Esta es la suerte que le ha tocado en vida a Pavel Pie Lamelas, actual propietario del vehículo que admiramos en estas páginas. Luego de un feliz matrimonio, en el cual la pasión por su esposa aún supera la que siente por este auto, encontró que su nueva familia tenía un miembro mimado por todos y al cual se dedicaban infinitas atenciones. Adquirido por el mayor de tres hermanos, fue pasando de uno a otro y finalmente el menor de todos, suegro de Pavel, quien lo puso en sus manos cuando la vida hizo evidente que el obstinado auto Mercedes le sobreviviría.

Desde hace unos ocho años Pavel se ha encargado de hacer rodar al venerado automóvil. Amante desde pequeño del automovilismo, comenzó a redondear la idea de mejorar las condiciones del vehículo, sobre todo al percatarse de que en realidad este mantenía un buen estado general. Hace unos cuatro años Pavel comenzó la restauración de la carrocería, dañada sobre todo en las bóvedas delanteras alrededor de las luces de carretera, las cuales por su diseño resultan un verdadero nido para la humedad y el fango.

Retocó algo las puntas de las puertas y eso fue casi todo. En realidad, Pavel fue muy afortunado. Al pertenecer toda una vida este auto a una misma familia fue cuidado con esmero. La vida, por su lado, hizo lo suyo y lo mantuvo lejos de accidentes que hubieran dañado la buena línea que mantienen solo aquellos ejemplares de pocos dueños y vida sosegada: ese es exactamente el caso de este Mercedes 180 D Pontón.

Una vez concluidos los trabajos exteriores, Pavel comenzó con el interior. Allí contó con la ayuda inapreciable de un tapicero que no solo conocía su trabajo, sino además conocía el vehículo desde sus años mozos y realizó una tarea excepcional. Así, este auto escapa a una tendencia bien peligrosa entre los dueños de autos de época en Cuba: cambiar los diseños y colores de vestiduras e instrumentos.

Mucho más reciente fue la reparación del motor, el cual fue pacientemente mejorado con piezas que fue logrando recolectar de otros dueños con menos suerte que él, sobre todo -refiere Pavel- haber encontrado muchas de ellas en el interior del país, en zonas rurales, encontrando esto aquí, lo otro allá, y un buen amigo que le obsequió las válvulas, traídas desde España. Solo se ha permitido sustituir el generador de corriente a dinamo por un alternador, pues la vida moderna ha impuesto mayores consumos eléctricos en las luces, audio y similares. El original es guardado con cuidado para momentos especiales.

Hoy el automóvil se encuentra en excelente estado y pertenece a la Escudería de Autos Antiguos y Clásicos “A lo Cubano” de la Ciudad de la Habana. Junto al resto de los autos de esa escudería participa en exhibiciones y competencias de forma regular, pero la admiración que encuentra en las calles a su paso diario por las calles de La Habana, junto a muchos ejemplares de autos de época, resulta el mayor placer de su dueño, Pavel Lamelas.

Breve historia del primer Clase E

Lo que hoy conocemos como la berlina de referencia del mercado la Clase E de Mercedes Benz- nació justo con este modelo.

En él coinciden varios aspectos relevantes en la historia de la marca de la estrella: fue el primer modelo completamente nuevo de la post-guerra, la primera carrocería auto portante y la primera en recibir la mítica letra E. En verdad, las denominaciones por categorías de vehículos comienzan en Mercedes mucho después, en 1993, cuando la producción alcanza niveles muy elevados y se hace necesario una diferencia entre ellas, surgen así definitivamente la Clase E; Clase C; Clase S y demás.

Sin embargo, fue la generación de este 180 D que hoy mostramos en nuestras páginas, la primera en emplear la letra E, como inicial de “Einspritz”, en todas las berlinas de la marca cuando eran alimentadas por inyección, en la cual Mercedes era pionera. En las grandes berlinas se añadía la letra S, origen posterior de la Clase S. Los “Kleiner Ponton”, ó W121, salieron al mercado en 1953 y marcaron uno de los puntos de inflexión más importantes en la historia de la marca, desde entonces varias generaciones han retomado el estandarte de la marca y fijado las cotas de cómo debe ser una berlina.