Una nueva era en el turismo del Caribe
Hoy una gran incógnita se cierne sobre el Caribe. La normalización de las relaciones entre Estados Unidos y Cuba es inminente. Desde hace años, muchos países de la región se preguntan cómo podría afectarles esta situación.
¿Será un freno para el turismo en los demás países? ¿Se convertirá en una locomotora que apoyara al Caribe como región frente a otros destinos que hoy son elegidos por el mercado estadounidense?
A tan solo 90 millas de Florida, Cuba históricamente fue el destino turístico más visitado por los norteamericanos. A su vez, entre ambos países ha existido siempre una gran corriente migratoria, y muchos cubanos viven en Estados Unidos. Aun así, por culpa del embargo, durante más de 55 años los estadounidenses solo han podido visitar Cuba de forma limitada.
Es por ello que en una normalización de las relaciones y de los viajes hacia la Isla, que fue un fruto prohibido durante tanto tiempo, se convertirá en un gran incentivo, pues nada deseamos más que aquello que se nos prohíbe.
Los temores que muchas islas del Caribe y países ribereños tienen de una eventual explosión turística inmediata hacia Cuba desde Estados Unidos no están fundados en estos momentos, pues en ello no solo influyen los deseos del viajero por llegar a la Isla, si no las posibilidades actuales para recibirlos.
Las diferentes infraestructuras, el número de habitaciones hoteleras, las comunicaciones aéreas, la capacidad de las marinas y puertos de cruceros, los coches de alquiler, entre muchos otros factores, aún no están lo suficientemente desarrollados para acoger de golpe esta demanda, a pesar de que actualmente se realizan múltiples inversiones en el sector.
A su vez, la normalización de las relaciones y en especial de los viajes se prevé como un proceso paulatino y gradual, a pesar de las diferentes medidas anunciadas, por lo cual una apertura total todavía podría llevar tiempo.
Esta situación, no obstante, podrá apoyar mucho en el futuro a la desestacionalización de la demanda, pues el nuevo flujo turístico de estadounidenses con ansias de conocer, tendrá que adaptarse a las temporadas donde exista mayor disponibilidad en Cuba. Ahí sí que los pequeños países del Caribe pueden sentir ese desvío de turistas, al convertirse Cuba en un destino sin temporada baja.
El turismo especializado y de calidad debe ser la meta de Cuba. Se trata de un país que ofrece mucho más que sol y playa, y en eso adelanta a otros del Caribe, por su variedad cultural, paisajística, arquitectónica e histórica.
Además, la seguridad del turista personal y de atención médico sanitaria es una ventaja muy especial en la Mayor de las Antillas.
El desarrollo de las ofertas turísticas y gastronómicas no estatales en los últimos años, también permite ya al turista recorrer el país por carretera, disfrutando del contacto con una población acogedora, alojarse en casas particulares (estilo Bed&Breakfast), y disfrutar de la gastronomía local e internacional que ha evolucionado a gran velocidad.
Aunque las nuevas inversiones permitirán avanzar en el desarrollo muy rápidamente, los expertos estiman que se necesitarán todavía algunos años, desde la plena apertura de relaciones, para que la capacidad de recepción de turistas estadounidenses pueda ser la principal del país. No obstante, es muy posible que en el futuro Cuba pueda superar a los demás destinos de la región, teniendo entre ellos a muy pocos competidores.
Uno de los oponentes más serios puede ser Quintana Roo (Cancún y Playa del Carmen), en México, que por su tamaño, servicio turístico, experiencia, costumbre histórica, oferta extrahotelera y proximidad a Estados Unidos, es un referente.
República Dominicana, por su parte, ha potenciado con inteligencia los elementos más interesantes para acceder al turismo de Estados Unidos, y ha sido el país que más ha evolucionado en los últimos años, posicionándose no solo como un destino de sol y playa, sino ofreciendo turismo de calidad que se adapte a las necesidades del mercado estadounidense, con la mayor oferta de campos de golf del Caribe, la renovación de su planta hotelera, la creación de nuevas estructuras de comunicaciones por carretera y una excelente gastronomía.
Jamaica también amplió su planta hotelera, sobre todo con grupos hoteleros españoles, llegando casi a duplicar la oferta existente hace diez años.
Lo que nadie duda es que la normalización de las relaciones entre Cuba y Estados Unidos reconfigurará el panorama turístico del Caribe, y este año la Feria Internacional de Turismo de España (FITUR 2015) será testigo de ello.
FITUR tradicionalmente ha sido un escaparate al mundo para el encuentro de los profesionales del turismo, donde los países del Caribe, fundamentalmente los hispanoparlantes, siempre han estado presentes.
En este evento se realizan importantes contrataciones, en las cuales no siempre participan las pequeñas islas caribeñas o las organizaciones de países y hoteles del Caribe (como la CTO y CHTA), muy enfocadas en Estados Unidos, como lo demuestra el hecho de que cada vez que el mercado estadounidense estornuda, ellas agarran una pulmonía.
Es por ello que la reunión de los principales compradores del mundo en FITUR 2015 hace que el encuentro este año sea muy productivo, incluso para la proyección de las pequeñas islas hacia mercados no estadounidenses, algo que será muy importante en un futuro escenario.
Es verdad que la conectividad aérea directa es un hándicap para el turismo no estadounidense, pero también lo es que quien desee llegar a un destino buscará la manera de acceder a él.
Lo que nadie duda es que con la normalización de las relaciones entre Cuba y Estados Unidos, se abre una nueva era para el turismo del Caribe.