La gastronomía: Componente esencial del turismo contemporáneo
Si pretende ofrecer un planteamiento ambicioso, uno de los componentes esenciales del turismo contemporáneo, es el gastronómico. Y es que la cocina constituye un eje fundamental de la cultura de los pueblos, al tratarse de una disciplina fundamental para la salud de las personas, con gran repercusión desde el punto de vista estético y muy influyente en el comportamiento social.
Existe una aquiescencia general respecto a que la cultura culinaria es una de las mejores formas de acercarse a las interioridades de los pueblos. En mi opinión, el turismo de calidad gira, en este siglo XXI, en torno a dos ejes fundamentales: naturaleza y deporte, por un lado; cultura y gastronomía, por el otro. Y España tiene, por razones obvias, mucho que aportar desde ambos puntos de vista, pues la cultura española está entre las más importantes del mundo y hace años que celebramos el triunfo internacional de nuestra gastronomía y nuestro deporte. La cocina española actual es una muestra más del triunfo turístico de una gastronomía que estaba considerada hasta épocas relativamente recientes como un arte o una ciencia menor. Por eso produce verdadera satisfacción comprobar cómo se reivindican las cocinas populares y tradicionales y la necesidad de conservar los usos y costumbres de nuestros pueblos, de nuestras ciudades. Pero también de la cocina de autor, de esa que se ofrece en los restaurantes en cuyos fogones ofician los grandes artistas de la restauración. Tradición y modernidad Como ocurre en el mundo de la moda, lo más característico de la cocina actual es la aparición de creadores que imprimen carácter a su obra, que resulta imaginativa, interesante y variada. El equilibrio entre el respeto a la gastronomía tradicional y popular y el fomento de la cocina de autor integran lo que podría llamarse la oferta turística en materia culinaria, dirigida a un viajero curioso y nada conformista que ha descubierto las enormes posibilidades de España.
Importancia de los alimentos y bebidas Más allá de los restaurantes o de los lugares de comida, lo más importante para el turista o el viajero es la calidad de la materia prima y la relación calidad-precio. Y en ese aspecto, España es imbatible. Tenemos algunos de los mejores alimentos y bebidas del mundo y, si tenemos en cuenta su coste y su calidad son, sin duda, los mejores. En ese sentido hay que destacar la aparición en nuestro escenario gastronómico de un sello de calidad: Elite Gourmet (www.elitegourmet.es); que permitirá a los españoles y, sobre todo, a los extranjeros, saber cuáles son nuestros productos estrella, los top de cada gama. Elite Gourmet es una Asociación Cultural sin animo de lucro, integrada por diferentes empresas, y que tiene el apoyo de la Real Academia de Gastronomía (como lo tuvo la Guía CAMPSA, en su momento, ahora Repsol, en lo que se refiere a restaurantes y jefes de cocina). La Real Academia entiende que el prestigio de la gastronomía española se asienta en el conocimiento y valoración de nuestros alimentos y bebidas; pero también en nuestra forma de comer. Debemos dar relevancia a la fórmula “tapear”, algo que puede hacerse también cuando uno va de museos o de compras. La opinión de los turistas Prueba evidente de la bondad de la oferta gastronómica de nuestro país es que cerca de siete millones de turistas vinieron a España en el último año, teniendo como principal motivación la gastronomía. Para los demás turistas, unos 50 millones, la satisfacción después de la vista a España fue también la gastronomía, valorada con un 8.9. Y, como es lógico, no valoran los grandes restaurantes o los lugares con cocineros estrella. Lo que valora el turista es la materia prima, los precios y, muy especialmente, la libertad con la que pueden disfrutar de la comida en nuestro país, nuestro Modelo de libertad. El número de viajeros que se considera satisfecho con una oferta gastronómica uniforme va en descenso. Ya no les interesa la oferta de comida internacional. Por ello, los elaboradores de productos, alimentos y bebidas, así como los restauradores, tienen la obligación de atender, con mayores o menores limitaciones, las exigencias de adaptación a los gustos dietéticos de potenciales consumidores procedentes de culturas muy diversas. En este tema, hay que destacar la importantísima labor llevada a cabo por Tourespaña, que ha situado a la gastronomía como uno de los ejes fundamentales de nuestra Oferta Turística.
Salud y placer El turismo gastronómico del siglo XXI deberá ser saludable. No conviene olvidar que, al menos en las sociedades desarrolladas, se come para mantener la salud, aunque también por placer, respetando unos hábitos alimentarios que son consecuencia de una historia sociocultural de gran riqueza. España, como una potencia turística internacional, siempre ha ido a la cabeza en todo tipo de iniciativas relacionadas con este sector. También lo está siendo en este concepto del “turismo saludable”, cuyo punto focal está en el recurso cada vez más extendido a la Dieta Mediterránea, recién considerada Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la Unesco, con el aceite de oliva como estandarte. Ojalá no dejemos nunca de ser exigentes a la hora de sentarnos a la mesa en cualquier lugar del mundo. Este talante terminará por rendirnos beneficios a nosotros y también a todos los viajeros que sigan nuestras rutas, lo que significará un paso adelante para todos. Recorrer el mundo enriquece, pero hacerlo mientras se descubren las formas de comer de cada lugar, no sólo culturiza sino que proporciona incontables satisfacciones.
Rafael Anson Oliart Doctor en Derecho y titulado en Psicología y Periodismo. Director General de Radio y Televisión en el primer Gobierno de Adolfo Suárez, durante los años 1976 a 1978, así como Asesor del Presidente Suárez entre 1979 y 1981. Fundador de la Academia de las Ciencias y las Artes de la Televisión de España. En el ámbito de las Relaciones Públicas, Director de Relaciones Públicas de la Presidencia del Gobierno y Director de las campañas electorales de Unión de Centro Democrático entre 1977 y 1979. Asesor de comunicación de las más importantes empresas españolas, así como de varias instituciones y entidades. Fundador y Presidente de la Fundación de Estudios Sociológicos (FUNDES) creada por Julián Marías. Fundador y Secretario General de la Fundación Española de la Nutrición (FEN). Su actividad está estrechamente ligada a la Gastronomía, siendo Presidente de la Real Academia Española de Gastronomía y de la Academia Iberoamericana de Gastronomía; así como Fundador, junto con Francia y Gran Bretaña, de la Academia Internacional de Gastronomía, de la que fue Presidente entre los años 1991 y 1995 y es actualmente Presidente de Honor. Entre las condecoraciones recibidas por distintos aspectos de su actividad, destacan la gran Cruz del Mérito Civil, la Gran Cruz del Mérito Naval con distintivo blanco, la Gran Cruz de Isabel la Católica, la Medalla de Oro al Mérito Turístico y el Grand Prix de la Culture Gastronomique 2009. Está casado desde 1978 con Inmaculada Quintana y es padre de tres hijos.