Numerosos platos de tasajo adornan la mesa cubana contemporánea y todos tienen su origen en aquella «comida de negros» que comenzó produciéndose en Cuba para alimentar a los esclavos, pero que terminó siendo importada desde lugares tan lejanos como el Río de la Plata.

Tasajo y bacalao se mezclaron con otros productos para formar parte esencial de la dieta de los esclavos, que ha llegado hasta nuestros hábitos alimentarios contemporáneos, y que unidos a los alimentos nuevos que proveyó América para el mundo, como el tomate, la patata y sobre todo el maíz, pasaron a constituir uno de los pilares sobre los cuales se levantó la salud de los descendientes de esclavos que hoy imponen numerosos record olímpicos.

Uno de los platos más conocidos es el llamado funche o funshi, según el lugar del Caribe donde se prepare. Originalmente era una elaboración en la que se mezclaba tanto masa de plátano con bacalao o tasajo, lo cual lo relaciona estrechamente con una variante alimenticia muy popular que nosotros llamamos fufú pero que se come en otros lugares de nuestra área y que, según Don Fernando Ortiz, proviene también de hábitos arraigados en África.

Receta

Ingredientes: 2 tazas de harina de maíz seca. 3 tazas de agua hirviendo y sal al gusto.

PREPARACIÓN

En una olla con agua hirviendo se vacía poco a poco la harina de maíz revolviendo hasta que espese y se cocine bien haciéndose una masa pastosa. Se puede mezclar son pedazos pequeños de carnes previamente elaboradas (tasajo, chicharrones de cerdo, mariscos, etc). También se le puede agregar un sofrito de tomate con cebollas y especias al gusto.

Puede comerse caliente o, según una variante de nuestra área caribeña, después que esté cocida debe verter el funche en una fuente hasta que se refresque. Se voltea la fuente en un plato y al voltearlo queda como si fuera un bizcocho.