Con un crecimiento económico estable en los últimos años y una mayor proyección internacional, México y Centroamérica, Suramérica y el Caribe han mejorado su posicionamiento como destinos para esta modalidad.

El reto es posicionarse

La combinación de atractivos turísticos, infraestructuras modernas, logística especializada e incentivos financieros, consolida la oferta latinoamericana de turismo MICE, con creciente protagonismo en la comercialización y captación de eventos y clientes y más prestigio como destino para la modalidad entre organizadores y decisores de los grandes mercados. El mejoramiento de las comunicaciones, los incentivos financieros –descuentos o exenciones impositivas–, la conectividad con el mundo, el desarrollo de políticas de promoción y relaciones públicas mucho más inteligentes y apoyadas por el grueso de los interesados y sectores, ha llamado la atención de la gente que se dedica a planificar eventos. También han sido claves el dinamismo de la economía regional y la inversión en el sector turístico, con nuevos y más hoteles para colocar a no pocas ciudades latinoamericanas en destacadas posiciones del ranking de la Asociación Internacional de Congresos y Convenciones (ICCA, por sus siglas en inglés). Ocupan los lugares punteros por el mayor número de eventos acogidos en un año Buenos Aires, Sao Paulo, Río de Janeiro, Santiago de Chile, Ciudad de México, Bogotá, Lima, Cartagena de Indias, Montevideo, Cancún, Ciudad Panamá, La Habana y San Juan de Puerto Rico; si bien hay que destacar el ascenso de este indicador en algunos otros destinos insulares, cuyas aperturas hoteleras de los dos últimos años han incorporado grandes espacios y salones para el desarrollo de la modalidad en cuestión, como el Centro de Convenciones del Palladium Punta Cana, República Dominicana. Un segmento de especial interés en esta modalidad es el público corporativo. Se calcula que cerca de 60 % de los extranjeros que llegan a Sao Paolo, lo hace por razones de negocios. Igual de elevada es la participación en Chile, Perú y Panamá, por citar unos ejemplos, mientras se destaca que el gasto promedio de un viajero de este tipo ronda los 700 dólares, unas tres veces superior al de un visitante con fines vacacionales. En una actuación muy oportuna, además, los países de América Latina y el Caribe to­ma­ron como prioridad ante la crisis, la di­ver­si­fi­cación de los mercados, el impulso de las conexiones aéreas y la turoperación en todo el mundo, así como en el mejoramiento de las relaciones intergubernamentales, la pro­moción y el apoyo a sus marcas turísticas, con una proyección más abierta y creativa en lo comercial, superando en apenas unos años a la parte norte del continente, según el pro­pio ranking de la ICCA.

Países líderes del turismo MICE en el hemisferio occidental, según la cantidad de eventos organizados en el año, y posición en el ranking mundial de las mejores ciudades latinoamericanas en esta modalidad de turismo. Centroamérica, región emergente.