No en vano, el fabricante alemán se adentra así en un segmento que cada día cobra más fuerza y el resultado no deja nada que objetar, porque el nuevo Passat Alltrack impone. Hereda todas las virtudes del Passat Variant y aún las mejora si cabe, para satisfacer a todos aquellos que busquen un vehículo con aire deportivo, comodidad  y amplitud en el habitáculo, y toda una serie de accesorios para afrontar pequeñas aventuras más allá del asfalto.
De ese modo el Passat Alltrack incorpora rasgos propios de un todo camino como los pasos de rueda y los parachoques más pronunciados, las barras longitudinales del techo y el macizo protector del chasis, fabricado de acero para preservar la parte inferior, en tanto se estira a 30 mm del suelo.
Sus cuatro motorizaciones se reparten equitativamente entre gasolina (con los 1.8 y 2.0 TSI de 160 y 210 CV) y diesel (2.0 TDI de 140 y 170 CV), con la tecnología Blue Motion (BMT) en el caso de estas últimas que reducen sensiblemente sus consumos y emisiones de CO2. Las versiones más potentes, en cualquier caso, incorporan la tecnología 4Motion con transmisión automática de doble embrague DSG y el diferencial electrónico de deslizamiento limitado XDS.
Aunque quizá lo más novedoso del Alltrack son los numerosos sistemas de ayuda a la conducción, que incluye su completo equipamiento de serie, con el sistema de reconocimiento de señales de tráfico, el Dynamic Light Assist (que enciende las luces largas automáticamente a velocidades superiores a los 65 km/h), el sistema de detección de la fatiga, el de ayuda al aparcamiento (que ahora permite parquear en batería), el de regulación automática de la distancia (ACC) ampliado con el Front Assist y el asistente de frenada de emergencia en ciudad, todos los cuales se conjugan para potenciar al máximo la seguridad mediante señales, tanto acústicas como luminosas, en caso de peligro inminente. De ahí que el Passat Alltrack está listo de antemano para casi cualquier aventura.