En diálogo con el embajador de España en Panamá, Jesús Silva Fernández, conocimos de la presencia cada vez mayor de turistas y empresarios de ese país europeo en el istmo.

¿Cuántos turistas españoles pasan cada año por Panamá?

El turismo español en Panamá está creciendo de forma importante, sobre todo con el establecimiento de la ruta directa de Iberia desde octubre de 2010, y el aumento de las frecuencias, que ha llegado a un quinto vuelo en 2012. Las cifras oficiales de la ATP y el gobierno panameño indican que ese mercado se está incrementando a un ritmo anual cercano a 200 %. Creo que han influido las campañas de divulgación, el hecho de que Panamá esté de moda en España, las empresas españolas que están llegando, y de manera determinante el establecimiento de la ruta directa.

¿Qué es lo que más aprecia un turista español cuando visita Panamá?

Salvando algunas distancias, su ciudad capital se convierte cada vez más en el «Miami centroamericano». Es un lugar seguro, donde abundan los centros comerciales y las oportunidades de compras, y eso es algo que los españoles aprecian mucho. Hay, además, buenos restaurantes y hoteles a precios razonables. La industria del entretenimiento es atractiva. Además, Panamá es un país muy bello que se puede recorrer sin problemas, con una infraestructura cada vez mejor, un pueblo acogedor que aprecia al español, y los españoles valoran eso.

¿Qué opina del impacto de las empresas hoteleras españolas en el desarrollo turístico de Panamá?

El turismo es quizás uno de los sectores de la economía panameña con más potencial de crecimiento, y en los últimos años se han abierto nuevos hoteles de cadenas internacionales, algunas de ellas españolas. Aquí están RIU, NH, Tryp, entre otras, con capital propio o mediante franquicias. En el futuro, seguirán posicionándose como líderes del turismo vacacional en la zona del Amplio Caribe.

Quizás en estos momentos el gran reto sea la contratación de mano de obra, y la necesidad de tomarse bien en serio la vocación intensiva y profesional de trabajadores susceptibles de incorporarse a la industria turística, porque se trata de un sector con un gran efecto multiplicador en la economía.

¿Cómo ha influido el cambio de las leyes migratorias para el incremento de la presencia española en este país?

Las compañías españolas ya estaban llegando a Panamá antes de los decretos migratorios porque este país vive un momento económico muy importante y ofrece muy buenas oportunidades, pero veían muchas dificultades para conseguir mano de obra calificada, pues como existe una situación de prácticamente pleno empleo, esta escasea. Además, había restricciones de la legislación laboral panameña que solo permitía un máximo de 10 % de mano de obra extranjera en las empresas, lo cual generaba mayores costes, una rotación excesiva y la falta de trabajadores para acometer todos los proyectos de inversión que esas entidades querían encarar.

Le explicamos esto al gobierno local y ha sido sensible a los argumentos. El nuevo decreto migratorio se aplica a todos los países de la Unión Europea, los de la OECD y algunos latinoamericanos, y establece que los ciudadanos de esas naciones pueden radicarse en Panamá, obtener permisos de trabajo indefinido, y esto no se considera dentro del 10 % porque son residentes permanentes.

¿Cuáles son los proyectos que lleva adelante la embajada de España en Panamá vinculados con el desarrollo?

Mantenemos una oficina de la Agencia Española de Cooperación Internacional en Panamá, y tenemos diversos proyectos de apoyo al gobierno, sobre todo en el tema de la modernización del sistema de justicia, así como en el Ministerio de Trabajo para intentar reformar los esquemas vocacionales y del personal, y también estamos encarando dos muy grandes, por un importe total de casi 15 millones de dólares, para el suministro de agua potable en enclaves rurales y comarcas indígenas. Nos hemos concentrado en áreas del interior del país para que puedan abrirse a nuevas actividades económicas que den más oportunidades de trabajo a la población, así como al turismo, que de hecho es una de las más importantes.

Con respecto a la cultura, ¿cuáles son los proyectos actuales de su embajada?

Este año vamos a tener una presencia importante en el Nuevo Festival de Cine de Panamá, que ya en su segunda edición se va consolidando. Estamos trabajando en la apertura de un nuevo Centro Cultural Español, cuya sede estará en el casco antiguo de la capital. Será un lugar de encuentro para las culturas panameña y española.

El crecimiento de las empresas españolas instaladas en Panamá ¿tiene un rebote favorable en la economía de su país?

Tenemos registradas unas 250 empresas de manera más o menos permanente, con un total de inversión acumulada que supera los 3 000 millones de dólares, y unos 5 500 millones de dólares en contratos directos, licitaciones y acuerdos de otro tipo. En la actualidad, hay más de 15 000 puestos de trabajo que dependen de las compañías de capital español, todo lo cual nos convierte en el principal socio comercial del país centroamericano.

Muchas pequeñas y medianas empresas españolas, ante la crisis, han decidido diversificar sus inversiones, internacionalizarse y tratar de compensar la falta de demanda que hay en España con la apertura de negocios en el extranjero, y ello ha evitado su cierre o fracaso. También se trata de una gran oportunidad para los profesionales españoles, pues han evitado engrosar las filas de los desempleados al tiempo que llevan sus conocimientos a otras naciones. Sin olvidar que una parte de los beneficios económicos se repatría a la nación europea, lo cual genera nuevas posibilidades de inversión.

Ante la necesidad de internacionalizarse, Panamá es una buena puerta de entrada, porque es muy fácil establecerse aquí.