Studebaker
Durante 64 años, la marca Studebaker estuvo fabricando automóviles. El primero en llegar fue Peter Studebaker, procedente de Holanda, en 1736. Como otras familias, no empezaron la construcción de autos sin experiencia, comenzaron con la fabricación de carruajes allá por el año 1852. El primer automóvil lo construyen los Studebaker en 1902 y la marca estuvo en el mercado hasta 1966, con altas y bajas.
La familia Studebaker, cuyo nombre original era “Staudenbeckers” (luego americanizado) trabajó en la esfera del transporte y poco a poco fue fraguando su prestigio como marca de calidad; así el apellido Studebaker se hizo famoso por sus carruajes. Dos bisnietos de Peter Studebaker, Henry y Clem, fundaron en 1852 un taller para la construcción de coches y carruajes de caballos, en la ciudad de South Bend, Indiana. En el mes de marzo de ese propio año, salían las primeras unidades. El negocio prosperó y sumó a otro hermano: John, con lo cual ampliaron la empresa para dar respuesta a todos los pedidos del Ejército de la Unión. Durante la guerra civil los Studebaker fueron abasto de vehículos de las huestes del Norte. La empresa creció y a fines del siglo XIX ya producía alrededor de 75 000 carros por año. En el siglo XIX, Studebaker comenzó a ligarse con el mundo del automóvil. Los fabricantes de los primeros automóviles le encargaban los chasis de sus autos, que en los inicios eran de madera. Al crecer los pedidos de chasis, el joven Frederick Fish, yerno de John Studebaker y asesor legal de la empresa, propuso fabricar automóviles. Y en 1902 se hicieron los primeros autos. Los primitivos Studebaker fueron eléctricos y de ellos apenas se construyeron una veintena. Más adelante (1904), en colaboración con la empresa Garford, salieron con motor de combustión. Al inicio mono-cilíndricos, mas al año siguiente ya tenían 4 cilindros. Eran tiempos difíciles para la industria automotriz, los autos se iban armando uno a uno (no existía aún la producción en serie), por tanto, muchos de los fabricantes de esa época abandonaron, debido al alto costo de los automóviles. Los Studebaker, en South Bend, miraron hacia EMF de Detroit, una sociedad formada ese año que comprendía además a las constructoras Northem y Wayne, y fueron su representante de Indiana. En febrero de 1910, la Studebaker Corporation absorbió a EMF. Entonces Fred Fish fue designado presidente, la oficina de proyectos se quedó en Detroit, pero bajo la dirección de South Bend, y comenzaron a diseñar los nuevos modelos Studebaker. En 1914 vieron la luz los modelos Six y Four (de 6 y 4 cilindros), ambos con los cilindros de 89 x 127 mm y un cubicaje de 3,150 y 4,735 cc, respectivamente. El modelo más pequeño (Four) tenía una distancia entre ejes de 2.74 m y costaba 1 050 USD, mientras el modelo mayor (Six) tenía 3.07 m entre ejes y valía 1 575 USD. Estos autos disponían de motores mono-bloques y ya traían guardafangos delanteros de acero estampado. Seguros y fuertes, la empresa estableció récord de producción en 1916: 65 885 unidades. En 1918 la Studebaker diseña una nueva gama de modelos. La empresa está dirigida por dos hombres brillantes: Fred M. Zeder, como ingeniero jefe y Albert R. Erskine en el cargo de presidente. En 1920 es sustituido el modelo Four por el Light Six: motor de 6 cilindros y 3 400 cc. Y esa serie fue completada con el Special Six, de 4 735 cc y el Big Six de 5 800 cc. Las cifras en la industria automotriz norteamericana no sumaban, se multiplicaban. La marca Studebaker, que alcanzó una producción 134 664 unidades (1926) incluyendo autos y camiones, solo logró un octavo lugar entre los fabricantes de automóviles, mientras que en 1912 marchaba en tercer puesto. Ese año Studebaker adquiere la Pierce Arrow, de Búfalo. Pero en 1932 cayeron las ventas y en 1933 la Studebaker se declara en quiebra. Sin embargo, se decide salvar la empresa a toda costa: se vende Pierce Arrow, suspende la producción del Presidente Eight, se introduce una nueva serie de 6 cilindros con un motor Rockne y, con todas estas medidas, la Studebaker vuelve a reflota en 1935. Se ha salvado la marca. Con el reflote de Studebaker nació el Champion en 1939, un 6 cilindros con 2,690,cc que se vendía a 700 USD e introdujo la marca en un nuevo nicho de mercado: el de los autos pequeños y económicos. El éxito fue inmediato y de South Bend salían “como chorizos” los Champion, al punto de superar las 100 000 unidades por año en 1939 y 1940. La guerra paró en seco este tipo de producción. Studebaker fabricó equipo bélico, en especial vehículos utilitarios. Los camiones, los cuales se mantuvieron en producción desde 1930 hasta 1963, son el fuerte. El suministro a las Fuerzas Armadas le proporcionó importantes contratos que generaron capital para la conversión industrial de vuelta a la vida civil. El primer Studebaker de post-guerra fue el modelo 1947, algo sensacional, con guardafangos delanteros incorporados a la carrocería, combinados con una calandria baja horizontal. Y el coupé Starlight con luneta trasera envolvente y panorámica. En 1949 las ventas de Studebaker alcanzaron 199 460 unidades y al año siguiente (1950) la cifra ascendió a 268 226 unidades, las mayores en la historia de la marca. En 1951 salió el motor V-8 y en 1953 una nueva carrocería. Sin embargo, en 1954 las ventas cayeron y Studebaker se vio forzada a firmar su fusión con Packard para salvar la marca. La nueva corporación siguió en números rojos y en 1958 Packard fue descontinuada. En 1959 Studebaker sacó el modelo Lark y mejoraron las ventas, pero aún en rojo. En 1962 salió el Avanti, pero ya era muy tarde y en marzo de 1966 Studebaker cerró sus puertas definitivamente.