Cumbre de madurez y excelsitud
La materia empleada en la elaboración de un Habano, siempre tiene un añejamiento posterior a la segunda fermentación del entorno de un año de duración. En muchos casos. la materia prima se añeja por períodos superiores, entre otros motivos, debido a las reservas de rama que la industria tabacalera cubana mantiene para asegurar una producción constante y de alta calidad.
“Los grandes expertos en la rama de tabaco negro cubano conocen que determinados tipos de tabaco tienen un potencial de añejamiento superior, que le confiere a sus hojas unas mejores características organolépticas en la fumada”, explica José María López Inchaurbe, Vicepresidente de Desarrollo de Habanos, S.A.
Para el experto, este conocimiento, unido a la tradición del mundo del vino por el añejamiento de los caldos en distintos períodos de tiempo y que fueron denominados en la cultura vitivinícola como Reserva y Gran Reserva, “fue lo que impulsó a Tabacuba y Habanos, S.A. a explorar este concepto en el Habano. Es decir, la fusión del concepto de añejamiento del tabaco, con un mejoramiento del mismo, junto con la observación de una práctica comercial tradicional y acertada en la cultura vinícola, fue lo que originó los conceptos de Reserva y Gran Reserva en el mundo del Habano.
“Así, en diciembre de 2002 la primera Reserva de Habanos, con tabacos añejados por 3 años procedentes de la cosecha 98/99, fueron lanzados al mercado en el Cohiba Reserva 99-2002, en una selección de 5 vitolas de Cohiba de distintos formatos elaborados con tabacos con 3 años de añejamiento.
“Como continuación de este proyecto, pero con el añadido cualitativo de un añejamiento de 5 años, en 2009 vio la luz el Cohiba Siglo VI Gran Reserva, donde los tabacos fueron torcidos con materia prima de la campaña tabacalera del 2002/03”, afirma López Inchaurbe.
¿Cuáles son las características que distinguen y diferencian a los Habanos incluidos en este apartado tan selecto? ¿Cómo diferenciar a un Gran Reserva de otro tipo de Habano?
El añejamiento de la materia prima en rama y en los tercios de tabaco, produce un afinamiento muy sutil y lento de las características organolépticas más destacadas en la fumada del Habano. Las pequeñas notas picantes que se encuentran en los Habanos tienden a desparecer, como consecuencia de la reducción de las pequeñas tramas de amoniaco que permanecen en el tabaco fermentado. El tabaco tiende a tener un sabor algo más dulzón, y el aroma del humo es algo menos penetrante pero manteniendo las puntas aromáticas propias del humo de un Habano. Y como regla general, la fortaleza tiende a disminuir puesto que las hojas van muy lentamente perdiendo los contenidos que imprimen la fortaleza al tabaco negro cubano.
¿Cuál es el proceso de elaboración y en qué medida influye la selección de las hojas, las evaluaciones de catas y el añejamiento en el acabado ideal de estos Habanos?
La selección de las hojas destinadas a un añejamiento cinco años es el punto de partida clave en la elaboración de un Habano Gran Reserva, pues es un aspecto conocido en la agricultura tabacalera cubana que no todas las hojas de tabaco tienen potencial de añejamiento superior al año natural de añejamiento, que es norma generalizada en un Habano. Como se dice en Vuelta Abajo*, hay materia prima que “se lava” con el añejamiento, expresión con la que se define la pérdida de contenidos de la hoja que imprimen el carácter al tabaco negro cubano. Hay hojas de tabaco que ya en el proceso de la primera fermentación (en la propia escogida de tabaco que viene a continuación de la curación) se destacan por sus altos niveles de contenidos, grasa y propiedades que les permitirán un mejoramiento cualitativo con el añejamiento de la rama, mientras que otras hojas se destacan como inapropiadas para dicho proceso, pues en el mismo se perderían sus contenidos quedando como hojas con gran combustibilidad y nulo sabor o aroma.
La propiedad de una hoja para aceptar mayor o menor fermentación viene condicionada por el proceso agrícola (que la planta de tabaco haya tenido un desarrollo óptimo sin ningún estrés de nutrientes o hídrico, un desbotonado a tiempo, etc.) y por unas óptimas condiciones en el proceso de curación. Además, los contenidos y la estructura del suelo determinan que haya hojas con mayor potencial de añejamiento que otras.
Por todo ello, el conocimiento de la materia prima y de su “historial” agrícola y de curación es clave en la selección de los tabacos que se destinan al añejamiento propio de la Gran Reserva.
Posteriormente, el proceso de ligada y pruebas de cata de las distintas ligadas seleccionadas para una Gran reserva es otro momento clave, pues como la fortaleza y los matices organolépticos se ven afinados en el añejamiento, la ligada que se realizaría para un tabaco estándar en una Marca como Hoyo de Monterrey (en la que en este Festival presentamos el Double Coronas Gran Reserva) debe sufrir ligeras modificaciones cuando la ligada se hace con tabacos con 5 años de añejamiento, si queremos mantener el carácter propio de la Marca.
Por tanto, concluiría diciendo que para elaborar un Gran Reserva, además de una materia prima de óptima calidad en el momento que vaya a comenzar el añejamiento, es necesario disponer de grandes conocedores de la materia prima tabacalera cubana y de expertos ligadores que creen una ligada fiel a la marca con unos tabacos mucho más refinados.
¿Aceptación, consumo, posicionamiento y aporte mundial de los Gran Reserva en el escaparate de Habanos?
Los Gran Reserva se posicionan al menos un 100% por encima del precio que supondría el mismo Habano en su producción estándar, aunque en algunos casos puede llegar a tener un valor hasta tres y cuatro veces superior al mismo producto estándar.
Como es lógico en un producto tan cuidado, la presentación del mismo y su posicionamiento en imagen tienen una gran diferenciación frente al producto estándar y por ello tiene atributos específicos, como un envase de lujo, doble anilla, vitolina con la explicación del concepto. Además, todos los envases están numerados del 1 al 5.000.
Siendo una producción total de 75.000 unidades, el aporte de la Gran Reserva al total de ventas de Habanos no tiene gran significación en términos de volumen, ya que con este concepto buscamos satisfacer a los consumidores más exigentes, además de crear una imagen de nuestro producto como el más exquisito y refinado que se puede encontrar en la producción mundial de tabacos Premium.
*(D.O.P.) Denominación de Origen Protegida