Noche de Quesos y vinos en Panamá
Por sexto año consecutivo se celebró la Noche de Quesos y Vinos, organizada por el Club Gastronómico de Panamá, que cada año se reinventa para ofrecer una nueva experiencia gastronómica alrededor de la temática del queso. La revista Excelencias Gourmet participó en el evento y captó los detalles de la noche.
El queso es un alimento multifacético que ofrece una infinidad de combinaciones en la mesa que, literalmente, nos derriten por su delicia. En esta oportunidad, chefs miembros del Club pusieron toda su pasión, talento, dedicación y creatividad frente a cada una de las mesas de los patrocinadores del evento, para preparar en vivo un plato especial. No hubo celos recetarios. Por el contrario, compartieron detalles en la preparación, secretos y tipos de recetas, que estuvieron disponibles para quienes lo solicitaran.
Nuestros amigos de Pedersen presentaron un fabuloso y aromático queso Raclette, con el que el chef Hubert Geib realizó la preparación tradicional y original del famoso plato. Como pudimos apreciar, originalmente se derrite el queso acercándolo a una fuente de calor, como un horno o brasas. No obstante, hoy día es consumido entre amigos alrededor de una parrilla eléctrica llamada Raclette. El queso se sirve fundido con papas cocidas. Se sugiere acompañarla de una bebida caliente, como té, o de un vino blanco ligero como el Fendant.
El Raclette es un queso de origen Suizo, proveniente del cantón de Valais, hecho a base de leche cruda de vaca. Normalmente se presenta en forma de una gran rueda de entre 30 a 35 cm de diámetro, con una altura de 6 a 10 cm y unos 5 ó 6 kg de peso. Se dice que desde el ordeño hasta la obtención del queso no deben pasar más de 18 horas. Su nombre viene del verbo francés “racler” que quiere decir rascar, acción que los pastores realizaban auxiliándose de las piedras que tenían a su alrededor.
Los quesos locales de Panamá no podían faltar. Uno de ellos fue Queso Chela, que hizo su debut con una amplia variedad de sus productos. Los chefs Paola Meneses y Dimas Polanco nos deleitaron con dos platos, uno de ellos típico y tradicional de la gastronomía panameña: queso blanco frito, aderezado en aceites de Oliva Extra Virgen, 100% arbequina, saborizados, de la casa Oleic Bovera. ¡Simplemente delicioso! Y la mesa la cerró un delicioso Ceviche de yuca con queso, plato indiscutiblemente diferente, que fue igualmente muy bien recibido por los comensales.
Y qué decir de las delicias mexicanas. La chef Chemy Taylor nos hizo soñar y recordar las amorosas recetas de Laura Esquivel en su libro “Como agua para chocolate”. Aprovechando los quesos de Delifrance, elaboró un sencillo platillo de quesadillas, doradas y adornadas con una dulce salsa de pétalos de rosa. Su delicadeza nos hizo chuparnos los dedos.
Por otra parte, el chef Neptario Cabrera fundió y batió hasta lograr un delicioso Fondue, hecho con una amplia mezcla de quesos ofrecidos por Avipac, mientras que la elaboración de una Ricotta fresca estuvo en las manos del chef Patrice Jaumon. Su suave sabor fue sutilmente resaltado por una extensa variedad de productos como polvo de aceitunas, pesto de tomates secos, aceite de romero asado, cebollas caramelizadas y mermelada de limón amarillo; combinaciones que demuestran la versatilidad de este queso.
Hubo buena música y, por supuesto, los vinos blancos, tintos, rosados y espumosos no faltaron. Los más de 400 asistentes disfrutaron de una extensa variedad de diferentes bodegas del mundo gracias al apoyo de quienes, por tradición y compromiso, apoyan y participan de las actividades del Club.
La noche cayó y los organizadores del evento ya estaban pensando en cómo reinventarse para el próximo año. Sin duda nos sorprenderán con algo novedoso.