Cuando viajamos o queremos aprender como es auténticamente un país son muchos los factores que tratamos de conocer, pero sin duda su gastronomía es parte esencial de este conocimiento. A través de los sabores, los aromas, los colores, los ingredientes y la forma de cocinarlos, podemos llegar a la esencia más antigua, a las tradiciones y costumbres de la humanidad.

Fue México en el año 2005, quien intentó por primera vez inscribir su candidatura “Pueblo del maíz. La cocina ancestral de México. Ritos, ceremonias y prácticas culturales de la cocina de los mexicanos”, como Patrimonio Cultural Inmaterial de la humanidad en la UNESCO. La candidatura fue rechazada alegando que “cada forma de expresión o espacio cultural debe ser una creación específica y no simplemente un campo vasto de creación”, recomendándoles inscribir el maíz como símbolo de la cocina tradicional y ancestral mexicana. Sin embargo esto fue un precedente que hizo pensar a muchos sobre la importancia de la gastronomía como expresión cultural.

A esta tendencia se suman ahora la inscripción a la UNESCO de la dieta mediterránea como patrimonio cultural inmaterial de la humanidad por parte de España e Italia. En el caso de Francia una comisión parlamentaria esta discutiendo presentar también a la cocina francesa como candidata a patrimonio de la humanidad.

En medio de esta concienciación y el gusto por la buena mesa, los productos gourmet, el triunfo de los programas de cocina y chef mediáticos, toda una serie de festivales y eventos gastronómicos están proliferando en cada rincón del mundo. En México un Festival destaca en prestigio sobre todos los demás, habiendo adquirido un renombre que ya cruza las fronteras: El Festival Gourmet Internacional México. Puerto Vallarta y Riviera Nayarit.