- Todo lo que necesitas es amor.
De nuevo el capitalino parque Lennon recobra el esplendor de cuando hace más de veinticinco años se convirtió en el espacio público del que nuestros músicos se apropiaron para convocar a multitudes cada 8 de diciembre en homenaje a John Lennon. Llegó a ser tanta la trascendencia de dichos espectáculos, que el escultor Villa Soberón recrea un conjunto escultórico del exbeatle sentado en un banco del parque, monumento que fuera develado por el Comandante en Jefe Fidel Castro junto al trovador Silvio Rodríguez en diciembre de 2000.
Aunque la escultura es continuamente visitada tanto por la gente del patio como por extranjeros que están de paso en nuestro país, el pasado 1ro. de junio tuvo lugar un acontecimiento cultural al cual los cubanos para nada fuimos ajenos. Fue la posibilidad de poder disfrutar junto al Lennon del parque de un gran concierto por los cincuenta años de la aparición en el mercado británico del disco Sgt. Pepper’s Lonely Heart Club Band de Los Beatles.
Por supuesto que toda la obra realizada por los chicos de Liverpool antes del mencionado álbum es harta conocida, pero francamente la presencia del disco Sgt. Pepper's… no solo significó una relevante propuesta dentro del repertorio del grupo, sino que constituye en sí misma una señal de haber alcanzado esa madurez profesional que transformó las perspectivas del rock para siempre. Cansados de las agotadoras giras por todo el mundo, los cuatro beatles deciden dedicar el tiempo de trabajo a experimentar con las posibilidades tecnológicas que le ofrecían los estudios de grabación.
Tan es así que para la confección de su primer disco se demoraron menos de quinientos minutos, y para la grabación de este en particular se tomaron setecientas horas. Los primeros sorprendidos fueron ellos, quienes apoyados por el experimentado y talentoso productor George Martin dieron rienda suelta a una incontenible imaginación tanto en el proceso de creación de las obras como en el momento específico de grabarlas. Tales iniciativas dieron un vuelco a las posibilidades creativas de sus contemporáneos, posibilidades que todavía hoy día son aplicadas.
De este magnífico álbum salieron canciones con una distintiva personalidad, cuya coherencia y armonía no pudieron alcanzar de nuevo en otros momentos de su carrera. El respeto y la camaradería que sienten Paul y John por Ringo es una exaltación al valor de la amistad cuando le componen al famoso batería la pieza With a little help from my freinds, mientras que John nos hace soñar junto a su hijo cuando el orgulloso padre le pregunta quién era la muchacha de un ocurrente dibujo y este le responde que Lucy in the sky with diamonds.
Por su parte, Paul nos demuestra que para las corrientes musicales auténticas no existe pasado, como sucede con When I’m Sixty-four al estilo del típico music hall de los años veinte del pasado siglo. Sin embargo, pocas canciones de Los Beatles han alcanzado la expansión dramática del tema A day in the life, obra de John Lennon donde se enaltece la voluntad del grupo por alcanzar nuevos horizontes conceptuales de una relevancia artística superior, aspiración que todavía en la actualidad significa un paradigma para los creadores.
Si en ocasión de la inauguración de la estatua en el parque Lennon afirmamos que Lennon se sentía a plenitud en su nueva residencia por el cariño con que es tratado por los cubanos, esto no tiene nada que ver con la ficción. Simplemente somos los portavoces de una voluntad popular de quienes asumimos la música de Los Beatles con el mismo clamor universal de todos los pueblos del mundo. Por lo tanto, Lennon tiene permiso de residencia permanente, porque se siente cubano.
Y desde este mismo parque que lleva su nombre, los músicos y los admiradores de su grupo, que se cuentan por miles en nuestro país, el 1ro. de junio honramos una obra de arte excepcional en la historia de la música. Junto a la mejor de sus sonrisas, Lennon nos reiteró una vez más el profundo valor de uno de los estribillos más famosos de sus canciones: All you need is love…!