- El maestro y la alumna en concierto.
Willanny Darias
(11 de enero de 1993. La Habana, Cuba)
Graduada del Conservatorio de Música Manuel Saumell. Su primera presentación pública fue en el Teatro Amadeo Roldán, y en su primer concierto como solista, a los 13 años, interpretó el Concierto para piano no.12 en La mayor, de Mozart, con la Orquesta Sinfónica de Holguín.
En el 2010 se convirtió en la ganadora más joven del concurso Uneac y de sus menciones especiales. Cinco grandes y primeros premios en concursos nacionales y provinciales de Cuba; Primer Premio en el Concurso Internacional de Piano en Maracaibo, Venezuela; Primer Premio en la Competencia Internacional de Piano Bradshaw and Buono en Nueva York; y Cuarto Premio en el Concurso Internacional de Piano de Panamá.
El pasado año se graduó del programa de Bachelor of Music de la Manhattan School of Music (MSM) de Nueva York, bajo la tutela del Doctor Salomón Mikowsky, y ahora ha concluido su primer año en el programa de Master of Music en la misma institución. Su debut en la ciudad de Nueva York ocurrió el pasado 24 de febrero de 2015 en la Americas Society, y constituyó la noche de apertura del Festival de la Cultura Cubana en Nueva York.
Salomón Mikovsky:
Willanny Areas está cortando el cordón umbilical que nos une. Está expresándose por sí misma. No está siguiendo indicaciones. Lo que hace surge de ella misma, que es la meta que cualquier profesor quisiera con sus alumnos. Es la primera vez que lo ha logrado totalmente. Este concierto es prueba de ello y esto es mi mayor satisfacción.
Ella es muy dedicada y estudiosa. Está interesada en saber de todo, no solo en tocar bien. Es culta, escribe y se expresa muy bien, es muy hermosa. Tiene los retos de la suerte y la perseverancia para una carrera artística importante.
El programa de este concierto, la selección de su repertorio, contribuye a su desarrollo, y toma en cuenta las debilidades que le restan y la fuerza en lo que puede mostrar. Es una combinación de aquello en lo que puede avanzar y las obras en que puede lucirse como pianista.
Ahora va a estudiar con un gran alumno mío, Marcos Madrigal, que acaba de tocar con la Orquesta Filarmónica de Nueva York la pasada semana; y que la inspiró, porque tocó maravillosamente.
No es casual que su recital anteceda al concurso de jóvenes pianistas que reúne en La Habana durante todo un mes a más de veinte jóvenes intérpretes, y que ayudo a organizar como una contribución desde Nueva York. Como cubano, es lo menos que puedo hacer por la cultura de mi patria, a la que amo desde lo más profundo de mi ser.
Willanny Darias:
¿Él dice eso?, ¿con este concierto? (se ríe). Lo que sucede es que él me dijo que no iba a venir. Y entonces de pronto llego, y me lo encuentro sentado ahí. Y le dije: ya yo tengo todo planificado. Es lo que siempre él quiere que hagamos, sin salirnos del estilo del compositor, de cada periodo, pero que pongamos parte de nosotros como artistas. Que utilicemos la energía de ese momento, la creatividad para una respuesta rápida en escena. A él le gustó mucho este concierto y yo me sentí muy bien. Y eso se percibe, lo logro trasmitir al público, es la respuesta increíble que recibo, es mágica.
Llevo un año preparándome para este momento: primero, el concurso de Panamá en octubre, donde obtuve el cuarto lugar entre concertistas muy reconocidos. Yo era la más joven, y fue muy difícil porque tuve que tocar cuatro vueltas de música, casi dar tres recitales, y después un concierto en la premiación. Es una competencia entre los dieciocho y los treinta y cinco años. Participan pianistas ya hechos, como Marcos Madrigal, que obtuvo el segundo premio. Para mí es un gran paso en mi carrera. Fue estresante, pero desde entonces me siento distinta. Tener todo ese repertorio memorizado y listo a la misma vez, y poder poner parte de mi alma en lo que toco.
Llevaba un año sin tocar en el Memorial José Martí. El año pasado hice un programa diferente. De este, hoy toqué la segunda mitad del concierto en el concurso de Panamá, donde ya me siento muy cómoda. Mas la primera parte me tenía nerviosa. Y me puse a pensar: la gente que está en esta sala de conciertos en el Memorial José Martí quiere lo mejor para mí, incluyendo a mi Maestro. Estoy en mi país después de estos meses de ausencia. Está mi familia, hasta la gente de mi barrio. Me inspiró eso: quieren disfrutar mi música, y yo quiero disfrutar este concierto.
Porque tienes que estar inmersa en la música, en la cultura. Voy mucho a la Ópera Metropolitana cuando estoy en Nueva York, a los museos de arte antiguo y contemporáneo. Este año tomé una clase de Wagner y me aprendí siete óperas de él. Tengo en planes poder ir a estudiar a Alemania por seis meses, con un pianista que ahora mismo está subiendo a la fama en Europa y Estados Unidos. No sé cuán recientemente haya venido a Latinoamérica. Se llama Kirill Gerstein, y es alguien que viene de muchas mezclas: tiene origen judío, ruso, nació en Alemania y estudió en Nueva York. Y fue alumno de Mikovsky también. Me audicionó en vivo, y parece que podrá ser. Creo que la escuela europea puede nutrir mi enseñanza. Porque a mi Cuba le agradezco todo lo que soy y podré ser.