La novela se divide en veintiocho capítulos detallada por la fuente de citas e ilustraciones.
El Teatro Baralt, orgullo de Maracaibo.

El profesor, escritor, editor y gestor cultural zuliano Alexis Fernández (Sur del Lago, 1951), de dilatada y reconocida trayectoria como profesor emérito de la Universidad de Zulia, director de Cultura (1992-1996), presidente de Apuz-Ciencias (1996-2000), creador de la editorial y revista Kuruvinda (2005) y autor de más de una veintena de poemarios, una novela e investigaciones histórico-literarias, completa su extensa obra con esta novela ilustrada sobre uno de los personajes más importantes que han nacido en esta «tierra del sol amada».
La casa de la bahía. Memorias de Manuel Trujillo Durán es una novela apasionada y apasionante para leerla ininterrumpidamente y conocer de primera mano no solo la biografía novelada del empresario, cineasta, fotógrafo, astrónomo, editor e inventor Manuel Trujillo Durán (Maracaibo, 1871-1933), sino de la historia cultural y social de esta ciudad porteña a finales del siglo xix y comienzos del xx.
Todas las leyendas, historias y cuentos sobre aquella Maracaibo de antaño cobran vida en esta novela ilustrada de Alexis Fernández, quien invirtió casi una década en el proceso investigativo sobre el protagonista, su época y sus circunstancias, así como también en la labor de recopilación minuciosa de fotos, afiches, cartas, mapas y reseñas periodísticas a lo largo y ancho de toda Venezuela y la zona fronteriza colombo-venezolana, donde dejó huella este intrépido pionero.
La novela se divide en veintiocho capítulos desgranados en una envolvente prosa poética que no por ello descuida la investigación histórica, plasmada en la última parte del libro, la cual detalla la fuente de citas e ilustraciones. Cada capítulo nos abre el telón hacia alguna etapa en la historia de vida de un hombre que desde su adolescencia comienza su labor como promotor cultural, empresario, fotógrafo, cineasta e inventor, a pesar de las dificultades económicas propias y del aislamiento político de la región durante los gobiernos de Guzmán Blanco, Cipriano Castro o Juan Vicente Gómez, quienes siempre favorecieron el desarrollo cultural, social y político de la región capital en detrimento del resto del país.
La casa de la bahía. Memorias de Manuel Trujillo Durán nos narra en primera y tercera persona las aventuras, encuentros y empresas llevadas a cabo por los hermanos Manuel y Guillermo Trujillo Durán, desde su hogar situado justo enfrente del teatro Baralt, en la casa número 6 de la calle Venezuela, donde ahora se encuentra el Café Baralt, en permanente intercambio y colaboración con sus primos y amigos, entre los que se encuentran personajes tan importantes para la historia cultural de Zulia como Aniceto Serrano Durán, Udón Peréz, Ildefonso Vásquez, Régulo March, Julio Árraga, Manuel Puchi Fonseca, Luis Manuel Méndez, José Ramón Yépez, Rafael Yépez Serrano, Octavio Hernández y Juan Bautista Maggiolo, padre de su primera esposa: Atilana Maggiolo Osorio.
Estos jóvenes poetas, artistas y abogados de aquella Maracaibo dieron el apoyo y el estímulo solidario al inventor y cineasta Manuel y al poeta Guillermo Trujillo Durán, para que hicieran realidad todos los proyectos culturales de esta época dorada en la Maracaibo de antaño, entre otros el estreno del vitascopio de Thomas Alva Edison el sábado 11 de julio de 1896, así como también del cinemascopio de los Hermanos Lumière el sábado 28 de enero de 1897, ambos en el Teatro Baralt de Maracaibo, cuando se estrenaron las primeras películas producidas en esta tierra de gracia por Manuel Trujillo Durán: Muchachas bañándose en la laguna de Maracaibo y Célebre especialista sacando muelas en el Hotel Europa, previo a la presentación de la Compañía Lírica Italiana. Estos artilugios cinematográficos fueron también introducidos por primera vez a los públicos ávidos de novedades, en sitios tan distantes como La Guaira, Caracas, Puerto Cabello, Valencia, Barquisimeto, San Cristóbal, Mérida, Cúcuta y Bucaramanga por el visionario empresario Manuel Trujillo Durán.
El periódico Gutemberg, gestado el sábado 26 de noviembre de 1910, se creó, redactó y difundió, hasta 1914, desde la imprenta de los hermanos Trujillo Durán, donde también funcionaba un estudio fotográfico y se daban cita todos los personajes de la época para dejar registradas sus bodas, nacimientos, bautizos y saraos, además de contar para la historia escenas del puerto, de la vida económica en la Plaza Baralt, de los adelantos de la época, como el Gran Ferrocarril del Táchira, gracias al ojo experto del fotógrafo y artista Manuel Trujillo Durán. De igual manera, el primer experimento de alcanzar la luna a través de un telescopio fue emprendido por este pionero en la isla de Toas; de esta experiencia crearon la revista Urania.
Asimismo, en la esquina de la calle Carabobo y Páez, Manuel Trujillo Durán fundó y dirigió en colaboración con sus amigos el Circo-Teatro Variedades, donde se exhibieron desde óperas y películas hasta acrobacias y encuentros boxísticos. Y en estos mismos espacios creó una incipiente fábrica de hojalata, donde envasó las primeras hallacas que se exportaron a Europa. De todos estos inventos dieron fe los periódicos de la época, tales como El Cronista, El Avisador, La Conciencia Pública, El Tipógrafo, El Fonógrafo, Ecos del Zulia, además del registro fotográfico realizado por Manuel Trujillo Durán para El Zulia Ilustrado y El Cojo Ilustrado, de Caracas. Alexis Fernández recopila para la historia regional de Zulia todos estos logros del pionero Manuel Trujillo Durán a través de cartas, recortes de prensa, fotos y mapas, así como de inéditas entrevistas a testigos presenciales de todos estos hechos, entre quienes destaca el legendario Régulo Segundo Díaz (Kuruvinda).
La vida y obra de Manuel Trujillo Durán continúa vigente a través de sus herederos, sus hijos Roque y Ciro Trujillo Altuve —hijos de Agripina Altuve Uzcátegui, su fiel amiga y compañera, oriunda de los Andes venezolanos—, cuyos nietos han sido la fuente de primera mano para la elaboración de esta novela ilustrada y del legado permanente que ha dejado a Maracaibo.
La casa de la bahía. Memorias de Manuel Trujillo Durán, del profesor y escritor Alexis Fernández, se constituye desde ahora y para la posteridad en lectura obligada de niños, jóvenes y adultos que anhelen conocer con la profundidad de un historiador y la sensibilidad de un poeta la transformación cultural que vivió esta «tierra del sol amada» durante el tránsito del siglo xix al siglo XX.