- ¿Somos lo que hablamos o hablamos lo que somos?
En medios sociales y de prensa de Cuba son habituales los criterios acerca del maltrato al idioma. Muy atinadamente se pone énfasis en el dominio de las reglas ortográficas y gramaticales, en la necesidad de enriquecer el vocabulario y emplear modos que denoten cortesía y respeto. Pero el asunto va mucho más allá. El oportuno uso del castellano que hablamos en Cuba juega un papel muy importante en la preservación y desarrollo de la identidad nacional, muy vinculada a los valores patrios.
Se ha vuelto frecuente en el habla coloquial y hasta en la expresión de los profesionales frente a los micrófonos el empleo de vocablos propios del castellano que se habla en algunas regiones de España o de Latinoamérica. Quienes así actúan quizá no se percatan de que, autoimponiéndose una imagen ajena, van dejando atrás fragmentos de su esencia y perdiendo por el camino su tesoro identitario.
Como ejemplo —si se quiere didáctico— de la fuerza que emana de la autenticidad en el empleo de la lengua materna, pongo el del pueblo de Puerto Rico. En octubre pasado tuve la oportunidad de asistir en Nueva York al musical El apagón (The Blackout), a cargo de la compañía Pregones, recientemente unificada con el Teatro Rodante Puertorriqueño. La sede de Rodante… está en Broodway, mientras que Pregones ha hecho su historia en el Bronx. El aporte de ambos y la importancia de su fusión fueron resaltados por el cantante, actor y compositor Marc Anthony, quien expresó admiración por los años de servicio prestados por esos teatristas a su comunidad.
Los diálogos de El apagón alternan el inglés con el español, mientras electrónicamente se proyectan subtítulos en la parte superior del escenario, como auxilio a potenciales espectadores que solo dominen uno de los dos idiomas. Entre música, drama y humor pasan escenas inspiradas en lo que pudo haber sucedido entre dos puertorriqueños que viajaban en el metro durante el famoso apagón ocurrido en Nueva York en 1965.
El autor de «The night we became people again», cuento en que se basa la obra, es José Luis González, laureado narrador y ensayista, periodista y académico, ya fallecido. De padre boricua y madre dominicana, González es recordado también por haber renunciado a su ciudadanía estadounidense para irse a residir en México.
La directora es Rosalba Rolón, premiada intérprete y dramaturga, fundadora y directora artística de Pregones Theater. La interpretación de los dos personajes estuvo a cargo de Jorge Merced, bien conocido en los círculos teatrales neoyorkinos y coautor de la adaptación escénica de El apagón, y de Flaco Navaja, con un Tony en su lista de premios. Ambos hicieron gala de su versatilidad como actores, cantantes y bailarines.
La puesta incluye música en vivo a cargo de Jorge Castro (saxofón y flauta), Gabriel Lugo (percusión), Desmar Guevara (compositor y director musical) y Benjamin Willis (bajo). Ellos y el resto de la compañía recordaron, en el centro de Manhattan, la condición que llaman niuyorican, un neologismo que proclama que, aunque nacidos o criados en Nueva York, vienen de Puerto Rico. Lo prueban su música y los parlamentos en español.
Recordé entonces que, por defender su modo de emplear la lengua de Cervantes, el pueblo hispanohablante de Puerto Rico fue merecedor del Premio Príncipe de Asturias de las Letras en 1991. Ahora, en 2015, El apagón, con su texto en español e inglés y su música latina, consiguió varias nominaciones a los Premios ACE del año en la categoría de Teatro. La Asociación de Cronistas de Espectáculos de Nueva York, decana de las instituciones periodísticas del sector artístico hispano en los Estados Unidos, acaba de revelar quiénes recibirán los galardones en la ceremonia que tuvo lugar el lunes 30 de marzo, en el céntrico Kaufman Center neoyorquino.
El premio a la Mejor Dirección en la categoría de Teatro Musical es para Rosalba Rolón, por El apagón, de Pregones y Teatro Rodante Puertorriqueño. La votación de los miembros de la Asociación de Cronistas de Espectáculos de Nueva York determinó compartir el lauro de Intérprete más Destacado en el apartado de Teatro Musical entre Jorge Merced y Flaco Navaja.
Llevar a escena las esencias de Borinquen mediante sus conflictos, su música y su manera de hablar el español colocará en las manos de esos tres artistas el reconocimiento más importante del entorno teatral hispano de la ciudad de Nueva York.
Con su acto de creación esos teatristas demuestran que el modo propio de usar con orgullo su modo de hablar forma parte del sostén y dignidad nacional de cada pueblo. Ojalá se detengan a pensar en esto algunos cubanos imitadores de modas y modos de otros lares.
La lengua castellana es especialmente rica, precisamente por el sabor que le ponen en cada sitio los hablantes. Cuidemos con cariño y respeto al sabroso español que hablamos en Cuba. Seamos lo que hablamos y hablemos lo que somos.