Un 2009 impregnado de desafíos impone una mirada más reflexiva y profunda. En tiempos de crisis, lo más sabio es considerar serenamente hacia qué conduce cada paso que se da, cada centavo y esfuerzo que se invierte. Los destinos caribeños tienen por delante un trabajo gigantesco en función de unirse más, promover juntos a toda la región con beneficios comunes para todos, dentro de un perfil de desarrollo y promoción que involucre más –y con todo el realce que merecen–, sus valores culturales, el fomento de nuevas modalidades turísticas, el contacto con sus pueblos y lo excepcional o singular de cada país. Las grandes ferias turísticas internacionales desarrolladas hasta la fecha, entre ellas FITUR, ITB y la MITT (de Rusia), han contado con la participación activa de las naciones de la región y con la presencia del Grupo Excelencias, comprometido promotor de estos destinos en el mundo, a través de sus productos y servicios edi­to­riales impresos y digitales en varios idiomas. Si se compara con la desaceleración que han registrado otras industrias, puede decirse que el turismo se mantiene en términos todavía aceptables, aún con las reducciones que han consignado los flujos y recepción de viajeros internacionales. Fijarse objetivos puntuales por mercados, adecuar las estrategias a cada nueva circunstancia, sensibilizando a los responsables y actores de esta industria lo mismo del sector privado que del estatal, deberá contribuir a atenuar los impactos de la crisis internacional sobre el sector. La Organización de Turismo del Caribe (CTO), ha insistido en que en la región pueden darse todavía muchos pasos encaminados a reducir los riesgos de una recaída de su demanda; y como líneas de trabajo ha identificado la necesidad de unirse en la concepción y ejecución de un calendario de eventos promocionales que permita hacer un uso más racional de sus presupuestos; la fidelización de los mercados de larga distancia en Europa, el desarrollo de productos novedosos, la captación de mayores emisiones dentro del propio continente americano y la creación de un sistema de transportación viable en el que puedan sustentarse los muy demandados viajes multidestinos. Comprender bien estas realidades permitirá que todos tengamos una visión más clara de los presentes desafíos y desarrollar estrategias de trabajo mucho más efectivas, frente a las actuales circunstancias

José Carlos de Santiago