“La Reina de África” o “la motocicleta del París-Dakar” son algunos de los apelativos con que fue bautizada la Yamaha XT 500, una insólita moto que marcó el inicio de un nuevo modelo off-road: Trail. Apareció en 1976 e inmediatamente captó el interés de los motociclistas por su versatilidad. 

Corrían los años 70 y se imponían las motos pluricilíndricas 4T de carretera y las off-road 2T. El nicho de mercado para motoristas que hacían travesías por el desierto, llamó la atención de los fabricantes japoneses. Yamaha se adelantó a Honda y en 1975, salió la TT 500, la cual resultó ser la mamá de nuestra protagonista de hoy.

La TT duró poco en producción porque en 1976 se presentó la XT. Era una motocicleta novedosa, la primera Trail. Su diseño no era de carretera ni de scrambler, pero tenía toques de ambas. El motor, un gran mono-cilindro de 4T con un sistema de escape formado por un tubo que iba por debajo de la máquina terminado en voluminosa petaca, de la cual salía otro silenciador cilíndrico.

En la carrocería, de colores rojo y blanco, destacaba la altura del motor, las grandes llantas (21 y 18), el grueso asiento y cómodo manubrio para una conducción fácil y confortable en cualquier terreno. Venía con unas placas laterales como porta números y la palabra “Enduro XT”. Ese mismo año (1976), comenzó su producción, que se mantuvo hasta finales de los 80. Solo en Europa se vendieron más de 60 000 unidades. Su evolución fue constante, lo que le dio permanencia en el mercado.

Cuentan que el francés Thierry Sabine inventó el París-Dakar montado en una Yamaha XT 500. Resulta de Sabine corría en el Rally Abidjan-Nice (1977) por el desierto de Libia, precisamente sobre una XT 500, el día que se perdió. Cuando Sabine bajó la bandera de salida del primer París-Dakar, el 26 de diciembre de 1978, en la plaza Trocadero, la mayoría de las motos eran Yamaha XT 500. Todas llevaban gigantescos tanques de combustible para las travesías.

Días después, Cyril Neveu entró victorioso en Dakar (por supuesto, sobre una Yamaha XT 500, aunque había otras motos como la Honda XL) y las XT fueron, por excelencia, las motocicletas del Dakar. A la playa de Dakar arribaron trece XT 500, una carrera en la cual se estimaba que solo llegar al final, ya era un triunfo.

DATOS TÉCNICOS

Motor: 4T, 499 cc, refrigerado por aire
Potencia: 32 CV @ 6 500 rpm
Compresión: 9:1
Encendido: volante-magneto con ruptor
Alimentación: carburador Mikuni 34 mm
Embrague: multidisco en aceite
Caja: 5 velocidades
Transmisión: primaria, por engranajes, secundaria por cadena
Carrocería: chasis tubular de acero, tipo cuna
Suspensión: telescópica (195 mm) delante, doble amortiguador hidráulico  (160 mm) detrás.
Frenos: tambor (160 mm) delante, tambor (130 mm) detrás.
Neumáticos: 300 x 21 delante, 400 x 18 detrás

YAMAHA XT 500

“The Queen of Africa” or “the Paris-Dakar motorcycle” are some of the names used to baptize the Yamaha XT 500, an amazing bike that marked the beginning of a new off-road model: Trail. It was launched in 1976 and immediately attracted motorcyclists because of its versatility. 

4T multi-cylindrical racing motorcycles and 2T off-road models were taking center stage back in the 1970s. The eye of Japanese makers was caught by the market niche of motorcyclists that used to go through the desert. Yamaha moved before Honda and the TT 500 was put out to the market in 1975. It turned out to be the mother of our present star. The TT was produced through 1976, when the XT came out. It was an innovative motorcycle, the first Trail. It did not have a road or scrambler design, but there were elements of both styles. It carried a great 4T mono-cylinder engine.