«Desde el balcón aquel donde te conocí……», así dice una de las estrofas de un afamado bolero de la década de los 60, donde el hombre veía a su amada en el aquel idílico balcón de la canción.

Y nada más cerca de la realidad está ocurriendo desde hace varios meses en El Balcón del Habano, un proyecto cultural que los últimos jueves de cada mes se efectúa en los exteriores del afamado Hotel Presidente, en La Habana.

Este espacio ha devenido en cita de los profesionales vinculados al mundo de los habanos: sommeliers, barmans ,maîtres, trabajadores de tiendas especializadas en habanos, tabaqueros y artistas, entre otros, los cuales conforman un crisol de visiones donde el habano es epicentro, con el solo objetivo de rendir culto al producto tan profundamente integrado a la cultura cubana.

Allí, dentro del club de amantes del habano, este se convierte en espiritualidad , se catan diferentes marcas, se estudia su historia, las relaciones con las artes plásticas, sus maridajes con diferentes bebidas espirituosas, con los cafés, se aprecia su vitolfilia, entre otras muchas formas de rendirle culto a este producto gourmet.

Incluso, en agosto pasado se realizó la cena de constitución del Club de Amigos del Habano, el primero de su tipo en Cuba, en la cual se conformó un menú de íntimo maridaje entre vinos, platos, habanos y bebidas espirituosas.

El menú comenzó con un aperitivo de salmón acompañado del cava Brut nature de Joan Sardá, maridados con la vitola Petit Edmundo de Montecristo ,un habano de nueva generación, con cepo 52 y longitud 115mm, de 20 minutos de fumada aproximadamente.

Esta fue la preparación para la entrada de los platos: un Tartar de Atún rojo al perfume de albaca y el Casarece a la Siciliana, custodiados por un chardonnay de Sardá y el Sunrise Carmenere de Viña Concha y Toro respectivamente; mientras como plato principal fue colocada una Canasta de Conejo a la fruta silvestre, acompañado por un tinto Marqués de Arienzo; cerrando de postre el muy sabroso Baba Presidente, maridado con el Latet Harvest Semillon, de Undurraga, que hizo que los vinos de Chile y España se llevaran las palmas del almuerzo.

Posteriormente, y como cierre del acto de constitución del Club, se degustó un soberbio Edmundo de Montecristo, maridado con café el Escorial, uno de los café gourmet de La Habana, y el single malt 12 años de Glenlivet.

Recientemente, el Balcón del Habano celebró su aniversario con una cena gourmet en el propio Hotel Presidente, donde se reconoció el apoyo del Sr. José Grau Ferrer, quien fuera uno de los impulsores de la presencia de Bodegas Torres en Cuba.

Así, el Balcón del Habano pasa a ocupar un espacio imprescindible, donde profesionales del mundo de la restauración, las ventas y la industria de este producto debaten, comparten intereses e intiman como el amante de la canción, en este, «el Balcón aquel…», donde se cimenta la cultura y la cubanía que representa el habano y su impresionante entorno.