10 años al servicio de la vida

El CNP es un esfuerzo estatal orientado a combatir las Infecciones de Transmisión Sexual (ITS) y, con especial fuerza, el VIH-sida, enfermedad que irrumpió en Cuba en 1986. «Este centro nació en diciembre de 1998 –recuerda Rosaida–, para llevar información y fortalecer la educación respecto a este asunto todavía muy desconocido y, poco a poco, asumimos un trabajo más abarcador, orientado a interactuar con la población y promover conductas sexuales seguras y sanas, con mucha insistencia entre los adolescentes y jóvenes.» Los resultados hoy son una referencia para el mundo: en un total de 11 millones de habitantes, 10 655 personas seropositivas (diagnosticadas desde 1986 hasta el 31 de diciembre de 2008); 4 070 enfermos, 1 778 fallecidos, sólo 32 niños infectados por trasmisión materno-infantil y ua tasa de prevalencia de 0.1 %. En las estadísticas del CNP, la vía sexual aparece como la fuente de contagio más frecuente en Cuba. El sexo masculino aporta el 80.5 % del total de infectados y, dentro de ellos, los hombres que tienen sexo con otros hombres son los predominantes; mientras los grupos de edades más afectados son los comprendidos entre los 20 y 24 años; y, seguidamente, de 25 a 29 años y de 40 a 44; con una concentración del 50 % de los casos en Ciudad de la Habana.

«Desde luego que los jóvenes han constituido el segmento poblacional en el que nos hemos concentrado más, a través de los diversos proyectos del Centro», dice Rosaida. «Hay ahora mismo, más de 5 000 promotores activos en todo el país, añade, y están abiertas varias líneas de trabajo en materia de comunicación y consejería, que tienen como objetivo la promoción de relaciones sexuales protegidas». En Cuba el uso del condón ha tenido un importante incremento como medio de protección sexual. El CNP lo ha promovido y estimulado por todas las vías y el Estado se ha ocupado de garantizarlo, a precios asequibles para todos, al punto de colocar dispensadores en sitios que atraen mucha juventud.

«Una gran satisfacción, comenta la especialista, es saber que los adolescentes y más jóvenes lo han incorporado a sus prácticas sexuales sin mayores inconvenientes, lo que constituye un importante mecanismo de prevención y control de las Infecciones de Transmisión Sexual y el VIH-sida»