II Rally De Autos Históricos A Lo Cubano
El día comenzaba como un típico domingo veraniego en La Habana. Sin embargo, al oeste de la capital cubana un singular evento repleto de colorido se encargaría de hacer lucir todo su esplendor: la cita para el II Rally de Autos Históricos «A lo Cubano», la más importante escudería de su tipo en el país.
El día comenzaba como un típico domingo veraniego en La Habana. Sin embargo, al oeste de la capital cubana un singular evento repleto de colorido se encargaría de hacer lucir todo su esplendor: la cita para el II Rally de Autos Históricos «A lo Cubano», la más importante escudería de su tipo en el país.
Este apasionado proyecto se trazó desde el principio rescatar las tradiciones y valores históricos-culturales a través de los autos antiguos y clásicos. Aprovechando la potencial riqueza existente en Cuba de vehículos longevos, el proyecto invitó a su inscripción a los conductores que considerasen a sus autos en posibilidad de cumplir con requisitos de integridad y originalidad indispensables.
La idea de estos Rallyes data del año 2004 cuando se efectúo el primer evento de este tipo, con la participación masiva de todos los clubes existentes y bajo otras regulaciones.
Resultó una iniciativa en extremo viable y un éxito organizativo, de forma que el próximo año se realizaría propiamente el I Rally de Autos Históricos «A LO CUBANO» con una clara y propia reglamentación, sistema competitivo y evaluativo, y la participación del resto de los clubes existentes, e incluso de hidalgas motos inglesas encargadas de aportar el rugir estremecedor de sus motores.
El rotundo éxito logrado dejó las condiciones listas para la celebración este año del II Rally «A LO CUBANO», en saludo al 26 de Julio, Día de la Liberación en Cuba, y en apertura de la fiesta por el inicio del verano en la Isla.
Las bases fundamentales permanecen inalterables, con la participación del resto de los clubes, las motos, y un entusiasmo y organización que marcan definitivamente la mayoría de edad de estos eventos. Verdadero enamorado de estos autos, su presidente, José Festari, resume el espíritu de este club: «...la pasión por los autos históricos es un virus incurable y una vez que te ha atrapado solo puedes hacer una cosa: vivirla».
En este evento, el principal propósito es la exhibición de las excelentes condiciones de los vehículos, verdaderos protagonistas de esta historia. Por ello las bases establecen recorrer un itinerario establecido, el cual se informa a los participantes casi en el momento de la salida, a velocidades determinadas con metas volantes durante el trayecto.
Los competidores son evaluados por los cumplimientos regulares de los horarios y velocidades previstos, declarándose vencedora a la tripulación que menos puntos promedio pierda.
Cada piloto ó chofer lleva un copiloto, el cual le auxilia a fin de orientarle la ruta a seguir y las velocidades de los tramos y tiempo que deben hacer entre metas volantes. Es un premio no a la velocidad, sino a la verdadera destreza de un conductor para cumplir con un itinerario en tiempo y a las velocidades establecidas.
En el Rally de este año tomaron la largada más de cincuenta autos y diez motos. Justo a las diez de la mañana partió el primer auto en competencia, un Ford de 1927 tripulado por David Orbera, y luego en intervalo de 2 minutos se puso en marcha el resto de la caravana. Finalmente las motos Inglesas partieron siguiendo el mismo principio y dando el singular espíritu de los vehículos de una sola huella al evento. Todo estaba previsto para un tiempo de una hora y veinte minutos.
Las máquinas rodaron por la ciudad luciendo sus mejores galas, con la elegancia y sobriedad de su hidalguía acaparando la atención de los admirados habaneros, que disfrutaron así un espectáculo de excepción.
La llegada a la meta comenzó al filo del medio día. Allí, en medio del potente rugido de algún V8 rebosante de potencia, nos enteramos de las anécdotas que dan sabor a estos eventos: desde el «habanero de toda la vida» que se perdió lastimosamente en un tramo de Diez de Octubre; hasta el copiloto que casi enloqueció a su driver al traer por error los espejuelos para «ver de lejos» y fue incapaz de leer la ruta, equivocándose lastimosamente en cada giro a tomar.
A media tarde, luego del disfrute a plenitud de estas excepcionales máquinas, los jueces se encargarían de dar a conocer a los ganadores de esta edición del Rally de Autos Históricos.
Fueron entregados tres premios a las motos y cinco a los autos, por tener estos muchos más participantes. Pero en verdad la suerte estaba echada desde el principio: ganadores podían considerarse todos los asistentes al II Rally de Autos Históricos en un bello domingo de verano en Cuba. La pasión por el auto de época se vivió con intensidad, sin límites, «A LO CUBANO».
PODIO DE GANADORES Motos 1. MOTO 65, OSMIN GATO, TRIUMPH 1956 2. MOTO 69, MANUEL SOTO, MATCHESS 1957 3. MOTO 64, BRANMAH MAQUEIRA, TRIUMPH 1955
Autos 1. AUTO 36, JOSÉ A. MUIÑOS, DODGE 1957 2. AUTO 22, ANTONIO BARÓ, CHEVROLET 1953 3. AUTO 51, JOSÉ CORTADA, VW 1965 4. AUTO 35, SABINO PILOTO, FORD 1957 5. AUTO 40, ROGELIO PASCUAL, MG 1958118