La Virgen del Pilar, santa patrona de Zaragoza, parece vigilar desde muy cerca de su rincón a la entrada el que cada comensal se vaya satisfecho y deseoso de volver a visitar este lugar. La Zaragozana también puede contar de las innumerables veces que el escritor y premio nobel norteamericano Ernest Hemingway degustó en sus mesas algunos de sus afamadas calderetas de mariscos o sus platos típicos de la cocina española, específicamente aragonesa, así como de la gastronomía cubana e internacional. Y es que este mítico restaurante habanero, según los historiadores el más antiguo de los que todavía se conservan en el corazón de la Vieja Habana, pudiera también recordar al visitante sus tiempos de Fonda de las Murallas, como nació en 1830, cuando por estar ubicada muy cerca de la iglesia del Santo Ángel Custodio, era sitio obligado para saciar la sed y el hambre de los caleseros, comerciantes y visitantes del santuario. Pero su verdadera fama, en realidad, comenzó a tejerse en la década de 1930, cuando el aragonés José Currais, lo rebautizó en honor de su ciudad natal, Zaragoza, o de quién sabe alguna bella muchacha que robó su corazón para siempre por aquellas tierras. Lo cierto es que desde entonces, La Zaragozana se convirtió en lugar obligado de visita por la bohemia habanera o los muchos intelectuales que la visitaban, y allí probaron sus exquisitos platos personalidades como Federico García Lorca, el propio Hemingway y hasta el campeón mundial de boxeo Rocky Marciano. A diferencia de otros lugares en La Habana, este puede vanagloriarse de no haber cerrado sus puertas nunca y a nadie. Tan es así, que junto a la más refinada gastronomía, con platos para el paladar gourmet gustoso de exquisiteces, también se puede degustar un sabroso cóctel en su barra, o deleitarse viendo los estandartes de los clubes de fútbol español, principalmente los aragoneses, que más de un fanático ha dejado prendido en sus paredes. Sobrio y bullicioso a la vez, con comida cubana, mediterránea, española o internacional, toda regada con estupendos vinos como los de Bodegas Torres, La Zaragozana es de esos remansos donde carenar en la cosmopolita Habana, seguro de que la Virgen del Pilar velará porque el visitante se vaya satisfecho.

Langosta Pilarica

Ingredientes: 1/2 onz de aceite de oliva 1 cola grande de langosta 1 limón 1/2 onz de mantequilla 1 piña mediana 1 onz de aceite de oliva Vegetales de estación Papas lionesas Perejil Pimienta blanca Sal Preparación: Cortar por el lomo la cola de la langosta, extraer el cristal, salpimentarla, untarla de aceite y cocerla a la plancha hasta que esté a punto de dorar. Casi a punto de finalizar, quitar de la candela y en esta colocar la mantequilla, la piña y el jugo de limón hasta que desgrase y en esta salsa agregar la langosta hasta que termine de cocerse. Decorar el plato con las papas lionesas, los vegetales de estación, tajadas de piña y la cola de langosta con la salsa de la cocción por encima.

Pollo al chilindrón aragonés

Ingredientes: 1/2 onz de aceite de oliva 1 pollo mediano entero 2 pimientos medianos 2 1/2 onz de jamón de pata 1 cebolla mediana 2 tomates 1 ración de arroz blanco previamente cocido 1 ajo 1/2 copa de vino tinto Pimienta blanca Sal Preparación: Descongelar el pollo, lavarlo y deshuesarlo. Cortar el pollo a la juliana, salpimentarlo y retirar la piel del jamón. Asar en el aceite los pimientos, y retirarlos cuando estén dorados. En este mismo aceite verter el pollo y dorarlos, agregando cuando esté cocido el tomate troceado, los pimientos, el ajo previamente cortado y el vino tinto, revolviendo a fuego lento con cuidado para evitar que se quemen, y poco antes de retirarlo del fuego agregar el jamón y la cebolla, dándole la cocción deseada. Servir en plato de asado junto con el arroz blanco, y acompañar si desea con vegetales de estación o papas lionesas.