Una vez más el fabricante alemán de camiones hace gala de su buen olfato para presentar vehículos serios, listos para ser usados en todo tipo de ambientes.

Quizá parezca repetitiva la publicación en los últimos números de nuestra revista de un artículo siempre dedicado a la línea Worker del fabricante Volkswagen, pero, sin dudas, coincidirán conmigo en que cada uno de estos modelos tiene cualidades únicas que los hacen “transportarse” a estas páginas. Por eso, esta vez les propongo detenernos en el nuevo “obrero” de la línea Worker, denominado 31—260. Así, este nuevo monstruo del asfalto rodará con una potencia increíble gracias al motor MWM 6.12TCAE Turbo Intercooler de seis cilindros en línea capaz de alcanzar 260 caballos de fuerza. El corazón del sistema esta apertrechado además con tecnología de inyección Common Rail, controlado por Modo de Control Electrónico y un compresor de aire marca Knorr. La caja de cambios Eaton Fuller, modelo RT 7608-LL, es mecánica, y permite 10 marchas hacia delante y tres en reversa. El embrague se realiza por un doble disco orgánico construido por Sachs de 380 mm, todo un referente dentro de este tipo de tecnología que simboliza, ante todo, seguridad y longevidad. En tanto, la dirección es hidráulica integral con bolas recirculantes, y el chasis es tipo escalera, plano con largueros dobles y rectos, todo remachado y atornillado en acero LNE 28. Los frenos son de tipo neumático, S-cam, con tambor en las ruedas delanteras y traseras. Su accionamiento es electroneumático, con interruptor en tablero y control en el pedal del acelerador y embrague. Todas estas características garantizan un excelente rendimiento del equipo y bajos costos en su mantenimiento, así como su capacidad para adaptarse a diversos ambientes de trabajo, una línea seguida por Volkswagen desde su primer Worker.