el amor por las cosas eternas del hombre y sus conflictos, son máximas en la labor cotidiana del grupo de artistas, que profesan como el poeta la teoría metafórica de la transformación del pez, para retener vivos los orígenes del hombre y sus circunstancias. Del agua somos y no hay que temer, solamente la metamorfosis de una maquinaria moderna parece llevarnos al olvido y para decirlo al modo del poeta bastan los versos de Jimmy, “Cuando el corazón estalla con los golpes de las rocas del tiempo/ se remuerde el pez que llora eternamente encerrado/ nadando en la sangre de cada una de mis venas”

Comprendió que Hispanoamérica se salvaría con sus indios y sus negros. Y admiró al árabe, y al anamita que luchaban contra la dominación europea. Era el centro en los salones de los cubanos ricos de la Quinta Avenida de Nueva York. Los tabaqueros emigrados de la Isla lo adoraban. La colonia hispanoamericana de aquella ciudad se nucleaba en su torno. Su elocuencia magnetizaba, sus cartas convencían; su periodismo enseñó a escribir a una generación literaria. Soñador y apasionado, de excepcional racionalismo como hombre de acción, múltiple y polisémico en su pensamiento, Martí tuvo profunda conciencia de su época cambiante, la cual le exigía formas y espíritu nuevo, para impulsar a la que llamó nuestra América por el camino que estimaba adecuado a su identidad e intereses. "¡Yo soy bueno, y como bueno Moriré de cara al sol!" Así dijo también en los Versos sencillos. Cayó en combate, derribado de su caballo, poco después del mediodía. De cara al sol. Desde entonces es paradigma y guía de los cubanos. Amó mucho, soñó sin límites, trabajó sin descanso y sufrió más. Por todo eso, creo que fue José Martí un hombre pleno y feliz.