Autos con visión propia
Ernesto Posada Escoto
Pues sepa usted que no, un equipo de investigación del Grupo Daimler, que trabaja ya desde el año 1998 en el desarrollo de sistemas “inteligentes” de conducción, se ha propuesto dotar a los automóviles de “visión tridimensional”. Uwe Franke, el director de este equipo nos dice: “lo importante es que el automóvil tenga dos ojos para que pueda percibir las tres dimensiones”.
Proyecto 6D-Visión
El sistema emplea dos cámaras con visión estereoscópica, actuando de la misma manera que dos ojos humanos, pero eso no basta para reconocer y evaluar los peligros, pues aparte de percibir tridimensionalmente, se trata de detectar movimientos. El cálculo de la posición en 3D y luego del movimiento, también en las tres dimensiones, da el nombre de 6D-Visión a este proyecto. Como explica Franke: “no solo medimos cada punto en las tres dimensiones, sino también los movimientos en cada uno de ellos”. Luego hay que evaluar las imágenes y dar una orden a la conducción asistida y a los frenos. Para lograrlo, una computadora sigue el movimiento de cada uno de los puntos de la imagen; para procesar la información se realiza un muestreo (10 000 puntos por imagen o incluso más) de forma que se puede llegar a predecir, con total efectividad, la posición de un punto dentro de los siguientes 0.5 s; así el tiempo de reacción del sistema es de 200 milisegundos, lo que permite anticiparse lo suficiente, ante un peligro de colisión.
Mayor percepción que el ojo humano
Mientras que un ser humano, con su percepción selectiva, solo puede concentrarse en un objeto y se ajusta a un campo visual reducido, la computadora lo ve todo, y no necesita reconocer la figura completa del automóvil o del transeúnte para detectar que hay peligro de colisión. Basándose en determinado número de puntos en movimiento, el ordenador sabe si se trata de un ser humano caminando por la carretera o solo de una pelota. En ese momento da la orden: esquivar o frenar. Con el sistema en funcionamiento, los otros coches, los peatones, todo se convierte en pequeños puntos, los rojos están muy cerca, los verdes a unos 30 o 50 m, mientras los más oscuros estarían fuera del interés del sistema. Con niebla, lluvia o cristales congelados, “los ojos” de estos automóviles tienen los mismos problemas que los humanos. Por eso, los investigadores de Daimler los han equipado, adicionalmente, con radar.
Este asistente aún está en desarrollo, pues el prototipo actual solo tiene un ángulo de visión de 50°. El paso siguiente serán las esquinas y ángulos de 180° e incluso de 360°. Estos automóviles inteligentes podrían, incluso, comunicarse entre sí y transmitir sus objetivos; los sistemas de navegación y los mapas digitales trabajarían también en combinación. “Algún día podremos darle la llave al automóvil, cuando estemos cansados de conducir”, dice Franke; ese sería su sueño.