Santísima Trinidad el coloso de la Armada Española
Octubre de 1769. Amanecía en La Habana con buen tiempo y mucho era el ajetreo en sus astilleros y calles. No podía ser de otra manera. La noticia que corría de boca en boca entusiasmaba a toda la marinería. No hubo oficial de rango o marino raso que quedara indiferente. Se «botaba» al agua por primera vez una de las joyas más valiosas de la navegación universal: el Santísima Trinidad El Santísima Trinidad entraba para siempre en la historia con sus tres puentes iniciales y sus 112 cañones, aunque luego otras modificaciones sustanciales se encargarían de aumentar estas grandezas artilleras. En toda la Armada Española, con sus 237 navíos de línea botados entre 1687 y 1853, este coloso tuvo pocos rivales. Fueron muchas las batallas en las que este navío tomó parte activa, pero ninguna tan célebre como la de Trafalgar, en 1805, donde dio su último combate antes de ser capturado por los ingleses en muy malas condiciones. Entonces nada pudo salvarlo y aunque sus captores trataron de llevarlo a puerto seguro, se hundió finalmente cerca de las costas de Cádiz. Hoy el Santísima Trinidad vuelve a ser noticia, gracias al empeño del canadiense Ken Woods, quien propusiera en el 2003 aunar los esfuerzos de la ONG Amigos del Santísima Trinidad, la Oficina del Historiador de la Ciudad de la Habana y del Museo Naval de Madrid. Materiales, financiamiento, herramientas, bibliografía especializada, copias digitalizadas de valiosos documentos originales han permitido desde entonces la ejecución de un modelo naval escala 1:25 del Santísima Trinidad, actualmente en construcción por un equipo de técnicos encabezados por el modelista naval cubano, Juan Carlos Zuluaga. Una vez terminado, el barco permitirá observar por uno de sus lados toda la estructura interior y las cotidianeidades de la vida a bordo, gracias al modelista Nelson García Guanche que reprodujo el mobiliario, tonelería, artillería y otras piezas; en tanto las figuras humanas, animales y otras como el armamento ligero de abordo, corresponden al artesano Lázaro García Driggs y la realización de las velas estará a cargo de la artista plástica Duchi Mann. El Santísima Trinidad de La Habana permitirá al visitante interactuar con él mediante una pantalla táctil que le permitirá señalar puntos de su interés y recibir información detallada sobre cualquier zona del barco; gracias al trabajo del ingeniero eléctrico Vladimir Torres..