Cadena de Frío un mega proyecto panameño
Panamá se está lanzando como pionera en el desarrollo de una cadena de frío con administración estatal en la región. Su objetivo es reducir la enorme merma que se produce no solo en la manipulación de los productos agrícolas, sino también en su transportación y venta.
El proyecto Cadena de Frío nace por una iniciativa del presidente panameño Ricardo Martinelli, cuando el mandatario notó la enorme merma que se producía, no solo en la manipulación de los productos agrícolas, sino también en su transportación y venta.
El Presidente concluyó que una cadena de frío es la solución a esa merma y designó al ingeniero Fernando Duque Soto como el encargado de desarrollar la propuesta. Para ello se creó la Secretaría de la Cadena de Frío y comenzaron a realizarse los estudios para determinar toda la logística que conlleva el desarrollo de este sistema.
Se determina, en primera instancia, que es importante mantener centros de acopio en los lugares donde se centra la producción en Panamá, con el objetivo de darle un primer tratamiento a todos esos productos agrícolas, y se comienza a trabajar con solo una parte de esos productos agrícolas.
En la actualidad hay 24 rubros contemplados para su tratamiento dentro de la cadena de frío. Esos son los más sensibles a la pérdida de humedad y a problemas de manipulación. Entre ellos se encuentran los productos más delicados, oriundos de tierras altas, como la lechuga, el tomate, el brócoli, la habichuela, la zanahoria y la papa.
Se ha logrado determinar que las principales áreas o regiones productoras de Panamá son, en primer lugar, Chiriquí, donde se encuentran las tierras altas de Volcán, Cerro Punta y Dolega, en las cuales se produce 80% de estos productos agrícolas y que en cambio solo posee 12% de población. Y esa producción tan numerosa, o casi toda, viene a dar a la capital, donde se encuentra 80% de los consumidores.
Se analizó también que en la Península de Azuero, las provincias de Herrera y Los Santos, generan también una cantidad importante de productos agrícolas, cerca de 12%, y por ello se requiere un centro de acopio, denominado Centro de Acopio Post Cosechas, el cual se decidió construir en este lugar.
Al final se ha decidido que debe haber cuatro centros de acopios en los lugares estratégicos, que concretamente son Cerro Punta, Volcán, Dolega y Elegido, en la Península de Azuero. Los tres primeros están ubicados en Chiriquí.
Adicionalmente, y a partir de los estudios logísticos que se han llevado a cabo, se ha determinado que el transporte necesita, insoslayablemente, adaptarse a los requerimientos fitosanitarios de la cadena de frío.
Lo que se ha acordado, en aras de no eximir a las personas que llevan a cabo las operaciones de transportación de esos productos agrícolas, es hablar con el Banco Central de Panamá y a través de ellos se están otorgando una serie de préstamos de interés blando, de entre 1 y 2% , que le permite a estos transportistas adaptar los medios con que cuentan en estos momentos a los requerimientos o requisitos de la cadena de frío.
Una vez que el producto recibe tratamiento inicial en los Centros de Manejo Post Cosecha y es transportado, para que todo este trabajo no sea en vano debe existir una ventana, un mercado hacia el consumidor que también respete todo lo establecido en la manipulación de los productos.
Es así que se determina entonces la necesidad de desarrollar una red de mercados minoristas en las ciudades y los poblados más importantes del país.
En estos momentos se está construyendo el Mercado de David, que es el más grande en el interior del país, y que estará culminado aproximadamente para el mes de agosto.
También se trabaja en el mercado de Chorrera, tanto en el mercado de abastos como en el público. Ya se comenzó a construir el mercado de Colón, el de Chitré, cuya licitación se llevó a cabo el 30 de abril; y el más importante, que es el Merca Panamá o la Unidad Alimentaria de Panamá, que está en el Campo de Antenas de Chivo Chivo (se encuentra en la vía hacia el Puente Centenario).
Todo lo antes mencionado se pudo determinar tras el estudio realizado por una empresa española, que es la misma que desarrolló el mercado de Burgos en Madrid.
Lo que se busca es, precisamente, crear mercados de Primer Mundo y ofrecer productos con la mejor manipulación para que tengan mayor vida y se encuentren más frescos cuando lleguen a las manos del consumidor, que no pierdan vida en el proceso de transportación ni de manipulación.
Las bondades que tributa la cadena de frío son interesantes porque, si bien se creó con el objetivo de disminuir la merma de los productos agrícolas (ténganse en cuenta que como promedio, los 24 rubros seleccionados tenían una merma que variaba entre 30 y 60% del total), no es menos cierto que la correcta manipulación de los productos garantiza salud alimentaria directa, pues se establecen una serie de normas fitosanitarias que deben respetarse y que comienzan desde que el vegetal se cosecha hasta que llega a las manos del consumidor. Eso garantiza que no solo al panameño, sino también a los turistas que visitan el país, se les debe una mejor alimentación.
Por otro lado, la cadena de frío impulsa el negocio de grandes y pequeños productores, pues el sistema le garantiza al pequeño productor poder lograr parámetros de calidad que estén en condiciones de competir con los de los mayoristas, y además cuentan con sistemas similares a los instalados en la cadena de frío. Por otra parte, se potencia a los grandes productores para que sus producciones tengan la calidad necesaria para la exportación.
Otra característica de la cadena de frío, como herramienta tributada por el gobierno, es que los productores sean quienes decidan qué destino quieren para sus frutos, si desean que los mismos se almacenen hasta que él determine en la Unidad Alimentaria de Panamá, o salgan directamente con rumbo al puerto para su exportación.
Aun no se ha determinado el costo para los productos por concepto de empleo de la cadena de frío. Se están haciendo una serie de evaluaciones para precisar cuál va a ser el costo, pero se puede adelantar que no va a ser un costo muy alto, sino más bien bajo y que va a estar cubierto prácticamente en su totalidad por la ausencia de merma. En estos momentos tanto el producto como el consumidor están perdiendo porque son ellos los que cubren las mermas.
El control fitosanitario de los productos que pasen por la cadena de frío se va a realizar en cada uno de los puntos, en todo momento; y comenzará en la tierra, pasando por la transportación y el posterior almacenamiento de los mismos.
Respecto a la administración de la cadena de frío, aunque aún no se ha tomado una decisión sobre ello, se está buscando una figura privada que pertenezca al Estado panameño. Estamos hablando de una figura al estilo de Tocumen S.A., que si bien pertenece al Estado, la misma se administra de manera privada. Eso permitiría una buena gestión administrativa sin que medien trabas burocráticas.
Panamá se está lanzando como pionera en el desarrollo de una cadena de frío con administración estatal en la región. Aunque a nivel mundial existen sistemas similares, son de administración privada. En términos de control estatal de una cadena de frío, no hay precedentes, al menos en la región, de un sistema similar.
Precisamente, en aras de garantizar la continuidad de esta iniciativa tan importante para Panamá, a tenor de que la misma proviene de un gobierno que está culminando su mandato y aún se desconoce qué partido se alzará vencedor en los próximos comicios presidenciales, es que se ha determinado que la administración no quede en manos del Estado.
Con la cadena de frío se quiere lograr un beneficio para todo el país y no solo para un productor en particular; un beneficio de salud y económico. Hay que evitar que el sistema se politice.
El sistema de la cadena de frío generará una empleomanía interesante, toda vez que no solamente se están contemplando los mercados, los centros de acopio y el transporte, sino también la aparición de negocios alternos. La intención es potenciar la producción nacional.