Con el orgullo de formar parte de la gran familia turística del Caribe y Las Américas y sentir renovarse de edición en edición la idea original de difundir en el mundo los valores culturales, naturales e históricos de esta encantadora gran mitad del planeta, el presente número de Excelencias es un guiño de saludo a la tenacidad con la que, tanto el sector turístico estatal como el privado, han trabajado durante estos duros meses para capear el temporal de la crisis internacional. Los buenos momentos aportados a los destinos latinoamericanos y caribeños por las recientes vacaciones de Semana Santa han venido a reforzar los síntomas de recuperación experimentados por la industria en la región durante el último semestre, lo que es especialmente alentador, cuando avanzamos hacia el verano –venciendo la primera mitad del año. Así, los datos tienden a confirmar recientes vaticinios de la OMT respecto a que el sector vivirá en el continente americano durante 2010 un repunte moderado de entre dos y cuatro por ciento, con lo que remontaría los efectos derivados de una caída en 2009 en el orden del cinco por ciento; y abriría un 2011 en niveles más o menos similares a los de antes de la crisis. Se revitalizan la inversión en infraestructuras y la actividad aérea después de una tendencia a la moderación el año pasado y, paralelamente, las acciones de promoción, con importantes emprendimientos de comunicación a escala global, incluso en mercados tan distantes como Rusia, India y China, que bien atendidos, pueden emerger como grandes generadores de turistas hacia América Latina y el Caribe, como resultado del ensanchamiento de sus clases medias y con potencial para hacer viajes de largo vuelo. Las políticas concertadas, el diseño e implementación de programas multidestinos con una derrama económica de beneficio común para una región o comunidad de países, el paulatino corrimiento hacia ofertas de lujo y el papel cada vez más activo de los receptivos locales en el desarrollo de opciones extrahoteleras, que abren posibilidades ilimitadas de contacto y conocimiento de los destinos con un mayor rendimiento de la inversión en el viaje, son a juicio de los expertos las grandes fortalezas que ha desarrollado y permiten avanzar al sector turístico latinoamericano y caribeño. Un estudio recientemente divulgado por la consultora Euromonitor International era explícito en cuanto a señalar que el año en curso sería para la industria turística en la región, un período de recuperación y estabilización; y 2011, el momento a partir del cual «retomará con fuerza su crecimiento en México, Perú, Chile y el Caribe, con Brasil de estrella indiscutida». Una vez más al Caribe y América, nuestra confianza y admiración

José Carlos de Santiago