- Las pasiones del lente en Santiago.
VARIAS NARRACIONES CINEMATOGRÁFICAS TIENEN A SANTIAGO DE CUBA COMO ESCENARIO. NO OBSTANTE, PARECIERA QUE ES AÚN UNA CIUDAD ÁVIDA POR CONTARSE EN LA GRAN PANTALLA Y DESDE LA CONSTRUCCIÓN AUDIOVISUAL DE LOS TURISTAS EN LAS REDES SOCIALES
Por la calle Martí, la corneta china arrastra multitudes en una conga. El ritmo en los pies como bálsamo, traiciona también a los extranjeros que se suman. En la Trocha suenan casi 20 victrolas al mismo tiempo. La gente viene y va parloteando en un hormigueo incesante. Esa es la respiración natural de Santiago de Cuba, un día cualquiera.
Santiago no es urbe que se descifre fácil: “una cajita de sorpresas”, dirían los cubanos. Mucha historia corre por las calles, mucha rebeldía y hospitalidad combina su gente, mucha belleza para una sola ciudad. La aureola santiaguera es insustituible, quizás por eso la realizadora Rebeca Chávez no pudo matizar los escenarios de su ópera prima Ciudad en Rojo con ninguna otra villa de Cuba.
La película recrea la etapa insurreccional contra la dictadura de Batista en una jornada cualquiera de finales de los años 50 del pasado siglo, en una Santiago donde los asesinatos y las protestas eran en sí mismos la cotidianidad. El argumento se basa en la novela Bertillón 166 del escritor santiaguero José Soler Puig, texto obligado en casi todas las cátedras de Literatura Cubana.
Si bien el elenco artístico es de primer nivel, la atmósfera de la ciudad parece serlo todo en el filme, sin dudas le imprime fuerza a la narración. Confesaría Rebeca Chávez: “Quería que esa atmósfera estuviera en la película, con clara conciencia de que tenía que hacer conciliar dos procesos artísticos diferentes, uno con todas las ventajas de la palabra y el otro, con las de la imagen”.
Cada uno de los planos revela una ciudad intensa, conmovedora, vehemente, pero por encima de todo declaran una tierra amada. Parece que a Rebeca le preocupó tanto el argumento como qué ciudad verían los espectadores, especialmente sus coterráneos santiagueros en la gran pantalla.
Otras pasiones mueven el lente a Santiago de Cuba. La misteriosa relación de esta tierra con la música, la alegría contagiosa de su gente y los entrañables paisajes de la Sierra Maestra motivan la construcción cinematográfica de películas, documentales, así como de videos clip.
En 2013 se presentaría un documental sobre las tradicionales fiestas de la provincia: Santiago de Cuba en Carnaval. Sus directores, José Manuel García y Eddy Cardoza, no solo encuadraron el testimonio de las principales autoridades culturales y reconocidos historiadores, sino también buscaron directores de congas y sobre todo, a los hombres y mujeres que protagonizan y disfrutan del jolgorio.
En otras narraciones cinematográficas la ciudad de Santiago vuelve a ganarse el protagonismo, aun cuando sus autores no lo contemplen. Es una tierra, quizás todavía tierna como escenario del séptimo arte. La ciudad aguarda todavía muchas historias para ser contadas en la pantalla grande. Diría Rebeca Chávez: “Con sus misterios, que siguen estando ahí, esperando a que alguien vaya y los busque”.
Pero Santiago no aguarda tranquilamente por los profesionales, no puede. Cada vez son más los turistas extranjeros (y nacionales también) que construyen relatos audiovisuales desde sus propias vivencias y visiones de esta urbe. Basta una cámara fotográfica o un simple smartphone para que, voilá, haya un relato construido con la ciudad como telón de fondo.
No es sorpresa entrar a Youtube, probablemente una de las redes sociales de videos más populares de Internet, y encontrar secuencias sobre edificaciones, congas, restaurantes, paisajes, todo desde un lente que, no por amateur, le es imposible comprender la vibra de esta ciudad.