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En Perú, próxima a la costa norte, en Trujillo, la capital del departamento de La Libertad, la ciudad precolombina Chan Chan -«Sol resplandeciente»- muestra las huellas arquitectónicas de las geniales construcciones en adobe de los chimúes, cultura preincaica que se desarrolló en esa región americana tras el decaimiento del imperio huari entre los años 1000 y 1200.
Entre los hallazgos arqueológicos más significativos de los últimos tiempos están relieves de olas y escaques (cuadrados) con más de ochocientos años de antigüedad encontrados en el conjunto amurallado Utzh An, antes Palacio Gran Chimú.
Declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1986, Chan Chan es la ciudad construida en adobe más grande de América y la segunda en el mundo. Está formada por nueve ciudadelas amuralladas, diseñadas por calles y avenidas, con depósitos, pozos de agua, talleres, palacios de la nobleza y barrios de trabajadores. El sitio arqueológico cubre un área de aproximadamente unos veinte kilómetros cuadrados.

«Porque mis ojos se han hecho
para ver las cosas extraordinarias.
Y mi maquinita para contarlas.
Y eso es todo».

Pablo de la Torriente Brau