Si un adjetivo califica con redondez absoluta el universo de los Habanos es Pasión. Se necesita mucho más que experiencia, conocimientos y buen arte para dar vida a un buen Habano cubano, hecho totalmente a mano y con Denominación de Origen reconocida. La pasión acompaña desde la puesta de sol hasta el anochecer al veguero pinareño. Fue ella quien avivó durante años la creatividad de los primeros ilustradores que hicieron de las habilitaciones y marquillas verdaderas obras de arte. Es la que inspira hoy la obra de los artistas contemporáneos asociados al Habano. También con pasión y mimo se trata en la fábrica cada hoja de tabaco: en la escogida, en el despalille, en la mesa del torcedor… Ella estimula a los investigadores que hurgan en su historia y a los vendedores que en la intimidad de una Casa del Habano recomiendan al cliente una vitola. Así de apasionado y apasionante resulta el vínculo de los epicúreos fumadores que en todo el mundo prefieren al Habano. Durante diez años La Habana ha palpitado al ritmo del Festival del Habano y respirado el aroma provocativo e inconfundible de los Habanos en los salones de conferencias, en las reuniones de trabajo, en las galas y eventos sociales que conforman el programa de esta cita internacional. En este camino Excelencias ha puesto también una alta dosis de pasión para llevar a los participantes una revista y un periódico del Festival de cuidada y noble factura, capaz de acompañar al habano en este gran concierto donde es protagonista. Ha sido en verdad un privilegio participar de esta fiesta que reúne a productores, hombres de negocio y personalidades de todo el mundo, y donde hay espacio para vivir grandes emociones; desde asistir a la degustación de un nuevo producto, recorrer una plantación y conocer a los curtidos campesinos que cosechan las hojas, participar de la subasta de los lujosos humidores o asistir a la premiación del concurso internacional Habanosommeliers. Las puertas del Festival están abiertas. Encienda pues su habano preferido, saboree el momento con un buen café y déjese llevar por el placer de una excelente lectura.

¡Enhorabuena!

José Carlos de Santiago