En los últimos tiempos, para bien de todos y fundamentalmente de las actuales y futuras generaciones, hay un esfuerzo consciente por conservar la herencia cultural que está en la base de la historia y de la vida de casi todos los pueblos y naciones.

Se cuentan cientos de ciudades, sitios y monumentos declarados Patrimonios Culturales de la Humanidad por la UNESCO en todo el mundo; pero el aporte del Caribe y las Américas es sustancial: desde una cueva con pinturas rupestres, ruinas de ciudadelas y templos de culturas prehispánicas, hasta fortalezas imponentes construidas como defensas contra los piratas insaciables, ignotas sedes evangélicas, casas de hombres insignes o ciudades coloniales y la muy moderna Brasilia.

Cada año, además, emerge una nueva promoción de lugares merecedores de tan alto título y la cosecha del hemisferio occidental eventualmente también aumenta, creciendo así en uno, o en dos o en tres, su cartera de sitios patrimoniales, que con nuevas razones pasan a convertirse en atractivos turísticos, como auténticos tesoros de gran valor sociocultural e histórico. En todo caso, el reconocimiento no sólo sirve para llamar la atención sobre estas maravillas, sino que se ofrece como un mecanismo de estímulo, sensibilización y apoyo a instituciones, estudiosos o personalidades que dedican su tiempo y sus fuerzas a la preservación de este legado, su uso sostenible y también didáctico.

Considerando los preceptos en que se sustenta el riguroso procedimiento selectivo de la UNESCO y el trabajo realizado durante años, nuestro Grupo ha otorgado el Premio Excelencias Turísticas «por la conservación y recuperación del patrimonio del centro histórico de La Habana Vieja», a la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana; e igual lauro «por la adecuada utilización turística de los recursos patrimoniales para extender el conocimiento de la cultura cubana al mundo» al Ministerio de Turismo de Cuba.

Cada uno constituye un ejercicio de justicia que se inserta en nuestra filosofía de promover los grandes valores y atractivos del Caribe y las Américas; su cultura, su historia, su mundo todo, ese universo que lo hace sorprendente, pero que es real y a la vez maravilloso.

JOSÉ CARLOS DE SANTIAGO