El nuevo neumático de Michelin acaba de un plumazo con el dilema entre neumáticos de verano e invierno, es capaz de igualar la respuesta de ambos y, por lo tanto, sustituirlos. Gracias al nuevo compuesto químico de la goma del CrossClimate, este tipo de neumático obtiene distancias similares de frenadas tanto en seco como en mojado con clasificación (A). Además,  se homologa como apto para uso como neumático de invierno, incluso en los países donde es obligatorio el uso de este tipo de ruedas durante gran parte del año.

La causa de que este neumático (con un diseño estructural similar al de los M+S con laminillas autoblocantes para lograr agarre sobre hielo y nieve) no se degrade cuando se usa en verano es el material que compone su banda de rodadura, la que disipa de manera más eficaz el calor provocado por la fricción con el asfalto a temperaturas altas durante el verano. De este modo, la goma no se reblandece y mantiene sus propiedades de forma más homogénea.

Por otra parte, el diseño de su banda de rodadura con una V –muy marcada– permite evacuar tanto el agua como el aire atrapado bajo el neumático al pisar el asfalto, logrando un agarre máximo tanto en seco como en mojado. 

El desarrollo del nuevo Michelin CrossClimate es fruto de más de 5 000 000 de kilómetros de ensayos en todo tipo de condiciones. Gracias a ello, el nuevo neumático de Michelin promete acabar de una vez y por todas con la disyuntiva de elegir entre dos juegos de ruedas (verano e invierno), solo con uno se obtendrán las mejores garantías en cada circunstancia, independientemente del clima.