Cedric Walker, fundador y presidente de Universal Soul Circus, de Estados Unidos.
La carpa del Universal Soul Circus de Estados Unidos en Atlanta.

¿Ha tenido artistas cubanos en su circo?
En varias ocasiones. Los últimos fueron el número de la barra rusa con el mambo número cinco, y fue algo sensacional. Es lo mejor que ha venido desde Cuba. Sin discusión, Germán Muñoz es excelente como director artístico. En otros países existe este número, pero el cubano pone toda su energía, el sentimiento, hasta el vestuario que usa. También los acróbatas, que hacen maravillas con sus pulsadas.
La primera vez que vine aquí, en 1998, visité la escuela de circo y quedé muy impresionado del entrenamiento y de la excelencia de sus presentaciones. Fue emocionante. Muchas escuelas pequeñas en el mundo solo enseñan habilidades, aquí hay instrucción y educación. Aquí es muy integral y muy alto el nivel de los estudios.

Nuestro circo es distinto a los demás en Estados Unidos. Incorporó otras músicas como el hip hop, la sonoridad urbana, los bailes del rap, porque todo el mundo usaba las mismas melodías, hasta para los niños. Y nuestra propuesta, sin ser exclusivamente para el público negro, ha sido más inclusiva y abarcadora. Universal Soul se distingue por la diferencia de sus espectáculos, donde hay mucho baile, colorido, energía.

Radicamos al sur de Atlanta, pero viajamos por Chicago, Las Vegas, Miami, hasta Washington. Y en nuestros elencos trabajan artistas internacionales, con particular insistencia en el Caribe, con representantes de Trinidad y Tobago, Cuba, Colombia y muchos otros. También de Rusia, Etiopía, China… Hoy nuestro circo ocupa el quinto lugar entre los de su tipo en Estados Unidos.

¿Cómo ve el momento actual de las relaciones entre Cuba y Estados Unidos?
Estoy muy contento con el restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre ambos países. Fue muy difícil en el pasado llevar artistas cubanos, con muchas trabas, obstáculos por todas partes. Espero que ahora sea más fácil que representantes del circo cubano estén en las pistas de Estados Unidos. Este país forma artistas de excelencia, que muchos norteamericanos pudieran ver y apreciar. Nunca he visto o sido testigo de una agresión del público a los artistas cubanos, todo lo contrario, son muy estimados y aplaudidos.

Veo con entusiasmo la posibilidad de que pueda traer artistas norteamericanos para el próximo festival Circuba. He visto crecer este evento, los propios artistas se han enriquecido de este intercambio internacional. Los que han recorrido Estados Unidos con nosotros, han desarrollado sus propias cualidades. Y hay que reconocer que Lito, como su representante comercial en Europa, ha hecho que la mayor parte de esos artistas puedan ir alrededor del mundo, y que sean más admiradores de su patria, de la escuela que los formó.

¿Qué opinión le merece el 14 Festival Internacional Circuba?
Venir aquí otra vez es maravilloso, ser invitado a formar parte del jurado, apreciar cómo se han desarrollado los números, hace que me sienta parte de estos éxitos.
Yo respeto y admiro a Cuba. Tengo mucha conexión cuando veo a sus artistas actuando. Es muy apasionante ver lo que tienen adentro, cuánto quieren mostrar. El mundo espera por ver a muchos de los talentos de este país. Deben estar muy orgullosos por lo que representan, por su poder de actuación, por la fuerza de su entrenamiento. Amo que el circo siga creciendo, tomando altura como su nueva carpa, y que el arte circense cubano esté en la cima.