- Felipe Rojas. Erudito del humo.
«CREO PROFUNDAMENTE QUE EL FUMADOR DE HABANO ES ALGUIEN QUE INTRÍNSECAMENTE ADOPTÓ EL PLACER DE FUMAR Y SIEMPRE BUSCARÁ LOS ESPACIOS PARA DISFRUTAR ESTA PASIÓN»
Ser un habanosommelier va mucho más allá de conocer y amar al Habano. Para ayudar a descubrir sus verdaderas virtudes se necesita ser epicúreo, sibarita… un gourmet depurado que encuentre esos «casamientos» ideales del tabaco con productos de su talla, o que nos invite a disfrutarlo solo, sin prisas, al final de una buena mesa. Predicador del buen gusto, trasciende el restaurante para convertirse en un guía, un artista, un erudito del humo que nos conduce por un camino de sensaciones y nos enseña a confiar en él.
Bien lo sabe el chileno Felipe Rojas Bruna, monarca absoluto de la pasada edición del Concurso Internacional Habanosommelier, una contienda que año tras año premia al más completo profesional del sector, al Titán de Titanes de todo el mapamundi.
Con él conversamos para conocer cómo llegó este chileno al mundo de los Habanos, y cómo conquistó la cima de un producto de esencias tan cubanas.
«Todo comenzó aproximadamente siete años atrás. En una reunión de amigos uno de ellos nos ofreció un Habano. Me quedé algo impávido porque no había tenido el placer de fumar. Por suerte fue algo mágico. El aroma, sabor y elegancia repentinamente despertaron en mí un amor que ha ido creciendo día a día».
¿Qué importancia le concede al Concurso Internacional Habanosommelier y qué singularidades tiene con respecto a otras competiciones similares que puedan existir en el mundo?
Es sin duda el concurso más importante y único existente para sommelieres especialistas en tabaco fino, llámese Habano o puros. Es una gran vitrina para nosotros como profesionales especialistas en bebidas y tabaco que trabajamos en este mundo, una oportunidad de presentar frente a tan diverso público la gran cantidad de información que atesora el Habano en cuanto a historia, cultura, sabores, vitolas, portafolio de marcas, maridajes y servicio.
«El servicio es un ritual que conlleva una práctica significativa para el habanosommelier, el cual busca entregar de la mejor forma la degustación de un producto de larga y compleja elaboración. Por ello, cuidamos que el cliente pueda disfrutar de sus grandes cualidades.
«El concurso es una instancia muy importante que enaltece al Habano y también al habanosommelier, que trasmite toda la cultura de este producto al consumidor».
¿Participaba por primera vez?
Así es. Pero venir en otras oportunidades a participar de diferentes cursos y a presenciar el campeonato fue sin duda determinante para decidir concursar.
¿Qué señalaría como lo más difícil de esa contienda?
Uno se enfrenta primero que todo a sus nervios. Estaba totalmente al tanto de que los otros competidores eran muy buenos, pero para mí estar lo más enfocado y concentrado posible era la prioridad, y mi mayor dificultad.
¿Esperaba llegar hasta el final o le sorprendió el resultado?
Una vez que realicé las primeras pruebas en la preliminar sentí que había estado a la altura de la situación. Si bien tuve errores, que luego corregí, sentí que por mi desempeño logrado hasta ese momento tenía oportunidades de avanzar a la final.
¿Pudiera recordarnos las propuestas de maridaje que hizo entonces?
Presenté un Monte Fraile, un pisco originario de mi país que maceré por dos días con un melocotón seco. Este fruto es de consumo tradicional en Chile. Se usa para elaborar un postre, al que se le agrega maíz y agua muy fría. El Habano que presenté para este pisco macerado fue el Juan López Selección No.2, un robusto de mucho carácter y sabor.
«Quise presentar una bebida que fuese representativa de mi país y que estuviese acompañada también por un Habano tradicional que representara historia y esfuerzo de generaciones de torcedores manteniendo vivo un producto tan importante. Juan López representa eso.
«En el portafolio de Habanos, S.A. existe una diversidad de marcas para todos los gustos. Las marcas globales son de conocimiento de todos, pero también hay mucha riqueza en las otras».
¿Alguna anécdota para compartir de esos momentos de tanta tensión y emociones encontradas?
Muchas veces vi fotos y videos del concurso en el salón donde se realiza la primera presentación. Incluso alguna vez había sido parte del público en ese lugar, así que ya conocía muy bien el espacio. Pero sucedió que siempre presencié el escenario desde la perspectiva de público, nunca desde el escenario. Entonces, cuando di el primer paso para subir, mi mente quedó en blanco porque me di cuenta que desde allí todo se veía diferente. Fueron al menos unos 5 min en que no supe ni recuerdo lo que hablé.
¿Qué significó para usted como chileno haber llegado hasta Cuba y ganar una competición de un producto auténticamente cubano, incluso frente a contrincantes de esta ínsula antillana?
Lo considero como un gran mérito. Fue un trabajo de mucho tiempo, después de algunos años viajando a Cuba, conociendo a su gente y viviendo la cultura del tabaco. Eso me ayudó, sin duda, a conseguir tan preciado trofeo. Sin esa preparación hubiese sido muy difícil aprender y entender este noble producto.
¿Cómo valora la situación del mercado donde se desempeña actualmente? ¿Cómo ser un habanosommelier moderno con una Ley Antitabaco que se proyecta cada vez con más fuerza a nivel mundial?
Actualmente soy Manager/CigarSommelier del Cigar-Whiskey Bar «Above 21» del Hotel Five Palm Jumeirah Dubái. Creo profundamente que el fumador de Habano es alguien que intrínsecamente adoptó el placer de fumar y siempre buscará los espacios para disfrutar esta pasión, independiente de las leyes que existan en Dubái, España o Chile o de prohibiciones que puedan surgir.
¿Cuáles son sus vitolas predilectas?
En general las disfruto todas porque cada una puede ser especial para diferentes momentos. Pero podría señalar Laguito No.1, Cañonazo, Robusto, Montesco y Petit Edmundo.
¿Y el «casamiento» ideal del Habano con otro producto?
Creo que la versatilidad que un Habano puede ofrecer en cuanto a posibilidad de maridaje es demasiado amplia. Tanto los formatos más tradicionales presentes en el portafolio de Habanos, S.A., como las nuevas vitolas que año tras año gratamente nos sorprenden, sumado a la amplia gama de sabores que en ellos encontramos, hacen posible maridar un Habano con un sinnúmero de bebidas. Una de mis bebidas favoritas es el whisky. Ambos poseen una amplia gama de excelentes posibilidades para acompañarse. Solo hace falta tiempo para probar todo.