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La archiconocida marca nipona presenta este 2015 la Ninja más futurista y radical de su historia, la H2R, una supermoto de diseño ultramoderno que ha impactado favorablemente en todos los salones. Su producción es limitada y ha sido construida pensando en los que desean poseer una moto de calle capaz de vencer a una Superbike.

El chasis es del tipo multitubular construido en acero de alta resistencia con placa de sujeción para el basculante monobrazo de aluminio. Las suspensiones ofrecen un amplio margen de ajustes; las barras delanteras son de 43 mm y tiene detrás un nuevo sistema de suspensión Uni-Trak con carga de gas. Llantas de 5 brazos formando una estrella en aleación de aluminio; al frente grandes discos dobles semiflotantes de 330 mm y 4 pistones, detrás uno simple de 250 mm y dos pistones garantizan la frenada. El conjunto tiene una distancia entre ejes de 1 450 mm y el asiento personal 830 mm de altura. El cuadrante de instrumentos es sumamente sencillo, pero ofrece toda la información necesaria.

Manillares y reposapiés ajustables, todas las luminarias tipo led, un precioso carenado bien aerodinámico en una gama de colores en tonos metálicos llaman poderosamente la atención, más aún cuando nos enteramos de que su potente motor tetracilíndrico de 998 cc desarrolla nada menos que 310 CV a las 14 000 rpm; se trata de la planta de fuerza de la ZX10R, pero con modificaciones en cámaras de combustión, electrónica, alimentación y sistema de escape. Su velocidad máxima no ha sido anunciada, pero pensamos que debe rondar los 300 km/h. El peso del conjunto es de 216 kg, todo en una exclusiva supermoto de 50 000 euros.