Con cada detalle en su lugar, un funcionamiento perfecto, este Mercedes Benz 220 SE rueda al nivel de cualquier auto de nuestros días. Fuimos testigos de ello. Conozca todos los detalles de nuestras impresiones a bordo del espectacular coche, una de las máquinas más espectaculares que hayamos tenido la suerte de reseñar.

Propiedad de Lair Leite, un empresario con más de veinticinco años en Cuba, el hidalgo vehículo se encuentra en estado de gracia, con un nivel de originalidad extraordinario. Su propietario se aficionó en Cuba a los autos de época. Buscó con paciencia uno de sus modelos preferidos. Así, encontró un auto exclusivo y dedicando tiempo y recursos –por supuesto– lo ha convertido en una joya.

A Leite nunca le atrajeron los “almendrones” americanos, por sus formas toscas e intrascendentes. El reto era poseer un auto más singular, pues en Cuba también existen magníficos ejemplares de otras nacionalidades. Así, logró encontrar este Mercedes Benz, nada menos que el ancestro –en línea directa– de la mítica Clase S.

El Mercedes Benz 220SE se produjo desde julio de 1958 hasta noviembre de 1960. Es el comienzo de la actual Clase S, tal cual la conocemos. Fueron equipados con un motor seis cilindros en línea, 2.2 L, una potencia de 84 CV y 157 Nm de par motor. Tenía tapa de aluminio, árbol de levas a la cabeza e inyección de combustible, mecánica, de Bosch.

Su carrocería era monocasco y contaba con una suspensión totalmente independiente. Su tracción es trasera y cambio manual de 4 velocidades, con embrague automático. Esta configuración le permitía alcanzar 150 km/h de velocidad máxima. Tuvo versiones sedán, cabriolet y coupé. Se produjeron un total de 3 916 unidades, de ellas 1 974 fueron sedan, nuestro protagonista de hoy.


Con tiempo encontró los agregados que fue necesario remplazar. Encargó la reparación cuidadosa de cada detalle de la carrocería, para lograr absoluta originalidad. No hay una modificación: estribos, guardabarros, puertas, columnas, todo se cuidó para que correspondiera con la imagen original. Cada insignia y placa están en el lugar exacto.

Se reparó cada sistema, desde frenos hasta electricidad, y se dejaron perfectos. El funcionamiento de esta máquina es sobrecogedor. Su conducción se disfruta de una forma total, mientras se asimilan los detalles del interior, impecables. No percibimos ruidos ni vibraciones, el “seis” en línea es una de las mejores maquinas jamás concebidas y la calidad de su funcionamiento, alemana. Perdón, quise decir perfecta. Del resto se encarga la suspensión independiente y el ajuste logrado en esta magnífica restauración. La única concesión es el equipo de audio, de un plástico negro que desluce en el tablero intachable del Mercedes.

Mercedes-Benz 220 SE: Five Stars to the Star
With every detail in its place, perfect working order, this Mercedes Benz 220 SE meets the level of any car these days. We saw it with our own eyes. Learn more details about this spectacular car, one of the greatest machines we have ever reviewed.

Owned by Lair Leite, a businessman that has lived in Cuba for over twenty five years, the amazing vehicle is at its prime, with an extraordinary level of originality. Its owner became an enthusiast of vintage cars in Cuba. He patiently looked for one of his favorite models. That was how he found an exclusive car and, by devoting time and resources, he turned it into a gem. Leite was never attracted by those U.S. “almendrones”, because of their rough and trivial shapes. The challenge was to own a peculiar car, since there are magnificent models from other countries in Cuba. That is how he found this Mercedes Benz, the direct ancestor of mythical S Class.