Henry-Théodore Pigozzi, nacido en Turín en 1898, fue el fundador de la marca de automóviles SIMCA. Italiano de nacimiento, se trasladó a Francia siendo aún muy joven; era un hombre valiente y tenaz, fuerte físicamente, que trabajó duro en la recogida de chatarra (viejas carrocerías de autos en desuso) para enviarlas a su natal Turín, donde estaba la fábrica de autos FIAT.

Poco a poco Pigozzi fue convirtiéndose en un importante proveedor de material de hierro de la fundación de automóviles FIAT y tras dos años de trabajo intenso, se convierte en agente general de la marca italiana para la venta de automóviles en el mercado francés. Pronto, en un pequeño taller, en Suresnes, saca licencia en 1928 y comienza a armar autos FIAT con piezas importadas.

A finales de 1934, Pigozzi (el antiguo recogedor de chatarra) desarrolla su negocio con un nuevo taller en Donet-Zédel. A pesar de que la industria automotriz francesa no se hallaba en un buen momento, Pigozzi se amplía con una idea: fundar una nueva marca de automóviles franceses, algo diferente: autos de pequeña cilindrada, de carácter utilitario y precio reducido, con lo cual tuvo éxito.

Empezó con el FIAT 508 (Balilla) que se aproximaba a sus propósitos, pero tenía en mente un nuevo modelo: FIAT 500 (Topolino), más utilitario y de precio más reducido. En 1935 la fábrica de Nanterre comenzó igual que antes con el FIAT Balilla, pero ya se vendió como FIAT-France, sin embargo, el objetivo de la nueva fábrica no era ese, sino fundar una nueva sociedad (SIMCA), que se logró en 1936.

En abril de ese año (1936) apareció el primer SIMCA-FIAT, que era en realidad una copia del FIAT 500 Topolino, pero construido totalmente en Francia. Este primer SIMCA tenía un motor de cuatro cilindros en línea, 569 cc, distribución por válvulas laterales, una potencia de 13 CV y una velocidad máxima de 85 km/h. Su precio era muy competitivo: 9 900 francos.

En 1937 salió un modelo mayor basado en el FIAT 508 C/1100, el cual se vendió con el nombre de SIMCA, simplemente. Luego fueron rebautizados como SIMCA 8 a este y SIMCA 5 al Topolino. El primero era un auto de cuatro cilindros en línea con 1.1 L, una potencia de 32 CV y una velocidad máxima de 110 km/h. En 1938, el auto más popular era el SIMCA 5 con 14 194 unidades fabricadas y vendidas.

La II Guerra Mundial redujo notablemente la producción de SIMCA a partir de 1940, aunque no cesó completamente durante todo el período bélico. A finales de 1939, la firma SIMCA gozaba de excelente situación financiera y ya había fabricado y vendido más de 70 000 automóviles, gracias a los buenos oficios de Pigozzi, develado como un gran empresario triunfador.

Finalizada la Guerra, la fábrica de Nanterre volvió a su funcionamiento normal en 1946 y ese año consiguió hacer casi 8 000 autos. Se trató de los dos modelos de antes de la Guerra, pero ya Pigozzi estaba madurando un nuevo modelo, esta vez sin ayuda de FIAT. Sin embargo, continuó colaborando con FIAT y en 1949 apareció la versión francesa del Topolino C. Mientras, la producción del SIMCA 8 iba en aumento y para 1950 ya había 26 258 unidades fabricadas.

A estas alturas, el automóvil que Pigozzi había pensado ya estaba a punto. Era un modelo totalmente francés, con el que SIMCA alcanzaría finalmente su autonomía de proyecto. El novedoso SIMCA salió en la primavera de 1951, tenía cuatro cilindros, 1.2 L, carrocería auto-portante de cuatro puertas y una línea moderna y agradable. Con una potencia de 45 CV alcanzaba 130 km/h. Se llamó Aronde, forma poética de hirondelle, es decir: golondrina. El éxito del nuevo modelo fue inmediato y, en poco tiempo, su producción alcanzó 100 000 unidades al año (en 1955 se hicieron 115 646). Además de rápido, brillante y cómodo, el Aronde era extraordinariamente resistente y eficaz.

En 1953, un SIMCA Aronde de serie, escogido al azar, se mantuvo corriendo en la pista de Montlhéry durante 40 días y 40 noches consecutivas, recorriendo 100 000 km a un promedio superior a los 100 km/h. Los éxitos del Aronde motivaron el abandono de la fabricación de los antiguos modelos y ya en 1952 solo se fabricaba este. Pigozzi adquirió nuevas instalaciones, incluyendo Ford France (Poissey) en 1954. En 1956 los éxitos del Aronde lo llevaron a agrandar su motor a 1.3 L, con 48 CV y se presentó en versión deportiva (Coupé y Cabriolet) con 57 CV: el Montlhéry. Para 1961 el Aronde introdujo nuevas modificaciones, especialmente un nuevo cigüeñal con cuatro puntos de apoyo. El modelo Aronde fue el éxito más sonado de SIMCA y se fabricó hasta 1964, cuando llegó a 1 425 329 unidades.

La gama SIMCA se fue renovando y en 1961 salió el modelo 1000, un auto de cuatro puertas de línea compacta y encuadrada, con motor trasero de cuatro cilindros y 944 cc, económico, agradable y discretamente espacioso. También fue un éxito y para 1962 ya se habían vendido más de 160 000 unidades. A este modelo siguieron el 1300 y luego el 1500, ambos de clase media que fueron sustituyendo al viejo Aronde. Desde 1958, Chrysler se interesó por SIMCA y compró el 15 % de las acciones, en 1963 compró el 64 % y en 1970 compró el resto; SIMCA pasó a ser Chrysler France. Henry T. Pigozzi murió en 1964, cuando ya Chrysler era el mayor accionista de SIMCA, toda su vida la dedicó al progreso de la industria automotriz francesa y logró una de sus importantes marcas, murió feliz.

En 1970 Chrysler compró también Matra, otra marca francesa que estaba unida a SIMCA y en los campeonatos del mundo que ganó (1973 y 1974)  corrió como Matra-SIMCA. En 1978, Chrysler vende a Peugeot sus fábricas: SIMCA, Rootes y Barreiros (España). En 1986 ya solo se fabrican Peugeot y en 1987 desaparece finalmente SIMCA. Cumplía entonces 51 años de fundada.