Cuba es un archipiélago con más de cuarenta millones de años de historia natural. Es posible encontrar 32 080 especies de animales, donde el 41 % son endémicas y una flora con 10 000 representantes, de ellos más del 50 % exclusivos del país.

Es el único territorio del Caribe con afloramientos rocosos del período jurásico. La alternancia de paisajes llanos y montañosos, convierte al territorio nacional en gigantesco mosaico geomorfológico, donde se destaca la exclusividad de sus mogotes. La policromía ocupa cada palmo de esta tierra prodigiosa.

Rica también en cultura multiétnica, ha heredado lo mejor de cada una de ellas, llámense europea, africana, asiática o americana, condimentando el gran “ajiaco” cubano, que convierte a los habitantes en herederos de una cultura universal.

Desde la colonia Cuba fue dividida en tres departamentos: Occidente, Centro y Oriente, el primero de ellos se caracteriza por abarcar los territorios del poniente, las provincias de Pinar del Río, las dos Habanas, Matanzas y la Isla de la Juventud, con el archipiélago de los Colorados al norte y el de los Canarreos al Sur.

El verde de la Vueltabajo no tiene igual en Cuba; una cadena montañosa se extiende por su dilatado territorio, dividido en mosaicos paisajísticos, su biodiversidad la convierte en sitio ideal para conocer una naturaleza prodigiosa. Variedad, fragancias, colores, permiten distinguir ecosistemas únicos.

Dos reservas de la Biosfera, una en la Sierra del Rosario, escenario del excepcional proyecto de Desarrollo Sostenible de Las Terrazas. Lugares como el río San Juan o el San Claudio, se unen con sus bellos saltos de agua a las ruinas de cafetales franceses del siglo XIX, simbiosis armónica entre hombre y naturaleza. La otra, ocupada por la Península de Guanahacabibes, a su vez, Parque Nacional, donde el entorno prodigioso estableció a lo largo de una basta llanura marina, todos los ingredientes para la convivencia de miles de especies, incluyendo el hombre, que ha sentado el embrujo de historias y leyendas, donde los tesoros escondidos están intrínsecos en el alma de sus habitantes. Sitios como María la Gorda, cuevas Las Perlas y el Cabo de San Antonio son su mayor tesoro.

Viñales, conforma un escenario de altos valores estético-escénicos con una conservada biodiversidad. La UNESCO lo incluyó en la relación del Patrimonio Mundial, en la categoría de Paisaje Cultural de la Humanidad. Hoy es un Parque Nacional, donde la exclusividad de sus mogotes y sierras calcáreas, dan paso a los más atrevidos practicantes de los deportes de aventura. La mayor caverna de Cuba, Palmarito, se une en este sitio a dos monumentos Nacionales: La Gran Caverna de Santo Tomás y la Palma Corcho (Microcycas calocomas Lin.). La riqueza de sus moluscos y la presencia de los fósiles conocidos como: amonites, peces, plantas y saurios, delimitan el Jurásico en el país. Aquí se puede escalar mogotes, hacer espeleología, cicloturismo, montar a caballos y caminar durante días, sin llegar a descubrir todos sus misterios.

Mil Cumbres, tiene entre sus atractivos el Pan de Guajaibón, mayor coloso del occidente cubano (701 m.), y la altiplanicie de Cajálbana, con numerosas especies endémicas de nuestra flora, sobre rocas serpentinosas. El Caimito, Las Catalinas y la población de San Juan de Sagua, completan tan sugerente entorno. San Diego de los Baños y Soroa, con sus divinas aguas mineromedicinales son ecosistemas asombrosos, donde se funde la sensibilidad y los sueños del hombre, acompañados de una excelente naturaleza.

La provincia yumurina, bien conocida por el balneario de Varadero, encierra paisajes únicos. El Pan de Matanzas, custodia por el sur, el hermoso valle de Yumurí, inspiración de poetas, pintores y escritores que convirtieron a este territorio en la Atenas de Cuba. La presencia de cavernas como Bellamar-El Jarrito y Santa Catalina con formaciones secundarias exclusivas, son un atractivo irrenunciable al visitante.

Al sur de la llanura roja Habana-Matanzas, se abre la Ciénaga de Zapata, mayor humedal del país y el más conservado del Caribe insular, con categoría de sitio Ramsar y el reconocimiento como Reserva de Biosfera. En más de medio millón de hectáreas, de ciénagas, canales, ríos, bosques, lagunas, casimbas, se refugian alrededor de 205 especies de vertebrados terrestres. El río Hatiguanico, la Laguna del Tesoro, Las Salinas, Santo Tomás, Playa Larga y la histórica Playa Girón, son lugares para la observación de aves, senderos interpretativos, espeleobuceo y snorkeling.

La Isla de la Juventud, territorio de grandes atractivos, presenta al norte las Sierras de Casas y de Caballos, vigilantes naturales de un territorio donde se combinan las arenas negras de sus playas septentrionales, con el blanco cristalino de los litorales del sur; siendo la Ciénaga de Lanier, el Parque Marino Punta Francés y las cuevas de Punta del Este, capilla sixtina del arte rupestre cubano, -ubicados todos dentro de la categoría sitio Ramsar-, lugares distintivos para el ecoturismo. Tierra adentro, se levanta la Jungla de John, ejemplo de amor del hombre por la naturaleza. La reserva natural de Los Indios, morada natural de la cotorra (Amazona leucocephala) y la Sierra de la Cañada, atalaya ideal para admirar a toda la isla desde su punto más alto.

Cienfuegos, Villa Clara, Sancti Spíritus y Ciego de Ávila, conforman el centro de Cuba, territorio corredor de grandes colonias y numerosas especies de aves migratorias. Zona de transición ecológica, con ecosistemas representativos.

La laguna de Guanaroca, mágica, gracias a la hermosa leyenda india y la presencia de bandadas de flamencos; junto a los saltos y cascada del Nicho, más el entorno embriagador de Guajimico, hacen de Cienfuegos la antesala ideal para dar acceso a las montañas de Guamuhaya.

El lago Hanabanilla de 17,5 km2, ubicado en la provincia de Villa Clara, es un magnífico espacio para la práctica de deportes de aventuras como el Kayak, alternando con el excitante Trekking en las alturas colindantes.

Topes de Collantes, en la provincia espirituana, es el escenario por excelencia para conocer las montañas de Guamuhaya, terreno prodigioso para los amantes del Canyoning, Mountain Bike y el senderismo en parques naturales: El salto del Caburní, la hacienda Codina, Vegas Grandes, Guanayara, con su hermoso torrente del Rocío, la Reserva de Javira y la cascada de la Batata, en el Parque El Cubano.

Pasando la histórica villa de Trinidad y atravesando el Valle de los Ingenios, se deja a un lado la emblemática torre Manaca-Iznaga, símbolo de poder de la sacarocracia decimonona. Para arribar al poco andar, a la región de Banao; lugar donde el microclima da la sensación de no estar en el trópico. En tan exclusivo sitio, se levantan majestuosas las alturas de mismo nombre; declaradas Reserva Ecológica, por haber mantenido los valores primarios locales. La Sabina, estación para estudios ambientales, ubicada en una de las aristas de este coloso, sirve de albergue a los investigadores y visitantes que emprenden la aventura de ascender en busca de la cascada “Cortina Blanca”, elemento geográfico destacado, quien reconforta cualquier esfuerzo por alcanzar tal objetivo.

Al norte de Villa Clara, a unos cinco kilómetros de Sagua la Grande, se encuentran los mogotes de Jumagua sitio declarado Reserva Ecológica, uno de los sitios menos conocidos para aquellos que visitan Cuba. Su mayor altura es de ochenta y siete metros sobre el nivel del mar, enclavado dentro de la sierra homónima, ambos accidentes geográficos fueron declarados área protegida. De constitución calcárea es una reserva geológica y biológica, con la existencia de cuevas, sitios arqueológicos e históricos y 225 especies de la flora, de las cuales 32 son endémicas nacionales y dos locales, pertenecientes al Complejo de vegetación de Mogotes. La fauna está compuesta de 25 especies de moluscos, 63 de aves y 17 de mamíferos. Este pequeño, pero interesante sitio, también se le conoce como, las Tetas de Maguana.

Siguiendo esta propia carretera se arriba a la provincia de Sancti Spíritus, donde se encuentra otra de las zonas menos conocidas. En dirección al área protegida de Jobo Rosado, está situado un pueblo pequeño denominado Meneses, a través del cual se llega a un posible santuario de los antiguos habitantes de Cuba. Presenta en su interior quizás, uno de los pocos sitios de sacrificio y ofrenda humana del país. Se trata de la roca “Macocael”, dios de la mitología aborigen quien custodiaba el acceso a las cavernas. Los primeros pobladores llenaron las diversas oquedades de aquel lugar con huesos humanos triturados, al igual que al pie de la peña.

Pasando el poblado de Yaguajay, lugar histórico por la presencia del comandante Camilo Cienfuegos durante la guerra de liberación cubana; -a quien se le ha erigido un mausoleo digno de ser visitado- se llega al extremo norte del área protegida de Jobo Rosado, lugar denominado: hacienda Centeno, sitio para cabalgar por parte del área protegida y entre otras opciones, visitar un conjunto de cuevas de travertinas, ubicadas en las zonas de nacimiento de los arroyos locales, las cuales en épocas de lluvias se activan dando lugar a saltos pequeños.

Antes de llegar a Mayajigüa, existe una vía con dirección norte por donde se arriba a Cayo Caguanes, zona cársica costera declarada área protegida. Región pictográfica por excelencia, donde el arte rupestre de los primigenios habitantes, es común encontrarlo en las numerosas espeluncas, las cuales a su vez tienen el encanto, debido a su origen, por la abundancia de claraboyas en los techos, por donde penetran los rayos solares, para crear el embrujo de éste, inolvidable viaje.

Una vez que se arriba a Mayajigua es imposible pasar sin conocer San José del Lago. Sus famosos baños fueron la sensación de los foráneos, provenientes de todas partes del mundo en la década del 40 al 60 del siglo XX. Sin embargo, es indudable que la Historia-leyenda del Pelú de Mayajigua, es incentivo para el viajero. Cuenta la historia, que un bravo guerrero del ejército libertador cubano en la guerra de Independencia 1895, recibió heridas en sus piernas, cerca del río Jatibonico del Norte, arrastras llegó hasta este, donde lavó, curó y del cual se alimentó. Una vez restablecido, procuró ocultarse de cualquier contacto humano, por miedo a poder ser nuevamente lastimado, pasó el tiempo y tres años después acabó la guerra, pero este ermitaño, no se enteró y ya entrado el siglo XX, un campesino local lo comenzó a ver rondando la zona, poco a poco se fue ganando su confianza… El resto de la historia se descubre con la visita al sendero interpretativo, en el que se intentó hacer una reconstrucción de la leyenda. Durante este recorrido se podrá conocer parte de las alturas Bamburanao-Jatibonico, zona por la cual él transitó. Ya en su cima, desde una amplia atalaya, se domina el bello paisaje de la llanura norte espirituana, coronada en su encuentro con el mar, por el domo salino de Punta Alegre, formación orográfica de yeso exclusiva de Cuba. Al final del itinerario a quedado perpetuada tan interesante historia, en una estatua de bronce. El río Jatibonico del Norte sirve de colofón a la excursión, donde sus agradables y cantarinas aguas ofrecen necesario refresco a tan duro bregar.

El Boquerón del Jatibonico y su sistema de espeluncas, ubicados en la provincia avileña, son ideales para la realización de la espeleología. Ciego de Ávila tiene concentrado en el municipio de Pilón significativos sitios para la práctica del turismo de naturaleza. La navegación en Kayak por la Laguna de la Leche, mayor estuario natural del país y por la propia laguna de La Redonda es una experiencia excitante. Varios miradores rodean los senderos de la loma de Cunagua, donde abunda el Tocororo (Priotellus temnurus), ave nacional cubana .

Al descender a la Llanura norte -semi-inundada- que da paso al manglar y de ahí, al pedraplen de Caibarién-Cayo Coco-Cayo Guillermo, se puede apreciar manadas de corpulentos búfalos de aguas, especie introducida en Cuba, que conviven en este ecosistema. El oriente cubano da la bienvenida a través de las inmensas llanuras del Camagüey y Las Tunas, que contrastan cuando se encuentran con las zonas montañosas de Granma, Holguín, Santiago de Cuba y Guantánamo. Estas seis regiones naturales conforman un área geográfica hospitalaria y de fuerte enraizamiento caribeño.

Camagüey se caracteriza por el desarrollo de sus extensas sabanas, donde en pequeños bosques se pueden observar el peralejo y las palmas yuraguanos; en la bastas y secas tierras de la planicie se desarrollan enredaderas rastreras de yamaqueyes. Al norte la Sierra de Cubitas, rompe la monotonía del paisaje. Espacios exclusivos de esta región para la práctica del senderismo y la espeleología vertical: Paso de los Paredones, cuevas freáticas verticales, El Laberinto, Cerro Pelado, Hoyo de Bonet y los Cangilones del Río Máximo, son sólo algunos ejemplos. La cueva de Matías presenta impresionante conjunto pictográfico aborigen, a pesar de ser una gruta pequeña los artistas primitivos encontraron el área suficiente en sus paredes -como se ve en el salón de la entrada-, donde realizaron trazos en negro, a excepción de dos en rojo.

Hacia el sureste se levanta la Sierra de Najasa, lugar místico, lleno de leyendas de tesoros piratezcos. Más de uno se llena la boca expresando que ha encontrado las cadenas que lo sujetaban, pero cuando regresan a desenterrarlo ha desaparecido. La palabra Najasa viene de un árbol llamado najasí, abundante en el oriente cubano.

Esta sierra estaba rodeada de tradicionales fincas ganaderas, en las cuales los señores de los rebaños disfrutaron del lugar. Una de estas haciendas es, La Belén. Áreas protegida que deviene en un ecosistema conservado. Cercano a este sitio se encuentra el rarísimo bosque de piedras, zona de abundancia de fósiles vegetales.

Holguín es historia, arqueología y naturaleza. El Parque Cristóbal Colón, ocupa toda la sección norte de la provincia, abarca la línea de costa entre el municipio Gibara y la Bahía de Samá. Dentro de su área de influencia se encuentra el carso costero de Gibara, en la zona de Caletones, considerada una Reserva Ecológica, donde se ubica la mayor caverna subacuática de Cuba.

Son apreciables los cerros de Maniabón, elevaciones pétreas conocidas como mogotes –similares a los de Viñales-, donde se destacan la Silla de Gibara, la Mezquita de Colón y el cerro de Yaguajay, elevaciones que superan los trescientos metros sobre el nivel del mar. La mayor altura la alcanza el Cerro Galano, con 459 m., área protegida declarada Reserva Natural.

En su porción septentrional, tiene más de cuarenta kilómetros de costas acantiladas, con alrededor de trece playas, seis bahías, tres ríos siete cayos, más de ciento setenta cuevas, seis de ellas inundadas y están reportados treinta y cuatro sitios arqueológicos. Es un área de 6000 hectáreas de bosques naturales y reforestados en los últimos años.

Son múltiples las actividades a desarrollar en busca del conocimiento de la vida y la naturaleza holguinera. Acercarse a los aborígenes cubanos, obliga a visitar los antiguos sitios arqueológicos, hoy museos in situ, conocidos como el Chorro de Maíta y el Parque Monumento Nacional Bariay –lugar por donde arribó el Gran Almirante Cristóbal Colón, cuando las proas de sus carabelas cambió las historia de América-, sin dejar fuera la capital de la arqueología cubana, Banes.

Adentrarse en el estudio y descubrimiento de la naturaleza de las zonas costeras del Océano Atlántico, obliga a recorrer la Reserva Güirito-Punta de Mangle, el Parque Natural Bahía de Naranjo y el Bioparque Rocazul. Además de las hermosas playas en forma de caletas y caletones como: Pesquero, Esmeralda, Guardalavaca, Turquesa (Yuraguanal), Don Lino y Los Bajos, amén de las bahías como la de Gibara, Jururú y Vita.

Cayo Saetía, territorio ubicado en la Bahía de Nipe, la mayor de Cuba, es un lugar excepcional para disfrutar de lo agradable del clima tropical y a su vez estar en contacto con especies exóticas, entre las que han sido introducidas se encuentran: jabalíes, búfalos, avestruces, pavos reales, cebras, antílopes y muchas otras... Este territorio cuenta con cuarenta y dos kilómetros de superficie, cubiertos de bosques semideciduos, uverales y matorral costero.

Finalmente de puede conocer la historia geológica y natural de este territorio cubano y disfrutar de sensacionales saltos de aguas como el del Guayabo, bañarse en cristalinas pozas como las del río Mayarí, visitar el sitio arqueológico más antiguo de Cuba, Seboruco, practicar actividades como el trakking, hiking, Mountain bike, cañoning, ciclo turismo, observación de aves, flora y paisajes.

Como complemento de la naturaleza se entra en contacto con el hombre, a través de comunidades serranas en las más intrincadas montañas del país. Todas estas actividades invitan inevitablemente a visitar Pinares de Mayarí, y los parques naturales La Mesura-Piloto y el Pico Cristal.

Granma y Santiago de Cuba poseen las montañas más altas de territorio nacional, escenarios donde la historia patria encuentra parte de sus acontecimientos más importantes.

Existen increíbles paisajes desde que se abandona el poblado de Bartolomé Masó. Ante tanto calor, un baño en el río La Mula es un regalo de esta naturaleza pródiga. La llegada a la Villa de Santo Domingo es una invitación a la práctica de actividades ecoturísticas.

La llegada al Gran Parque Nacional Sierra Maestra, concede la posibilidad de visitar opciones tales como: la mayor altura de la Isla, el Pico Turquino (1972 m), la comunidad campesina de La Platica y el Pico Mella; así como, la obra arquitectónica vernácula emblemática de la revolución cubana, la Comandancia del Ejército Rebelde en La Plata. Lugar donde se desarrollaron las principales acciones de la última guerra de liberación.

Granma, a su vez, ostenta otras muchas áreas de sumo interés natural. La desembocadura y delta del Cauto fue declarada área protegida en la categoría de Refugio de Fauna. Es uno de los mejores conservados humedales cubanos, donde la observación de aves y de especies marinas de alto valores como el Manatí o Vacas Marinas, es una ocasión exclusiva.

El parque Nacional Desembarco del Granma, Con más de 25 mil hectáreas de extensión fue el primer sitio natural de Cuba declarado Patrimonio Mundial. En él, se desarrollan múltiples senderos arqueológico-naturales, territorio donde se han descubierto más de una veintena de asentamientos aborígenes, de los cuales, seis están enclavados en el área de El Guafe, en plena llanura cársica de Cabo Cruz; a lo largo de un sendero interpretativo se puede visitar la cueva del propio nombre, donde fueron encontrados restos humanos con más de 200 años de antigüedad, anteriores a la llegada del los exploradores del viejo continente; espelunca que fuera visitada por el célebre investigador noruego Thor Heyerdhal.

Una impresionante excursión por los veinte planos de terrazas emergidas de Cabo Cruz -que alcanzan trescientos sesenta metros de desnivel- conduce al visitante a la cueva El Samuel, situada en el borde de una de las terrazas marina locales, a unos cien metros sobre el nivel medio del mar; desde ella, se contemplan las aguas del Caribe y el bosque primario. Descubierta en la década del 70 del siglo pasado, había sido sitio de culto religioso, leyendas y veneración de personas supersticiosas de la zona.

La caverna de El Fustete, constituye uno de los accidentes geográficos emblemáticos del parque, con más de cinco kilómetros de longitud; que junto a las cuevas de Agua Fina y del Esqueleto complementan los valores espeleológicos de la zona.

El hoyo-furnia Morlote (setenta y siete metros de profundidad y cincuenta y cinco metros de diámetro), es el mayor Blue Hole emergido de todo el país.

En la región de Cabo Cruz se puede recorrer la Ruta de La Revolución, desde playa Las Coloradas hasta Alegría de Pío, donde a pie o a caballo, conocerá uno de los escenarios naturales e históricos vinculados con esta epopeya. La observación de cocodrilos en vida libre, es de los puntos imposibles de dejar de conocer al penetrar en los canalizos de la localidad. Las puestas del sol en el extremo más al sur cubano, Cabo Cruz, son inolvidables, sólo tres lugares de la geografía cubana tienen un posicionamiento franco oeste, que permiten apreciar bellos atardeceres. Cerca de allí existen espectaculares fondos marinos, donde es posible observar hundimientos de embarcaciones coloniales.

La región de Pilón, en la falda sur de la Sierra Maestra, es otro de los atractivos de la provincia gramense. El encontrarse en una zona donde las altas montañas casi se besan con el mar, es el tipo de geografía sorprendente que cualquiera quisiera conocer, si a esto se le agrega el poder desarrollar deportes de aventura y ecoturismo, combinado con los baños en plenas aguas caribeñas, es ya lo sublime por disfrutar.

La llegada a Santiago de Cuba, por cualquiera de los dos circuitos que comunica a la segunda capital cubana, con la provincia de Granma, crea la sensación de estar penetrando entre un mundo de montañas y selvas vírgenes. Esta primera apreciación, pronto se convertirá en realidad. Santiago de Cuba, ciudad por excelencia montañosa, da paso a La Gran Piedra, área con categoría de Paisaje Nacional Protegido. Roca de color verdoso, mide cincuenta y un metros de largo, por veinte y cinco metros de alto y un peso de 63 000 t., está ubicada a una altura de 1 227 m., sobre el nivel medio del mar. Formada por silicato y aluminio de magnesio e hierro se originó en forma fundida, debajo de la superficie terrestre en la era Terciaria, luego emergió como hoy se observa. Esta mole pétrea, se encuentra registrada en el libro de record Guinnes.

La elevación donde se encuentra emplazada posee unos cuarenta kilómetros de largo. Para el conocimiento público han sido diseñadas varias opciones de recorridos histórico-naturales. Área con más de 90 ruinas agroindustriales cafetaleras, donde sus paredes son mudos testigos de la presencia franco-haitiana en esta tierra tan caribeña a partir de finales del siglo XVIII. Hoy se visitan las ruinas -algunas reconstruidas- de los cafetales: La Idalia, La Isabelica y La gran Sofía.

Unos kilómetros más y se arriba a la Reserva de la Biosfera Baconao, con 1 800 especies vegetales y 939 especies de animales. Sus límites incluyen la Meseta de Santiago, la Meseta Santa María del Loreto. La región tiene entre sus múltiples atractivos: cuevas, valles aluviales y 7 380 hectáreas de litoral en el Mar Caribe. recorrido impresionante, que une a Santiago con Granma a través, de una espectacular carretera.

Es una vía excelente de acceso para la práctica del cicloturismo y el mountain bike, el trekking y el hiking. Al arribar al Saltón, se penetra en la realidad de las comunidades serranas de las altas montañas cubanas. Espacio natural para la observación de aves y disfrutar de diversos saltos de agua, incluyendo el que da nombre al lugar. Esta región histórica por demás, permite acercarse a los hechos gloriosos de la primera guerra por la liberación de Cuba en la segundad mitad del siglo XIX. San Lorenzo, es un sitio de especial recordación para todos los cubanos, por ser el lugar donde murió combatiendo Carlos Manuel de Céspedes considerado el Padre de la Patria.

Guantánamo es una provincia eminentemente ecoturística. Por el norte La Reserva de la Biosfera Cuchillas del Toa, que se encuentra ubicada en el macizo Nipe-Sagua-Baracoa e incluye el Parque Nacional Alejandro de Humbolt, declarado por la UNESCO Patrimonio Natural de la Humanidad, siendo el área protegida más importante de Cuba por su biodiversidad y endemismo, donde la flora alcanza las 928 especies exclusivas, con el bosque tropical lluvioso mejor conservado del Caribe insular.

Ascendiendo por la carretera central de montaña guantanamera, se llega a la conocida Vía Mulata. Este recorrido, recomendable realizarlo en Jeep, permite conocer en toda su dimensión el río Toa, el más caudaloso de Cuba. Safari tropical, que facilita arribar al Museo de Piedra, ingeniosa obra de un campesino que sin haber pasado curso o preparación alguna, ha sido capaz de sacar de la burda roca los más interesantes elementos que componen la naturaleza, al paso aparecen: serpientes, monos, leones, rinocerontes, tortugas de Islas Galápagos, la garza, y los primeros habitantes en sus diversas labores. Obras de artes cuyo elemento distintivo es la gracia y la habilidad de su creador.

Visitar la Reserva Florística de Monte Verde y sus ruinas cafetaleras, permite acceder a la naturaleza excepcional de dicha reserva y el sitio por donde penetró la cultura franco-haitiana, en las raíces mismas de la nacionalidad cubana.

Conocer la vida de los pobladores de Yateras es arribar al territorio cafetalero más importante del país. Estas tierras aportan desde tiempos inmemoriales, el aromático grano de mayor calidad, utilizadas por las más famosas marcas de café de Cuba.

Las Reservas Ecológicas: Río Duaba, Río Quibiján, Yunque de Baracoa, y La Victoria-Río Yumurí, son lugares donde la naturaleza se ha realizado en todo su esplendor. Maisí es el extremo de la Isla de Cuba, especie de proa que enfila hacia el este, para cruzar el tormentoso Paso de los Vientos.

Baracoa la ciudad primada, villa fundada por Diego Velásquez en 1511, permite conocer el cacao, las endémicas polymitas –moluscos arborícolas-, los cucuruchos de coco y las bolas de chocolates. Acceder a lugares espectaculares como la Bahía de Taco, playa miel, el paso de los Alemanes y la espectacular carretera de la Farola. La ciudad, rodeada por una hermosa bahía, fue el lugar seleccionado por Cristóbal Colón para depositar una Cruz de Parra, símbolo de la cristianización de estas tierras de América.

Este recorrido imaginario por la tierra más hermosa que ojos humanos vieron, al decir del Gran Almirante, permite descubrir que Cuba es un paraíso verde, suspendido sobre el tapiz azul del mar.