En los años 20 del siglo pasado, la organización que agrupaba en su seno a los empleados gastronómicos era la Unión de Empleados de Café. El cantinero Manuel Blanco Cuétara –que en aquel entonces había sido expulsado de esa organización por desacuerdos– fue el primero que pensó en crear una Asociación Fraternal de Cantineros de la República de Cuba, junto a otros colegas.
El 28 de mayo de 1924, alrededor de diez o doce interesados se reunieron para constituir una colectividad exclusiva de los cantineros con carácter deportivo y social, la cual quedó aprobada. En otra reunión posterior, con una cifra mayor de asistentes, José Cuervo, planteó asumir él mismo los gastos indispensables para adquirir materiales, mobiliario y productos necesarios para la apertura, con el objetivo de no depender de comerciantes e industriales, cuya inversión le sería devuelta poco a poco. 
En dicha reunión se acordó enviar el Reglamento consensuado a las Oficinas del Gobernador de la Ciudad para la aprobación del Club, lo que motivó convocar una nueva reunión el 27 de junio de 1924, fecha en la que se constituyó oficialmente el Club de Cantineros de la República de Cuba.
En el primer Reglamento se planteaba que esta organización sería una cooperativa de recreo y deportes. Sin embargo, sus afiliados estaban muy lejos de pensar que aquella idea inicial se convertiría, con el transcurso de los años, en una entidad obrera y en un verdadero centro de apoyo al cantinero cubano.
A partir de ese momento, el club establece su sede en diferentes direcciones de La Habana, hasta el 31 de  mayo de 1941, fecha en que de manera definitiva se trasladó a su casa propia, de cuatro plantas, situada en Paseo de del Prado  No. 111, con su logo empotrado en el piso de la entrada, que por sus insignia del sol y la esfera del universo, sus triángulos y la frase Fraternidad y Progreso, aunque no existen pruebas firmes, pudiéramos decir que en su creación o en su fundación estuvo presente la institución masónica.
En ese inmueble se celebraron numerosas actividades y festejos por el Día del Cantinero, para el cual fue seleccionado el primer domingo del mes de octubre, aunque finalmente quedó establecido el 7 de octubre. Dentro de las diversas actividades que se realizaban para celebrar este día, surgió la tradición de sembrar un árbol para garantizar, de una forma ecológica, la belleza y permanencia naturales de la ciudad.
El primer Presidente del Club fue José Cuervo, y bajo su iniciativa se organizaron las primeras clases de coctelería para asociados y se creó el primer Manual del Cantinero.
Lucharon por la jornada de ocho horas y por la declaración del cantinero como profesional técnico, lo cual demostraron al instituir clases, conferencias y concursos de coctelería. Además, lucharon contra la patronal y obtuvieron éxitos en los salarios. También fundaron la revista profesional mensual llamada COCTEL, que se editó y publicó por primera vez en septiembre de 1956, y que incluía entre sus interesantes y variados artículos uno especialmente dedicado a la importancia que tenía para el cantinero el aprender a hablar inglés como complemento de su trabajo.
El Club tuvo una vida activa hasta 1960, y las llaves de la casa social, luego de cerradas sus puertas, fueron guardadas por Elio Moya Aguiar, su último Presidente. Nunca fue intervenido por la Revolución y continuó ofreciendo servicio hasta que se desintegró para formar parte de un Sindicato Gastronómico Nacional.  
¿Cómo se retomó nuevamente la organización?
Los cantineros asociados al CCRC, se distribuyeron luego por los diferentes establecimientos en los que trabajaban, otros se retiraron de la vida laboral y otros salieron del país. Tras varios intentos de afiliarse a un grupo afín con su actividad propia, finalmente el 4 de marzo de 1998 se creó el Club de Cantineros de Cuba, como una manera de dar continuidad a la labor realizada con anterioridad; pero al año siguiente se le cambió el nombre por el de Asociación de Cantineros de Cuba (ACC), a solicitud del Ministerio de Justicia.
Esta asociación está inscripta en el Folio 229 del Libro Primero del Registro de Asociaciones Nacionales del Ministerio de Justicia, con Expediente No. 256-00-3807, clasificada como de Interés Social, en virtud de la Resolución No. 2 del 6 de febrero de 1998 de la Directora de Asociaciones, a solicitud del Ministerio del Turismo, su Órgano de Relaciones, de conformidad con lo previsto en la Ley No. 54/85 de la Ley de Asociaciones, la que se encuentra vigente y  pertenece a la Asociación Internacional de Bartenders (IBA) desde el 2002.
Actualmente cuenta con una Dirección Nacional, su Órgano de Relaciones es el MINTUR y su patrocinador principal Havana Club Internacional S.A., el cual paga la cuota anual a la IBA, como Miembro y por este motivo se trabaja por interés de la marca con su producto como base de los cocteles que elaboran los competidores a nivel nacional, pero de igual manera también se trabaja con otros rones y ligantes de otras marcas del país cada vez que se solicita, ya que como bien se plantea  dentro del objeto social de la organización, la ACC contribuye al desarrollo de los productos nacionales y su imagen, tanto nacional como internacionalmente.   
Una vez al año se celebra la Competencia Nacional Fabio Delgado In Memoria, desde la base hasta el nivel máximo, en homenaje a uno de los más grandes profesionales y profesores de nuestro país –desaparecido físicamente en 2003–, el cual hizo muchos aportes para el rescate de la Asociación de Cantineros y al recetario de cocteles cubanos. Los ganadores del 1er y 2do lugar de esta competencia, en ambos estilos, son los cantineros que participan respectivamente todos los años en el Campeonato Mundial y en la Competencia Panamericana convocados por la IBA.
La ACC tiene confeccionada una piramidal de estudios psico-pedagógicos que reúne los objetivos fundamentales a lograr para la actualización de los conocimientos acorde al actual desarrollo internacional, y para hacer de nuestros miembros verdaderos profesionales y excelentes ejemplos a imitar por el resto de los cantineros cubanos.
También existen a nivel nacional competencias específicas de los territorios, que sirven para medir el talento de los miembros, captar nuevos competidores y prepararse para los eventos nacionales. Se cuenta además con un grupo de Profesores Adjuntos a lo largo del país que imparten diversos cursos.  
La ACC cuenta con 22 Órganos de Base a lo largo del país, para un potencial de afiliados de más de 2700 miembros, con una gran representación de mujeres.
El cantinero cubano es una figura internacional muy querida y valorada, sobre todo por sus altos conocimientos teóricos y sus habilidades prácticas, catalogado entre los más técnicos a nivel internacional.
En 2016, en el marco del 65 aniversario de la IBA, el presidente de la Asociación de Cantineros de Cuba, José Rafa Malém, pasó a formar parte de la Sala de la Fama de esta organización, como reconocimiento al trabajo realizado en su cargo, por su carisma, participación y el entusiasmo que lo caracteriza, dentro de las actividades desarrolladas.