Bomba de inyección
Central hidráulica
Devanadora de torón
Gato de tensado
Lechada o mortero
Placa activa (anclajes) y cuñas

Se denomina hormigón postensado al que se somete, después del vertido y fraguado, a esfuerzos de compresión por medio de armaduras activas (cables de acero o torón) montadas dentro de vainas o ductos cuyos empalmes hay que proteger con cinta para sellado con el fin de evitar pérdidas de lechada. A diferencia del hormigón pretensado, en el que las armaduras se tensan antes del hormigonado, en el postensado las armaduras se tensan una vez que el hormigón ha adquirido su resistencia característica.

Al igual que en el hormigón pretensado, la ventaja del postensado consiste en comprimir el hormigón antes de su puesta en servicio, de modo que las tracciones que aparecen al flectar la pieza se traducen en una pérdida de la compresión previa, evitando en mayor o menor medida que el hormigón trabaje a tracción, esfuerzo para el que no es un material adecuado. Descripción del sistema A diferencia del hormigón armado ordinario, las armaduras no están directamente en contacto con el hormigón en el momento del hormigonado, ya que de lo contrario le transmitirían la tensión de tracción por adherencia entre la armadura y el hormigón. Es por ello que las armaduras se colocan dentro de vainas de metal. Estas vainas se posicionan dentro del encofrado formando una línea curva definida en la fase de diseño, en función de la forma de la pieza y de las cargas a las que estará sometida. Una vez que se les ha aplicado la tensión de trabajo a las armaduras (utilizando el gato y la bomba de tensado), se anclan a la estructura mediante piezas especiales en sus dos extremos (cuñas y anclajes). El último paso consiste en rellenar, apoyado por una bomba de inyección, el interior de las vainas con mortero de alta resistencia a presión, de manera que la armadura queda adherida al hormigón formando una sección monolítica. A su vez, el mortero asegura la protección del acero frente a la corrosión.