Cerro Castillo, en la Patagonia, Región de Aysén.
Ceremonia en Rapa Nui, Isla de Pascua.
El ministro de Bienes Nacionales, Víctor Osorio, sostiene uno de los hitos de las Rutas.

Con más de 6 400 km de extensión de norte a sur, la longitudinal geografía chilena atesora una variada gama de localidades, ecosistemas, ambientes naturales, sitios arqueológicos, riquezas urbanísticas y culturas, cuyos detalles resultan incluso desconocidos por muchos ciudadanos de esta nación austral.

A fin de socializar esos espacios públicos de alto valor social, natural, paisajístico, histórico y cultural, el Ministerio de Bienes Nacionales de Chile, en concordancia con su política de gestión del patrimonio fiscal, creó en el año 2001 el programa Rutas Patrimoniales, el cual permite habilitar recorridos transitables en medios de transporte público y privado, a pie, bicicleta y cabalgata.

La iniciativa, surgida durante la administración del presidente Ricardo Lagos, y potenciada durante el anterior y el actual gobierno de Michelle Bachelet, suma sesenta y cinco rutas patrimoniales, las cuales se expresan en señalización de mínimo impacto y básica, complementada con la impresión de una guía bilingüe que permite un recorrido autoguiado, seguro e informado.

Una de las más recientes rutas implementadas, Huellas de Pablo Neruda en Temuco, salió a la luz en julio pasado, como parte de las actividades para conmemorar el natalicio 110 del poeta chileno, con la invitación a un circuito que identifica los hitos más importantes en la temprana historia del Premio Nobel de Literatura en 1971, entretejiendo aspectos biográficos como su casa, familia, formación escolar y sus primeros pasos en la poesía.

Esta ruta, que fue resultado de un trabajo de investigación conjunto del Ministerio de Bienes Nacionales y la Universidad Católica de Temuco, comprende cinco ámbitos y dieciocho hitos o lugares directamente ligados a la vida y obra de Pablo Neruda. Los ámbitos corresponden al Barrio Estación, Cerro Ñielol, Avenida Balmaceda, Temuco Centro e Isla Cautín.

Entre los hitos destacan el Museo Nacional Ferroviario, la Casa Pablo Neruda, la Feria Pinto, la Iglesia Corazón de Santa María, la tumba de los padres y familiares y la Pérgola de las Flores.

En el acercamiento al patrimonio chileno, el viajero podrá acceder a cuatro tipos de rutas, una de ellas las naturales, que comprenden circuitos sobre paisajes con atributos desde el punto de vista de las especies de flora, fauna y aspectos geográficos físicos que caracterizan determinados espacios de nuestro territorio.

De particular interés resultan las rutas de derechos humanos, puestas en vigor como una contribución a la sed de verdad, justicia y reparación existente en Chile tras la dictadura de Augusto Pinochet. Ejemplo de ellas es la Ruta Patrimonial de la Memoria, ubicada en la ciudad de Santiago, capital y núcleo urbano más importante del país, donde se concentran casi seis millones de personas en una superficie de unos 2 030 km2.

Uno de los puntos más visitados de esta ruta es Londres 38, inmueble que fuera sede comunal del Partido Socialista de Chile, y que tras el golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973 pasó a manos de la tenebrosa Dirección de Inteligencia Nacional, aparato que lo convirtió en centro de detención, tortura y muerte. Durante el año 2014, Londres 38, enclavado en el corazón de Santiago, recibió más de diecinueve mil visitantes.

El cuarto tipo de ruta son las indígenas, con circuitos que tienen como finalidad difundir y conservar el patrimonio indígena de Chile, revelando en su recorrido las costumbres y tradiciones culturales de los nueve pueblos originarios.

Apasionante sin dudas resulta la Isla de Pascua o Rapa Nui, uno de los territorios habitados más aislados del orbe, tesoro de una asombrosa cultura milenaria, cuyo ícono principal lo constituyen los moái, las gigantescas estatuas de piedra monolítica que, según diversas teorías, fueron labrados por los Rapa Nui como representaciones de antepasados difuntos.