A una década de ser presentado el Ferrari California de la casa de Maranello que luego evolucionó con la versión T, ahora los del Cavallino dan a conocer el modelo que lo reemplaza. El Portofino es un Coupé Cabriolet que mide 4,59 m de largo con capacidad para cuatro personas; sin embargo, las plazas traseras tienen muy poco espacio, algo común en modelos como este.


En el Ferrari Portofino convergen los gustos de los que prefieren un auto deportivo de techo duro y los que abogan por un descapotable. Es un todo en uno firmado por la casa italiana que ya nos tiene acostumbrados a presentar estas joyas rodantes.


El motor, con configuración V8, está sobrealimentado por dos turbocompresores de doble entrada, los que aumentan la potencia a 600 CV. Este propulsor es el mismo que impulsa al California T, con desplazamiento de 3.9 L. Sin embargo, ahora entrega 40 CV más debido a los cambios realizados en pistones y bielas, así como los nuevos diseños del sistema de admisión y escape. Además, fue reprogramado el software de gestión del motor.


A la evolución del motor sumamos los cambios en el chasis, completamente nuevo y más ligero que su predecesor. La unidad de potencia está conectada a una caja de cambios automática de doble embrague y siete velocidades. Datos preliminares entregados por el fabricante aseguran que el Portofino acelera de 0 a 100 km/h en 3.5 s y alcanza una velocidad máxima de 320 km/h. En cuanto al consumo, promedia un gasto de 10.5 L/100 km, un dato sorprendentemente bajo si tenemos en cuenta cilindrada, potencia y prestaciones.

 
También presenta novedades tecnológicas que superan al California T como la dirección asistida eléctricamente, antes hidráulica, algo que mejora considerablemente el sistema con una desmultiplicación 7 % menor. A eso se suma un diferencial electrónico de nueva generación que mejora la entrega de potencia a las ruedas traseras.


Reúne en el habitáculo otros elementos modernos como el sistema multimedia, el cual se opera a través de una pantalla táctil de 10.2 pulgadas y un nuevo volante multifunción. Las butacas delanteras ofrecen más espacio a los ocupantes de la fila zaguera y se regula eléctricamente con una memoria de dieciocho posiciones. En el exterior resaltan los diseños de las luminarias con tecnología LED y una entrada de aire que dirige el flujo hacia los flancos del auto para reducir la resistencia aerodinámica.


Para personalizar más la nueva creación de Ferrari, los de Maranello crearon una nueva tonalidad roja que denominaron Rojo Portofino. El nombre del coche viene dado haciendo alusión a la localidad italiana ubicada en la parte noroccidental de la península.