SEGÚN UNA PUBLICACIÓN DE THE NATIONAL CENTER FOR POLICY ANALYSIS, PANAMÁ OFRECE AHORROS DE ENTRE 40% Y 70% A PACIENTES
DE ESTADOS UNIDOS Y EUROPA.

Procedimientos cosméticos, cardiológicos, ortopédicos, dentales, oculares y asistencia de fertilidad, son parte de los servicios más demandados en Panamá, que ya es reconocido también como un destino para el turismo de salud.
 Aunque la nación centroamericana suele ser vista como un destino ideal para vacacionar, divertirse, comprar y hacer negocios, desde hace poco menos de una década ha comenzado a ser conocido por ofrecer servicios de salud efectivos, seguros y a precios mucho más cómodos que en otros países, lo que ha dado origen a un nuevo tipo de turismo: el médico.
El prestigio que en ese ámbito  se ha ganado en el país ha generado la llegada de pacientes extranjeros interesados en procedimientos.
Luis Santamaría, director general de Saludpanama.com —uno de los impulsores del turismo médico— explica que a inicios de este siglo el tráfico de pacientes constituía una posibilidad comercial para el país, y los médicos panameños recibieron a los viajeros de salud con la misma cordialidad con la que reciben a cualquier paciente local.
Al crecer este mercado y su potencial, el término turismo médico cobró fama y es así como ahora se le conoce. A su juicio fueron los médicos los pioneros de esta actividad al ser los primeros inversionistas para traer pacientes compitiendo con destinos como Colombia y Costa Rica.
Según una publicación de The National Center for Policy Analysis, Panamá ofrece ahorros de entre 40% y 70% a pacientes de Estados Unidos y Europa, y muchos profesionales de la salud han ganado una alta reputación por su manera de trabajar con el mismo equipo y tecnología usados en hospitales y clínicas del primer mundo.
Otra de las ventajas que distingue a Panamá en esta materia es su múltiple compatibilidad, en el caso de los estadounidenses, al haberlos tenido como huéspedes en la zona canalera por décadas.
«Hablamos su idioma, usamos la misma moneda y comprendemos sus costumbres. Que un paciente se sienta como en casa, es parte medular de su recuperación y eso le ofrecemos en Panamá a los norteños. También somos igual de compatibles con los países latinoamericanos. El turismo médico es para todos y en Panamá no necesitamos hacer diferencias», señala Santamaría.
Comenta que un turista de salud deja en las arcas panameñas lo que 10 turistas regulares, así que no es un negocio de cantidad, sino de calidad que requiere el apoyo logístico y económico del gobierno para ser ético y responsable.
La inversión privada también es clave, por eso empresas como MedicalPan, brokers, agencias de turismo y los mismos hospitales y clínicas gestionan citas, exámenes, transporte y estadía del paciente, y le ofrecen otros paquetes turísticos para aprovechar al máximo su visita.
Lo cierto es que hoy por hoy, hospitales como Punta Pacífica y San Fernando poseen certificación de la Joint Comission International, lo cual brinda más confianza a los pacientes y ha causado un crecimiento de la demanda extranjera de casi 400%.
Asimismo, varios centros hospitalarios tienen importantes afiliaciones a organizaciones internacionales como Salud del Bautista Internacional de Miami, la clínica de Cleveland, el centro de la ciencia de la salud de Tulane, el John Hopkins International Miami Children‘s Hospital, Universidad del Centro Médico de Nebraska, el centro médico de Kendall en La Florida y Beth Israel Deaconess Medical Center de Harvard.
Santamaría es optimista sobre el futuro de esta actividad económica en Panamá. «Mientras que en la administración anterior las autoridades hicieron caso omiso de las necesidades en el sector privado del turismo médico, el nuevo gobierno en sus primeros 100 días ya ha dado señales de estar dispuesto a trabajar en equipo», finalizó.