Ningun otro sitio permite conocer mejor a La Habana y su gente, el presente y el pasado de una ciudad proxima a cumplir 500 anos de fascinantes historias, que esa ancha avenida tendida a lo largo del litoral, protegida por el rustico muro de concreto que desafia las olas y sirve de sitio de reposo para los paseantes.
A lo largo de sus 8 km, de dia y de noche, desde el amanecer humedo salpicado de salitre al abrazante mediodia; en las espectaculares puestas del sol, rojo como bola de fuego, acostado sobre brumas violaceas y la blanca espuma del horizonte; a cualquier hora, vecinos de las cercanias y peregrinos de todo el mundo acuden al Malecon para pasear al ritmo de la ciudad y retener en una imagen un recuerdo imborrable.
Segun historiadores, a principios del siglo XIX el calor veraniego en la prospera urbe amurallada, que ya tenia mas habitantes que Boston, New York o Filadelfia, determino a sus residentes a buscar alivio en el litoral situado al oeste de la ciudad.
Hubo que esperar hasta el 6 de mayo de 1901, cuando comenzaron las obras del Malecon, dirigidas por los ingenieros Mr. Mead y su ayudante Mr. Whitney, durante el Gobierno Interventor de Estados Unidos, dirigido por el General Leonardo Wood. El 20 de mayo de 1902, al cesar la ocupacion solo se habian construido unos 500 metros.
La segunda seccion, mucho mas complicada, se inicio en 1902 y completo en 1921. Al final de este tramo se incluyo el Monumento a las Victimas del USS Maine. La construccion del Malecon se prolongo hasta 1958, cuando fue conectado a la entrada del tunel que desemboca en la Quinta Avenida de Miramar.  A lo largo de mas de tres decadas la obra fue objeto de turbios manejos por los gobiernos de turno, que la utilizaron con fines electorales.
La avenida, cuyo nombre oficial es Antonio Maceo, se conecto tambien desde el Castillo de la Punta con la Avenida del Puerto. Por esa ruta se llega a la carretera de Guanabacoa, que circula hasta la Via Blanca y va directo a la Ciudad de Matanzas.
Desde el area del Castillo de la Punta tambien se puede entrar por el Malecon en el Tunel de La Habana, que sale al otro lado de la bahia a la carretera Monumental, que da acceso a las playas del este capitalino y sigue hasta Matanzas, para facilitar el arribo al famoso balneario de Varadero.
La indispensable ruta capitalina es la via de escape por excelencia de los habaneros para desconectar, disfrutar en la libertad que infunde el paisaje marino de alegres dias y noches de paz, amistad y amor.

MALECON: HAVANA’S MOST FAMOUS HIGHWAY

No other place gives visitors a better opportunity to get in touch in Havana and its people, the present and past of a city that is about to celebrate its 500th anniversary with fascinating stories, than that wide avenue along the coastline, protected by the rustic concrete wall that challenges waves and provides walkers a place to rest.
Throughout its 8 km, day and night, from the humid dawn with salt residues to the burning noon; during spectacular sunsets, red as a fireball on the horizon’s purplish mist and white foam; at any time, people from the vicinity and pilgrims from around the world go to Malecon (Seafront) to walk at the rhythm of the city and take snapshots of lasting memories. The capital’s indispensable route is the escape way for people in Havana to relax and enjoy the freedom expressed by the sea scenery of happy days and nights of peace, friendship and love.