Dominique Beens, un chef belga que se siente panameño
De origen belga, y actual presidente del Club Gastronómico de Panamá, el Chef Internacional Dominique Beens llegó a Panamá para quedarse por siempre.
Estudió en Bruselas, en INFOBO, y a los 16 años fue el mejor cocinero joven de Bélgica, luego trabajó en uno de los mejores catering de Bélgica de la mano de le reconocido chef Chef Ludovic Ramaekers, así como en dos restaurantes de dos estrellas Michelín, el Barbizn y Club Dupont, pero ya en la década de 1980 vino a Panamá y comenzó su vida profesional en el Restaurante Casco Viejo, en las Bóvedas, al lado de la embajada de Francia.
Aunque el chef Dominique regresó a Bélgica en el año 1988 y vivió allí durante 25 años, en los que trabajó en el Restaurante Café de París hasta que abrió su propio negocio, después del nacimiento de su primer hijo regresa nuevamente a Panamá y comienza por el mismo lugar que la primera vez, en el Casco Viejo, pero esta vez sigue una larga trayectoria que refuerza el gran nombre que se ha forjado sobre la base del trabajo y el esfuerzo, así como de laborar en varios lugares del país, entre ellos el Club Hebreo, Hotel Marriot, Hotel Intercontinental Miramar, Hotel Playa Bonita, Club Unión, y ahora en el Hotel Continental, donde lleva ya cinco años, y ejerce como Chef con una historia hotelera y gastronómica muy respetada.
¿Cuáles son sus inquietudes en estos momentos?
La inquietud más grande que tengo es la formación académica en Panamá. Lograr que los jóvenes quieran trabajar, dar lo mejor de mi, que no se cansen rápido. He sido profesor en la Universidad Interamericana y he impartido varios seminarios y cursos en hoteles de provincias como Chiriquí y Chitré. Mi gran preocupación es que no hay personal calificado para tanta demanda que existe hoy en Panamá.
¿Cuáles son tus sueños por realizar?
Mi sueño era abrir un negocio propio y grande, pero ahora prefiero trabajar así como estoy. Aquí tengo un horario flexible y cuando está más tranquilo tengo libertad para hacer otras cosas.
Tenemos nuestro negocio de catering, cocinamos en casa de la gente de noche. Hacemos cenas para familias importantes de Panamá, cocino también para la Nestlé y en resumen tenemos una buena clientela.
Desistí de mi restaurante grande porque al final estamos bien así. Cero estrés y me quedan noches libres.
¿Cuál ha sido tu mayor reto?
Empezar un negocio. Comenzar desde cero. Cuando comencé en el hotel Playa Bonita estaba en construcción. Había que ver cómo avanzaba, había que armar la cocina, comprar todo el material. Nunca había estado en una apertura y fue muy impresionante.
¿Cuál ha sido tu mayor satisfacción?
Comenzar en un lugar y sentir que uno ayudó a que creciera. He estado en tantos lugares y en todos me ha ido bien, siempre he salido por la puerta de adelante, siempre he podido regresar.
¿Hacia dónde se encamina el Club Gastronómico y qué aporta a Panamá?
Lo primero es unir a los chef. Ya no somos tan celosos, somos amigos, tratamos de ayudarnos. Antes no había eso. Hay más compañerismo, nos divertimos, la pasamos bien y hacemos obras para otras personas.
Ahora vamos a contribuir a la educación y con el INADEH abrimos un salón que se llama Salón Dupont, donde vamos a enseñar a los estudiantes. En el Chorrillo, los Rotarios también están abriendo una escuela donde nosotros vamos a colaborar. Los eventos los seguiremos haciendo para donar los fondos recaudados.
Este año tendremos un concurso de pastelería que se llamará La Copa Nestlé. Igual trataremos de enfocarnos en la juventud y hacer concursos que los motiven a estudiar y preparase para la vida.
¿Cuál es tu plato favorito para comer?
Definitivamente las pastas. Me gusta salir, comer una pizza, estar tranquilo, disfrutar.
¿Y cuál es tu plato favorito para cocinar?
Me gusta mucho trabajar con mariscos, pienso que con ellos hay posibilidades para crear y combinar.
DUO DE SALMON Y LANGOSTINOS, TOMATES CONFITADOS Y PESTO DE ARUGULA
INGREDIENTES:
4 oz de filete de salmón fresco
Sal y pimienta
3 oz de aceite de oliva
3 langostinos jumbo
4 oz de Panko
6 tomates cherry
1 diente de ajo picado
1/2 cdta. de orégano fresco picado
Pesto de arúgula:
2 oz de crema de batir
1 oz de arúgula
1 oz de aceite de oliva
2 oz de pasta cocida tipo tallarines
5 hojitas de menta
PREPARACIÓN: Sazonar el filete de salmón con sal y pimienta al gusto. En una sartén a fuego medio, calentar
1 oz de aceite de oliva y dorar el salmón aprox. 3 minutos de cada lado o hasta que esté cocido. Reservar.
Sazonar los langostinos y pasar por el panko, cubriéndolos por todos lados.
En la misma sartén donde se cocinó el salmón, calentar 2 oz de aceite de oliva y freír los langostinos apanados, cocinar hasta que estén dorados y cocidos. Reservar.
Mezclar los tomates cherry con el aceite de oliva y el orégano. Llevar al horno por 10 minutos a 350°C (175°F) o hasta que estén brillantes. Retirar.
Licuar la arugula con el aceite de oliva y mezclar con la crema de batir, cocinar por 3 minutos o hasta que la salsa esté ligeramente espesa.
En el plato de servir, colocar el salmón, los tomates cherry confitados y los langostinos apanados, de forma decorativa, al lado verter el pesto de arúgula y acompañar con la pasta cocida. Decorar con las hojas de menta. ¡Bon appetit!