En la mayor parte del mundo la industria de los viajes sigue resintiéndose por los efectos de la crisis económica internacional: entre enero y junio, la Organización Mundial de Turismo (OMT) registró 247 millones de viajeros, frente a 269 millones en igual período de 2008, una diferencia que significa 8 % de caída; y la propia institución ha difundido que no espera «una recuperación del sector antes del año que viene». Aunque el Caribe no ha sido el destino más afectado, en el primer semestre del año en curso, un 3 % menos de turistas viajó a la región en comparación con igual lapso de 2008 y los gastos de los turistas decrecieron en 4.5 %, según la propia OMT. Con la recuperación de México tras el azote de la influenza A(H1N1), deben tener un repunte los arribos –se trata del segundo país iberoamericano en capacidad hotelera –604 051 habitaciones– después de España, que tiene 811 000. Una fuerte campaña internacional apuntala el objetivo máximo y priorizado de reanimación del sector turístico en el país, de lo que es inequívoca señal el reciente reconocimiento de Cancún como destino líder en la región por los World Travel Awards 2009. Por sus buenos resultados, son noticia frecuente en los medios Panamá, Cuba, República Dominicana y Brasil –que ha organizado en Río de Janeiro el 37 congreso de la Asociación Brasileña de Agencias de Viajes y ha sido señalado como uno de los países de América Latina que mejor ha capeado el temporal de la crisis financiera, ahora en el décimo puesto en el ranking internacional de la inversión extranjera, con 45.1 mil millones de dólares y una significativa derrama en el sector turístico. Una cultura de la hospitalidad apoyada en ofertas singulares y exclusivas, la riqueza y variedad del entorno geográfico, la calidad de sus playas y el inmenso legado patrimonial e histórico que atesoran los destinos caribeños y latinoamericanos, siguen siendo los principales pivotes del magnetismo que genera la región frente a los emisores internacionales y la base del reto futuro de diversificar su producto con servicios complementarios y opciones variadas para todos los intereses. Trabajar en desarrollos conservacionistas a través de lineamientos consensuados entre países y los sectores estatal y privado para proteger el medioambiente de la región; continuar insistiendo en la aspiración de que la ONU declare al Caribe zona de turismo sostenible, mejorar la transportación interregional y reducir la dependencia de las grandes compañías aéreas internacionales son algunos frentes de acción a no descuidar señalados por la propia CTO como sus principales prioridades. La actuación consciente y responsable de cara a estos retos es la única garantía futura de un negocio atractivo para el mundo y rentable para la región, considerando la importancia del uso óptimo de sus recursos naturales, culturales, financieros y humanos en función de su bienestar y desarrollo, sobre bases de equidad y sostenimiento propio, a fin de ofrecer a los visitantes una experiencia única y una mejor calidad de vida a sus pueblos. Son algunas de las claves con las que CTO y sus países miembros se preparan para participar en la próxima edición de la World Travel Market, a celebrarse en noviembre, en Londres José Carlos de Santiago